Capítulo 23.|En peligro.

7.9K 481 13
                                    

Este es uno de esos momentos de película donde el malo tiene entre su poder a la chica buena e indefensa, lo que más detesto de esto, es que yo soy la chica buena e indefensa. Tener a Parker frente a mí mientras me mira como si quisiera destruirme no es nada bonito, al contrario, es una imagen que no le deseo ni a mi peor enemigo. Estábamos a una distancia considerada, ni muy cerca ni muy lejos, pero podía escuchar su respiración sofocarme desde donde estaba.

Desde el tiempo que dejé de verlo y salí de Seattle con mi padre, Parker no había cambiado nada. Quizás se había puesto más peligroso. Parker tenía unos rasgos muy parecidos a su padre, sólo que la parte buena y generosa de John Miller no la heredó su hijo. Sus ojos eran de un color castaño oscuro y mostraban una chispa de maldad en ellos, su cabello era algo rebelde y siempre lo tenía con su típico peinado, era fuerte y musculoso, y puedo jurar que tiene más defectos que virtudes. ¿Virtudes él? Lo dudo mucho.

Levanté la mirada con seguridad, necesitaba demostrar que no tenía miedo aunque la verdad es que me estoy haciendo en los pantalones. Parker no causa nada más que miedo y terror en mí. Verlo me remueve todo lo que me hizo, todo lo que pasé, como me arruinó mi vida, y lo peor de todo es que volvió para mortificarme una vez más.

—Aquí estoy, aquí me tienes Parker. ¿Qué es lo que realmente quieres?—Murmuré frustrada y con la respiración demasiada tensa.

—Te quiero a ti. ¿Es qué todavía no lo llegas a entender?—Respondió con voz desesperada.

No, no lo llego a entender porque no me interesa. Observé la playa, las olas chocaban contra la orilla y la brisa se encargaba del lugar. Me mordí el labio y tomé valor para volver a hablar y mirarlo a la cara.

—Sinceramente no sé que es lo que quieres de mí Parker. ¿Es qué no te cansas de hacerme daño?—Le escupí las palabras con temor y rabia a la vez.

El se estrujó la cara como si estuviera desesperado, sus ojos estaban llorosos y sus manos temblaban.

—Yo me enamoré de ti desde el primer día en que te vi.—Me confesó con dolor evidente.

Lo que me faltaba, que empezara a mentir.

—Eso no es verdad, tú simplemente no puedes estar enamorado de mí. ¡Estás loco! ¿Cómo diablos quieres que te crea semejante mentira? Me marcaste la vida, me jodiste de la peor manera ¿Y tú ahora me vienes con qué estás enamorado de mí?—Grité llena de impotencia y dolor.

Los ojos de Parker estaban nublados, no puede ser que vaya a llorar, no lo creería ni siquiera viéndolo con mis propios ojos.

—Aunque no lo creas, así es pequeña.—Su voz se escuchaba débil.—Yo me enamoré de ti Debby, locamente, como un niño, pero tú no me mirabas, tú no me prestabas atención y yo cada día me desesperaba al no tenerte, y...—Lo interrumpí.

—¿Y me violaste no? ¡Que gran manera de acercarte a mi Parker! ¡Eres una basura! ¡Eres una jodida basura!

—Lo sé, pero estaba desesperado, yo te amo Debby, debes entenderlo, tú eres mía, yo fui tu primer hombre, yo te hice mujer, y eso no lo puedes olvidar por más que quieras hacerlo.

—Perdóname, perdóname por favor. Quédate conmigo, yo te necesito Debby. No sabes lo que he pasado sin ti todos estos años. Te he buscado por todos lados y ahora que te encuentro no pienso irme sin ti.

—Yo no voy a irme a ningún lado contigo, Parker. ¡Entiéndelo!

—¿Es por ese tal Justin verdad? ¡Es por ese imbécil que supuestamente es tu novio!

—Justin no tiene nada que ver en esto, debes saber de primera que no iría contigo ni a la esquina. ¿Estás bien de la cabeza Parker? Tú fuiste mi violador, y quieres que me vaya contigo a no sé donde, me das risa. Has perdido completamente la cabeza.

Ámame Sin Importar Qué #2Where stories live. Discover now