Lucas
Me pienso una y otra vez si le debo contar a Derek la verdad o solo decirle que nos conocemos del colegio y punto como todos piensan, al final estoy cansado de ocultar mi origen y quien soy, estoy cansado de estar mintiendo así que decido contarle la verdad.
- ¿Neta? – Pregunta sorprendido.
- Así es. – Afirmo.
- Cuéntame más. – Insistió.
- Esa mañana en la que nos conocimos era nuestro primer día en el colegio, en el kínder, tú no querías socializar con ninguno de los niños porque no querías ir al colegio así que estabas triste y llorando en una esquina, yo me acerqué a ti y te ofrecí la mitad de mi sándwich de queso, me lo aceptaste y nos hicimos amigos, luego conocimos a Rose, estábamos jugando con un camión de juguete cuando una pelota llegó hasta nosotros y cayó justo en el camión, una niña pelirroja con una coleta se acercó a buscarla y no recuero como fue que luego nos hicimos sus amigos, pero la verdad es que ambos estábamos fascinados por ella, fue por medio de ella que conocimos a Camila y a Selene, la primera siempre siendo muy agresiva nos golpeaba cada momento y Selene siempre silenciosa y tranquila, por medio de Selene conocimos a Liam, el chico tímido y callado de todo el lugar. – Conté las pocas cosas que recordaba de nuestro encuentro.- Los seis juntos éramos un desastre, poníamos a todas las maestras y niñeras locas. Nuestros padres luego se hicieron amigos y siempre estábamos juntos los seis. Hasta que un día tuve que irme.
- ¿Y qué pasó después? – Preguntó más curioso de lo que esperaba.
- Era un viaje de ida y vuelta, pero en el camino de regreso mis padres murieron, mi madre me salvó con su propio cuerpo de la muerte, la policía me encontró y después de descubrir que no tenía ningún familiar me llevaron a un orfanato, una asistente social se hizo cargo de mí después de varias semanas y prometió conseguirme una familia, esa familia no llegó porque nadie quería a un niño que estuviera atado a su pasado, después de un año y algunos meses me dieron en adopción a una familia, o mejor dicho me dejaron a su cargo, el gobierno aún tiene mi custodia, pero los Suarez se han hecho cargo de cuidarme y aunque quise venir en todo este tiempo no pude, no podía salir de la ciudad sin el permiso de mi asistente social. – Terminé contando.
- Pero estás aquí. – Indagó.
- El gobierno decidió que debía estudiar en el mejor colegio de talento para desarrollar aún más mi potencial y mi arte con la fotografía y los colores así que me mandaron aquí al Talent School Aurora y es donde me volví a reencontrar con ustedes cuando menos me lo esperaba, pero ya no soy Lucas el niño que ustedes recordaban, soy Lucas Suárez un chico que quiere reconciliarse con sus amigos, pero que no ha podido por obvias razones. – Le conté toda la verdad sintiendo como el peso sobre mis hombros se iba aligerando un poco.
- No sé que decirte, amigo. – Dijo pasándose las manos por el cuello.
- No te preocupes, es normal, pero si recodaras todo seguro que me golpearías. – Reí sin poder evitarlo.
- No lo creo. – Yo levanté una ceja.
- Creo que será mejor que me vaya, de seguro tus padres no tardan en llegar y mi madre debe estar preocupada por mí. – Asintió y se puso de pie.
Derek
Mirando a Lucas siento que en él hay algo sospechoso, no me inspira desconfianza, pero tal vez hay cosas que por culpa de mi amnesia no puedo recordar, no entiendo porque me contó toda su historia, bueno, quizás yo le pedí que me contara como nos conocimos, pero en su historia había mucho más que eso, había una explicación. Solo espero que no sea una mentira para involucrarme.
