Capítulo 04.|Se acabó

7.2K 479 25
                                    

El campus de la universidad por lo regular es bastante fresco, pero el día de hoy sentía como el calor se desprendía por todo mi cuerpo. Estaba alterada y se podía notar mientras hablaba por celular con mi padre. Caminaba de un lado a otro mientras lo escuchaba por el otro lado de la línea. Estoy demasiado enojada con que se tome esto demasiado enserio, que quiera ayudar a mi tía no es el problema, pero que quiera venir a cada segundo a Nueva York sólo para saber como está ya es demasiado.

—Papá, tienes demasiado trabajo en Arizona, no puedes estar saliendo demasiado de la ciudad, eres polícia, viajar no es lo tuyo.—Le dije apretando la mandíbula, estoy sumamente furiosa, la verdad es que no sé que voy a hacer con esto que está pasando entre mi padre y mi adorada tía.

Lo escuché suspirar con frustración una vez más.

—Amor mío, sólo quiero ayudar a Claudia, nada más.—Se detuvo.—Ella necesita mucha ayuda en estos momentos, y nosotros somos sus amigos Debby, no seas así.

Alcé los ojos al cielo tomando una larga respiración. Es que no es que sea cruel, ya lo he dicho, es que no quiero que entre esos dos ocurra nada, sería demasiado incómodo, y más ahora que Jessica y yo ya no somos amigas, sería aterrador tener que compatir a mi padre con la madre de mi ex mejor amiga.

—Papá, lo único que te pido es que no éstes abandonando tu trabajo cada vez que Claudia necesita de ti, sólo eres su amigo, nada más. ¿O me equivoco?—Le pregunté esperando que su respuesta sea un "Por supuesto que no cariño."

—No, no te equivocas Debby, Claudia y yo somos los mismos amigos de siempre y lo sabes.—Suspiró.—El lunes es el juicio contra Anton Landers, y Ricardo viajará el domingo a Nueva York, quiero que lo recibas y que le comuniques a Justin, él también ayudará.

Me muerdo la boca.

—Papá, Justin y yo ya no estamos juntos, sería incómodo hablarle.

—Nena, lo sé, pero haz el intento, sólo eso por tu tía.

Por mi tía, todo por la madre de Jessica por la cual mi padre se está tomando demasiado enserio todo lo relacionado con ella. Intento no discutir y simplemente le digo que sí y cierro la llamada. Caminé hacia los corredores a mi casillero para cambiar de libros. Mientras buscaba los que iba a necesitar sentí una mano tomar mi brazo y llevarme arrastras por el pasillo.Me halaba fuerte del brazo y no podía liberarme por más que quisiera. Entró al salón de matemáticas y me soltó con enojo evidente.

Lo miro enojada.

—¿Qué te pasa, Justin?—Pregunté confundida y enojada por la forma en que me llevó por el pasillo.

Se pasó las manos por el cabello desesperado, ya le conozco sus costumbres, cuando está desesperado hace eso. Lo miro y veo lo guapo que está. No puede ser que siga encontrándolo guapo cuando me encuentro enojada con él en estos momentos. Su cabello está alborotado por la forma en la que se lo despeina con su mano al estar desesperado. Se planta frente a mí y pone sus manos en ambos lados de su cadera.

—Dime la verdad Debs. ¡Dímela de una buena vez!—Habló con voz fúrica y con los ojos inyectados de rabia.

Lo miro con el ceño fruncido. ¿De qué me está hablando?

—¿De qué verdad me estás hablando?—Le pregunto totalmente confusa.

Sus pupilas se agrandan y veo cómo el color miel de sus ojos brilla hoy con más intensidad que nunca.

—¿Estás saliendo con Cameron?—Soltó como una bomba.

¿Qué carajos? Lo último que me faltaba, chismes de mala propaganda. Negué con la cabeza mirándolo sin expresión alguna.

Ámame Sin Importar Qué #2Where stories live. Discover now