Best Friends Forever

52) Lucas

Lucas

Me despierto cuando escucho el retumbar de la música, me habka pasado durmiendo toda la tarde al parecer y no había ido a la fiesta, aunque de ser por mí seguiría durmiendo, sin embargo, sé que después de todo no podré dormir ni un minuto más.

Me pongo mi camisa roja favorita y decido ir a la fiesta, sin embargo me quedo parado a la distancia observando todo desde lejos. Puedo reconocer a los chicos y la verdad tengo que decir que Rose está hermosa.

No he tomado una sola gota de alcohol, solo me quedo allí de pie mirando a la nada y a todo al mismo tiempo y pienso, pienso en mí y en como se agota mi tiempo.

Vuelvo en mi cuando veo a Rose alejarse del grupo e irse a un lugar sola, detrás de los arbustos, me siento tentado a acercarme cuando la veo allí mirando el cielo nocturno ensimismada, suspiro y mejor me alejo.

No dejo de pensar como va a cambiar todo cuando sepa quien soy en realidad, no será igual y tendré que aceptarlo.

Escucho un escándalo y miro en esa dirección, todos se apartan del algo la improvisada pista de baile y es entonces cuando veo un cuerpo en el suelo inmóvil que no me es difícil reconocer incluso  a la distancia en la que me encuentro, Selene.

Varios corren a socorrerla y yo soy uno de ellos, sin embargo, ninguno la toca al ver que está totalmente inconsciente, Rose llega a mi lado y me ve sorprendida, pero eso no tarda más de unos pocos segundos porque se concentra en su amiga.

- ¿Selene? ¿Qué pasa? - Se ve desesperada y eso me hace pensar más rápido que hacer.

- Hay que llevarla a la enfermería. - Digo, tomándola para sentarla y que no se ahogue en sí misma.

- No, está cerrada. - Informa Camila que de repente se encuentra con nosotros.

- No hay de otra más que llevarla a su cuarto y ver que hacemos allá. - Digo y trato de levantarla en brazos, pero alguien me detiene.

- No la toques, puto traidor. - Aparece Derek todo mojado y me empuja agarrando a Selene y levantandola de una. Ruedo los ojos y lo sigo mientras este la lleva a su cuarto.

En los pasillos veo que solo nos siguen Selene, Camila y Liam quien no deja de mirar a todos lados como si se le hubiera perdido algo, me acerco y le pregunto:

- ¿Qué sucede? - Él toma aire y luego responde.

- Ella se veía rara y no dejo de pensar en eso, le teme a alguien, se llama Ulises, pero no conozco ningún alumno con ese nombre. - Niega frustrado.

- Tranquilo, cuando esté mejor le preguntas. - Le puse la mano al hombro.

Sus amigas entraron tras ella a la habitación y nosotros dos nos quedamos en la puerta, observé por unos segundos y Derek parecía no ser capaz de soltarla, la apretó a su cuerpo y le besó la frente para luego llevarla al baño.

- Esperen aquí. - Dijo Rose mientras lo seguía.

- Liam, fuiste el último en estar con ella. - Se acercó Camila. - ¿La viste tomar algo? - Mi amigo asintió.

- Solo tomo de tu vaso. - Ella se golpeó la frente.

- Carajo. - No dijo nada más y se alejó.

- Esto es raro. - Murmuré.

Derek salió y se acercó a nosotros, se detuvo más tiempo del necesario a mirarnos.

- Tic. Toc, Tic, toc. - Mostró el dedo índice como si fuera la aguja de un reloj a medida que hacía el sonido y se fue.

- Se me acaba el tiempo y aún no encuentro el momento para decirle a Rose.  - Me sacudí el cabello frustrado.

- Sobre eso, ya no da para más. Camila nos escuchó a Derek y a mí hace rato. - Abrí los ojos.

- No relajes con eso por favor. - Traté de negar, pero él negó también dejando claro que no era broma.

La morena salió del baño refunfuñando cosas, al parecer el susto la había estabilizado un poco, pero el alcohol en sus venas era más fuerte. Liam fue a socorrerla, pero esta cayó en su cama como si fuera un saco de patatas y al segundo estaba dormida.

Rosa salió con Selene que al parecer ya había despertado, pero seguía un poco mareada así que se apoyaba de su amiga para ir a su cama. Me acerqué y ayudé a Selene lo que quedaba de camino.

Después de eso Rose fue a la cama de Camila donde le quitó los zapatos y algunas cosas del vestuario para que estuviera más cómoda y luego la cubrió con una manta como había hecho anteriormente con Selene.

- ¿Sabes qué? Yo me voy de aquí, wey. No soporto ver esto y como Selene queda mal por la inconsciencia de esta pinche loca. - Señala a Camila.

- ¿De qué hablas? - Pregunto.

- Tengo mis teorias de porqué ambas están así. - Salió casi azotando la puerta. Rose se acercó preguntándome con la mirada que le pasaba a Liam, yo solo me encogí de hombros porque en realidad no sabía.

Ambos salimos del cuarto y nos quedamos en la puerta, la vi tomar aire y luego expulsarlo con fuerza.

- ¿Cómo estás? - Pregunto.

- ¿Tú que crees, wey?  Tengo a una amiga inconsciente, la otra borracha, un novio estúpido y narcisista, y unos padres padres que me dejan en visto. - Su voz se ahogaba a medida que hablaba y no me resultaba nada lindo verla así.

Sin saber que más hacer me acerco y paso mi mano por su mejilla en una caricia leve que la hizo sonrojar y lo noté.

- Todo va a estar bien, te lo aseguro. - Ella sonrió y asintió, se veía tan frágil en ese momento que me dejé llevar y la abracé, la estreché en mis brazos y ella solo se acurrucó y yo disfruté de su contacto.

Pasaron unos minutos en los que no había nada más que nosotros dos y deseaba que eso siguiera así, pero ella decidió alejarse.

- Lo siento, lo siento yo... - La interrumpí.

- No pasa nada. - Le sonreí con los labios cerrados para que se sintiera más tranquila, pero en lugar de eso lo que hizo me dejó sorprendido y medio.

Se alzó de puntillas para acercar su rostro al mío y simplemente rozar sus labios con los míos, en ese momento el tiempo se detuvo y también mi corazón, la respiración y todo a mi alrededor. Se alejó dejando en mi piel la sensación de frío que nunca antes había sentido, después de tener la calidez de su cuerpo cerca del mío.

Antes de que se encerrara en su habitación una vez más, la detuve del brazo y antes de que me arrepintiera mucho antes de hacerlo, me dejé llevar y la acerqué a mí besándola, no fue un simple roce como ella hizo sino que lo profundicé un poco más disfrutando del sabor de sus labios y la suavidad de estos.

Tenía que decirle la verdad en algún momento y en cuanto lo hiciera sabía que iba a perder todo lo que había avanzado hasta ahora y me iba a quedar solo con este recuerdo, con este momento.

Nos separamos cuando nos faltó el aire y nos quedamos solo mirándonos a los ojos.

- Lo siento, pero me iba a arrepentir después si no lo hacía. - Murmuré.

- Hablamos mañana. - Me dejó un beso en la mejilla y luego se encerró en su habitación dejándome allí con el corazón a mil por hora y con la mejor sensación que había sentido jamás.

Esa noche fui feliz, con solo saber que la chica que me gustaba, que amaba me había correspondido un beso. Eso significaba que aunque sea en el fondo sentía algo por mí y me daba esperanzas.