Cierro la puerta en cuanto lo veo marchar y me encierro otra vez, sin embargo, esta vez me quedo en la puerta mirando a la nada. Me quedé pensando en lo que me había contado, imaginando la historia en mi mente algunas imágenes pasaron frente a mis ojos como flashes, tan rápido que no fui capaz de reconocerlo en realidad, pero eran mis recuerdos, eran recuerdos que no podía retener.
Maldije para mis adentros, no entiendo como mierda fue que me vine a accidentar, ahora soy un maldito saco de carne que no sirve para nada porque no recuerda nada.
Camila
Termino de vestirme viendo como Robin duerme como un oso, ni siquiera fuera del colegio soy capaz de librarme de él, ya de por si en la fiesta de Derek estaba enojada por sus mensajes y sus llamadas, no sé quien se piensa que soy, solo le pedí un favor una vez y ahora me lo está cobrando re caro.
Eso solo deja claro una cosa, es mejor deber dinero y no favores.
Por culpa de ese maldito favor tenía que soportar sus mierdas, su horrible pene y hacer todo lo que me dijera, tenía que guardar sus secretos que ya creía me los contaba a propósito solo para molestarme.
Me pongo mis botas y salgo de la habitación en la sala del apartamento un tipo amigo de Robin se fuma unos cigarrillos y no duda en brindarme, ni siquiera le respondo y solo lo tomo dándole una fuerte calada y sintiendo como el humo inunda mi garganta y mis pulmones, luego de eso lo dejo hacer al suelo y lo piso.
- ¿Por qué lo desperdicias, zorra? – Gruñe mirándome mal, pero lo ignoro y decido salir a paso firme.
De camino a mi casa no paro de pensar en las diferentes cosas que puedo hacer, puedo acabar siendo la mejor en cualquier cosa que haga, pero aquí me encontraba siendo la puta de un jodido delincuente cabrón de mierda que me tenía atada de pies y manos, ahora que lo pensaba, tal vez lo mejor era queme alejara.
Podía simplemente dejar de verlo, le aseguraré que no voy a revelar sus secretos y quizás tenga condolencia de mí.
A una esquina de mi casa hay un grupo de chicos tomando y veo entre ellos a mi hermano, él cruza su mirada con la mí y se acerca a molestarme.
- ¿De dónde vienes? – Pregunta ebrio.
- Eso no es asunto tuyo. – Respondo y busco pasar por su lado, pero me lo impide con su enorme cuerpo.
- Hueles a sexo, cigarrillo y alcohol. – Insiste.
- Ya te dije que no es asunto tuyo, Eduardo. – Me sostuvo del brazo fuerte, hasta llegar a lastimarme.
- ¿A dónde vas? – Gruñó lleno de ira.
- ¡A casa! ¡Ahora suéltame! – Demandé gritando.
- Tú no tienes casa, zorra. Dile a uno de los cabrones con los que te revuelcas que te busquen una, que no solo sirvan para meterte su pene en la vagina. – Sus palabras más los jalones que le estaba dando a mi brazo me hicieron gemir de dolor.
- ¡Tú también tienes cola que te pisen con todas las mierdas que te metes, así que déjame en paz! – Grité, pero eso solo hizo que se enfureciera aún más.
- ¡Delante de mis amigos no me hablas así! – Gritó y lo siguiente que sentí fue como mi mejilla ardía al estrellar su mano en esta, caí al suelo por la fuerza que había empleado. Me llevé una mano a la mejilla y lo miré con odio desde el suelo. – Ahí es donde perteneces, con la basura. – Me escupió y luego simplemente se marchó.
Al parecer, hoy no tenía done dormir y moría de hambre, para más desgracias no tenía encima ni un solo peso, me hice un ovillo acercándome a la pared y simplemente lloré.
¿Por qué la vida había sido tan injusta conmigo?

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Best Friends Forever
Novela JuvenilRose, Camila y Selene. Dereck, Lucas y Liam. Tres mejores amigas inseparables. Tres mejores amigos que fueron separados. Tres parejas que siempre han estado destinadas a estar juntas. Tres pares de vidas muy distintas y parecidas a la vez. Tres co...