Cry and laugh.

920 76 8
                                    

-Perdón. Ya estoy lista. ¿Está Ashton contigo?

Ashton me miró y yo tragué saliva.

-Sí.

-Hola, Tara. - Consiguió decir él.

-Dios santísimo... - Masculló la mujer al otro lado de la línea. Podía sentir su emoción al escucharnos, pero sinceramente no llegaba a creermela. - Ashton, mi vida.

-¿Qué quieres? - La cortó él. - ¿Para qué llamaste?

-Espero que sepáis que me duele ver vuestra reacción, pero que la comprendo. Ahora que estáis los dos creo que es hora de deciros lo que tengo que deciros. Sé que os marchasteis hace mucho y que no contacté con vosotros. Quiero haceros saber que me siento culpable y mal por no haberlo hecho...

-Si vienes a pedir perdón por eso, - hablé- es un poco tarde.

-Vengo a pedir perdón, sí. Pero también a comunicaron algo. Es una mala noticia, o al menos si tenéis humanidad lo tomaréis como una mala noticia. - Ashton y yo nos miramos. Su ceño se frunció ligeramente e hizo una mueca.

-¿Qué mala noticia es esa? - Preguntó.

-Veréis, hace poco vuestro... padre, sufrió un accidente de coche. Estuvo unos días en coma y esos días estuve con el teléfono en la mano siempre, decidiendo si llamaros o no. Quería, pero tenía cierto miedo por cómo reaccionaríais. Sé que actué mal al no preocuparme por vosotros durante estos años, he sido no solo una madre pésima si no una persona despreciable. - Su voz se cortó. - Lo siento, de verdad... - Se volvió a cortar, noté como sorbía por la nariz. - Pero vuestro padre ha muerto. El funeral será en unos días y esperaría que pudierais asistir, porque aun que actuáramos de forma cruel vosotros no sois así. Pensar en él como vuestro padre, no como el señor que os echó de casa. Por favor.

Al principio intenté no sentir empatía, pero poco a poco se me hizo imposible. El muro que todo este tiempo se había formado entre Tara y mi, el muro que cada día se elevaba más, pareció empezar a derretirse. No quería perdonarla por lo que hizo, pero no tendría humanidad si la dejáramos de lado en una situación.

-No os pido que volváis conmigo. Tan solo venir al funeral, podemos comer juntos y si queréis traer amigos podéis... No sé, tan solo poder hablar en persona y pasar un rato. Por él.

Tapé e altavoz del móvil con la manga de mi chaqueta y una vez más miré a Ashton.

-No podemos dejarla ahora sola. - Susurré.

-No quiero perdonarla, no se lo merece. - Murmuró pensativo. - Pero iremos.

-¿Crees que podríamos coger un vuelo a Los Angeles el día del funeral y volver aquí al día siguiente.

-Preguntaré al managger. Pero estoy seguro de que sí.

Suspiré y aparté la manga.

-Está bien. - Intenté sonar con voz firme.

-No sabéis lo feliz que me hacéis.

-¿Cuándo y dónde será? - Ignoré su confesión.

-Todavía no es muy seguro, os mandaré la dirección, día y hora en cuanto pueda. ¿De acuerdo?

-Está bien. Hasta entonces, Tara.

Escuché un suspiro y colgué. Guardé el teléfono y me levanté al igual que Ashton. Ambos quedamos mudos unos segundos, supongo que tanto él como yo estábamos sin palabras. Podría haber esperado cualquier cosa de Tara menos unas disculpas y una noticia como la que nos acababa de dar. ¿Nuestro padre? ¿Muerto? Eso era imposible...

Unpredictable «5sos» #ADH3Where stories live. Discover now