Una Eternidad Contigo

Capítulo XI

Lo prometido es deuda mis bellas chicas; ustedes cumplen, yo cumplo 😍 aquí tienen el capítulo 😘

***************

—¿Que me paso?

—Te desmayaste —respondió Albert mientras sujetaba su mano —afortunadamente Terry estaba contigo y evitó que te golpearas la cabeza.

—¿En donde está él ahora?

—Afuera —Albert la miró con reproche —¿Por que no me habías dicho que aceptaste la propuesta de Niel?

—Lo hice esta tarde —bajó la mirada para ocultar el dolor por el cual había tomado aquella apresurada decisión.

—Pero hace dos días me aseguraste que lucharías por Terry —le recordó.

—Y estaba dispuesta a hacerlo pero.... —apretó los ojos y dejó salir las mas dolorosas lágrimas al recordar la manera como Terry la había humillado, no una, sino dos veces.

—Pero... —la animó Albert.

—Va a casarse Albert —soltó mientras apoyaba su rostro en el pecho de su hermano.

—¿Queeeee?

—Se comprometió con aquella despreciable mujer.

—Eso no es posible, Terry jamás haría tal cosa.

—Lo hizo —respondió Candy sorbiendo su nariz —deja de defenderlo —limpió su rostro —esa descarada mujer fue al hospital para restregármelo en la cara.

—¿Y tu le creíste? —Albert achicó lo ojos

—Me mostró su anillo —cubrió su rostro con ambas manos.

—Ahora comprendo muchas cosas —dijo Albert poniéndose de pie tras analizar las palabras de Candy —esa fue la razón por la cual aceptaste la propuesta de Niel o ¿me equivoco?

—No lo haces.

—¿Crees que hiciste lo correcto?.

—No —respondió avergonzada.

—¿Que piensas hacer ahora?

—No lo sé.

—Si aceptas un concejo de hermano, no te apresures a poner una fecha al enlace con Niel, hay cosas que debes saber —Albert cubrió su rostro con ambas manos. Aquel asunto no podia prolongarse más.

—¿Como que cosas? —interrogó Candy

La puerta de la habitación se abrió interrumpiéndolos

—Las dejaré a solas para que conversen —Albert salió de la habitación, necesitaba hablar con Terry.

—Candice, pequeña, ¿como te sientes?

—Estoy bien Tia Elroy

—No tienes idea del susto que nos diste.

—Lo lamento —esbozó una leve sonrisa.

—Me había prometido no meterme en tus decisiones —Elroy rompió el silencio que reino entre ambas por algunos segundos —pero no puedo quedarme callada.

—Tia... —Candy intentó interrumpirla pero Elroy se lo impidió.

—No Candice, déjame hablar y si después de escucharme decides seguir adelante con tus planes, yo seré la primera en apoyarte —la mirada de Elroy mostraba preocupación —Candice, tu hermano y yo queremos lo mejor para ti, por esa razón, te pido que no te apresures a poner una fecha para tu boda con Niel.

—Es curioso, Albert acaba de pedirme lo mismo

—Candice, en tu mirada puedo darme cuenta que no amas a Niel —tomó sus manos —hija, has pasado por un divorcio antes y se lo mal que la pasaste, aunque lo niegues, sigues amando a Terry.