Capítulo 6: ...hasta que estés bien?

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-Se divorciaron- Ésas dos palabras, relacionadas con Izzy y conmigo, me tienen, de verdad, hasta la puta madre.

El negro asintió y luego se sentó al lado del pelirrojo para seguir comiendo sus papas fritas.

-Somos mejores amigos, no tiene porque ser así- Expliqué en un intento fallido por sacar la mierda de sus cabezas.

-¡Los extraño tanto!, eran los más shipeables del puto instituto, después de que Kirk y Lars (viva el Klars ptm!) se fueron y Duff e Izzy se dejaron ya no tengo nada en la vida- Dramatizó ante Slash que sólo asentía y rodaba los ojos cuando no le miraba -¡Tienen que volver!

Me puse de pie con el refresco que tomaba, en mi mano y empecé a caminar para alejarme de Axl y su drama innecesario por cosas inexistentes, es un viernes de ésos en los que todo el mundo parece festivo, exectuandome a mi porque he tenido una semana de basura, caminé como troglodita es un espacio de personas sociables, observaba ansiosamente para todas partes, buscaba a Izzy Stradlin, claro que si, no somos niñitas para dejarnos de hablar por estupideces y con estupideces me refiero a yo dándole placer con mis manos; después de éso se fue de casa sin decirme nada y entonces sólo empezó a ignorarme o evitarme.

Di varias vueltas al lugar esperando encontrarlo haciendo una de ésas cosas que le gusta hacer cuando está solo, pero no di con él y las personas a las que les pregunté me dijeron que no lo habían visto, éso es para pensar que hoy simplemente no vino, pero lo vi en la mañana, lo vi hacer como si yo no existiera.

Pero aún faltaba un lugar.

Empecé a correr y subir escaleras como un maníaco, mi estado físico seguro va a mejorar después de mi carrera, tenía que subir cuatro pisos con sus pasillos, porque el arquitecto que diseñó esto seguramente era estúpido. Y finalmente en el último callejón, al que nadie se acercaba porque era restringido y oscuros, ahí estaba él, en un montón pequeño, escondiendo su cabeza entre sus rodillas.

Caminé más tranquilo, recuperándome e intentando respirar mejor y él, al escuchar mis pasos, se puso de pie y se quedó apoyado en la pared.

A cada paso, me acercaba más y podía ver su nariz rojiza y sus ojos llenos de lágrimas, lo abracé y como esperaba él me empujó y me dió golpes en el pecho intentando safarse.

-Tranquilo, sabes bien que no voy a dejarte.

-Eres un chismoso,no te importa lo que haga o deje de hacer- Su voz terminó ahogándose en mi hombro, y él terminó abranzándome con tanta fuerza como si alguien nos fuera a separar.

-Me importa todo lo que tenga que ver contigo- Susurré entre sus cabellos, es lindo ser más alto que él -¿Quieres perder clases y quedarte conmigo hasta que estés bien?

El pelinegro asintió y entonces ambos nos sentamos en el piso, él con su cabeza en mi pecho y yo acariciando su mano entrelazada con la mía.

-Volviste a usar shampoo de bebé- Solté acercándo mi nariz a su cabeza, el asintió aceptándolo y yo dejé un beso en sus cabellos negros porqué simplemente algunas cosas de su manera de ser, me dan mucha ternura.

-Aveces ni siquiera sé porque estoy triste— Comenzó, sabía que en cualquier momento necesitaría hablar —Es que... de repente todo es tan horrible, odio a todos y quiero asesinarlos o que mueran, o quiero morir yo... pero no tengo razones y me doy cuenta de que tengo muchas cosas en la vida y que no quiero dejar de estar aquí, entonces quiero vivir y me siento tan feliz y luego tan estúpido y existencialista, he buscado maneras de tranquilizarme, pero sólo empeora las cosas... Necesito que me hagas olvidar todo, ya no quiero pensar.

Asentí sin que el pudiera verme, de manera extraña se abrazó a mí, escondiendo su cara entre mi pecho, moviendo sus dedos con ansiedad y respirando con dificultad, había empezado a llorar.

Acaricié su espalda y me quedé pensando en que hacer, mi mente se puso en blanco mientras me repetía un "aaahhhhhh" infinito y que, finalmente sólo fue muy largo, porque uno de sus sollozos me forzó a hablar.

—Bueno, te gusta el frío ¿no? Podríamos ir a vivir juntos al polo norte y volver cuando quieras, o sólo encerrarnos en mi, o tu, habitación, todo el fin de semana y estar juntos mientras hacemos cosas que te parezcan porque sinceramente no se me ocurre otra cosa... tal vez ir a ésa fiesta que va a dar Steven... como sea, cuando estoy mal tú siempre sabes cómo hacerme sentir mejor, aveces peor, pero al final siempre me ayudas, éso es lo que importa.

—Ni en está vida ni en ninguna otra iré a ésa fiesta que va a dar Steven— Soltó en un tono serio —Pero me gusta lo de encerrarnos... y no pienses en cosas guarras, que sé bien como eres.

Solté una risotada mientras él levantaba su cabeza y me miraba con una gran mueca de molestia fingida, bajé mis manos a sus caderas y besé su frente, cambiando completamente mi semblante.

—No entiendo de dónde sacas ésas ideas.

—Últimamente mis ideas aciertan mucho contigo, no sé porqué— Susurró cerca de mi boca, hice mi intento por unir nuestros labios en un beso y el sólo se alejó dejándome colgado en su cuello.

Olisqueé en repetidas ocasiones, su olor era una cosa extrañamente fascinante, no era un perfume, Izzy siempre olvidaba usarlo, era su olor personal, me recargué un poco en él y subí por lo largo de su cuello hasta su oreja, oliendo su piel.

—Hueles tan bien— Susurré antes de hacerme un espacio entre su cabello y su piel para succionar ésa parte.

Él estaba quieto todo ése tiempo, pero movía su cabeza para un lado demostrándome que le gustaba lo que le hacía. Mordí con suavidad y pude escuchar un gemido bastante bajo, es un niño sensible, después de todo.



𝑩𝒆𝒄𝒂𝒖𝒔𝒆 𝑰 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒀𝒐𝒖; 𝑫𝒖𝒛𝒛𝒚 (Terminada)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora