86) ¿Qué decir?

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Camila

Todos tenemos un momento donde nuestra mente se paraliza, donde simplemente no encontramos que hacer, no encontramos la manera de hacer o no encontramos que decir.

Un momento donde estamos totalmente paralizados, donde no sabemos adonde ir, donde nos perdemos y es casi imposible encontrarnos, donde una palabra puede arruinarlo todo o puede arreglarlo todo.

En ese momento es donde aparece esa pregunta existencial. ¿Qué decir?

¿Cómo le digo a las dos personas más importantes en mi vida que les robé?

¿Cómo les explico que no lo hice de mala?

¿Qué les puedo decir para que no me odien?

Me encontraba acorralada, y no sabía que hacer, quería escapar y no sabía como. Mi instinto me llevó a pasar la mano por mi vientre y una idea pasó por mi cabeza.

- Yo... - Empecé a hablar y luego el aire me faltaba, lo siguiente que escuché fue a Selene preguntando que me pasaba y luego me caí hacia atrás en mi cama viendo todo oscuro.

- ¡Camila! - Gritó Selene y pude sentir como subió en mi cama y trató de despertarme palmeando mis mejillas.

- Está fingiendo. - Oí decir a Rose y casi me río de lo mucho que me conoce.

- ¡Está embarazada! ¡Busca ayuda, wey! - Volvió a gritar Selene, me imagino que Rose seguía igual de tranquila.

- ¡Selene, no seas tan ingenua, wey! - Le gritó Rose de vuelta.

- Pero... - Fue interrumpida antes de terminar.

- A la verga. - Murmuró Rose y sentí como alejaban a Selene de un tirón y algo húmedo me caía en la cara de repente.

- ¡¿Qué pedo, wey?! ¡Estás loca! - Grito sentandome de golpe y puedo ver a Rose con un vaso en la mano.

- ¿Ves? - Me señaló la pelirroja mirando en dirección a Selene, por su parte Selene negó decepcionada.

- No puedo creer lo cinica que eres. - Al escuchar eso no pude evitar sentirme mal.

- Lo siento. - Susurré en voz baja.

- ¿Qué está pasando contigo, Camila? - Cuestionó Rose notablemente molesta.

- Ustedes no lo entenderían. - me justifiqué.

- Obvio no, si no lo explicas. - Dijo Selene cruzando los brazos.

Suspiré profundo sabiendo que no tenía de otra más que explicar, debía pensar muy bien en lo que iba a decir para que las cosas no se me salieran de las manos.

- Está bien. Yo tomé el dinero, me hice una transferencia sin tu consentimiento y a escondida porque lo necesitaba. - Hablé sintiendo que me ahogaba.

- ¿Para qué? - Preguntó Rose y es ahí el problema, no les podía contar la verdad.

¿Qué les diría? ¿Qué lo hice para darle dinero a Robin? ¿Cómo explicaría eso? ¿Les diría que lo hice porque en algún momento estuve metida en negocios sucios? ¿Por qué llegué incluso a usar las drogas?

No puedo.

- No puedo decirles. - Respondí agachando la mirada avergonzada.

- Perfecto. - Rose asintió como si se esperara que dijera eso. - Parece que al final nuestra amistad no era tan pura como creíamos, estaba llena de secretos y envidia. Al final no éramos tan amigas.

- Rose. - Intenté acercarme.

- No, Camila, las amigas no se mienten, no se envidian, no se les roba, no se les manipula. - Sentí la rabia en cada una de sus palabras como si se me clavaran en la piel cual espina.

Best Friends ForeverWhere stories live. Discover now