Ámame Sin Importar Qué #2

Capítulo 14.|Te amaré sin medidas.

—Hace unos años atrás, mucho antes de conocerte, éramos muy buenos amigos. Dylan, Jaxon, Nolan, Cameron y yo formábamos un buen escuadrón. Éramos los mejores amigos, haciendo travesuras de adolescentes, portándonos mal, disfrutando la vida, éramos inseparables, nadie podía con nosotros.—Suspira con un nudo en la garganta.—Éramos los galanes de la universidad, todas las chicas morían por nosotros y hacían filas para ver quien sería la del fin de semana que llegaba. Era una total locura, pero éramos chicos, nos encantaba la atención y disfrutábamos de ella.

Su mirada se concentra en algún punto del jardín.

—Era la semana de fútbol en la universidad. Venían algunas escuelas a participar contra otras, y utilizarían el campus para los juegos. Ese día habíamos ido a ver el partido de fútbol, todos juntos como siempre a todos lados. —Ahora me mira a mí.—Y entre toda la multitud, la vi y me enamoré a simple vista de ella. Wendy era una de las porristas de uno de las universidades que estaban compitiendo. Era muy hermosa. Tenía una piel suave y tersa, una sonrisa enloquecedora y se movía de maravilla. Los chicos se dieron cuenta lo mucho que me quedé observándola y comenzaron con sus gritos, yo ya estaba decidido, la quería para mí.

Hace una pausa y luego continúa.

—Cuando acabó el juego me metí a bastidores y esperé en la puerta a que ella saliera. Cuando lo hizo la detuve con uno de mis trucos y en eso intercambiamos algunas palabras, nos habíamos dado el número y quedamos en volver a vernos.—Se encoge de hombros.—Todo pasó muy rápido que ni sé como contarlo. Salía con ella todos los días y disfrutaba mucho estar a su lado, era una chica inteligente y muy divertida. Los chicos estaban un poco celosos porque pasaba más mi tiempo con Wendy que con ellos, pero al final del día me entendían, estaba enamorado.

Ahora su semblante cambió a uno de enojo.

—Pero el más estúpido de todo esto fue Cameron. A él siempre le incomodaba que hablara de Wendy, que la llevara a nuestras juntas, que pasara tiempo con ella, había llegado a la conclusión de que mi amigo estaba celoso porque pasaba mucho tiempo con ella, pero no era así, con el paso del tiempo me di cuenta que Cameron y Wendy estaban jugando conmigo.

Lo miré sin entender claramente lo que me estaba diciendo.

—¿Jugando contigo?

—Sí, de la peor manera.—Se pasa las manos nerviosas por el rostro.—Luego de unas semanas Cameron y Wendy se llevaban de maravilla, es más, ya el rubio no discutía ni ponía cara de desprecio cuando mencionaba el nombre de mi novia, mejor que eso, se ponía feliz y era el primero en querer verla. —Rodó los ojos.—No le presté mucha atención porque pensé que sólo era porque ya por fin se comenzaron a llevar bien, pero la realidad me golpeó muy fuerte. En una de las fiestas que Dylan acostumbraba a hacer, los encontré a los dos en la habitación de Dylan, estaban teniendo sexo y lo estaban disfrutando.

Me quedo petrificada.

—No puede ser.—Susurré con terror.

Me mira.

—Me traicionó. Mi novia, la chica por la que yo hubiera dado mi vida Debs, me traicionó con el que era mi mejor amigo. ¿Puedes ver como me sentí en ese momento? Estaba hecho una mierda.

—¿Qué hiciste cuando los encontraste?

Él tragó fuerte e intentó hacer memoria.

—Les heché la bronca claro, ellos se sorprendieron bastante y comenzaron a decir que no era lo que yo creía. ¿En serio me creían tan estúpido? Eran unos idiotas y yo no los perdonaría jamás.—Negó con la cabeza.—Esa noche mandé a Wendy a la mierda y a Cameron no quería verlo ni en pintura. En ese momento me di cuenta que los dos me estaban viendo la cara de imbécil todo ese tiempo. Cuando los chicos se enteraron, odiaron a Cameron al instante, nos enemistamos con él hasta el día de hoy. El había traicionado la confianza de todos. Éramos amigos de toda la vida, y una traición así no tenía perdón, y menos si yo ya estaba enamorado.