Capítulo 5: "Nuevos amigos"

4.5K 445 322
                                    

Antes de dirigirme a la facultad asignada por Sasha para encontrarme con todos, fui a la cafetería que estaba cerca de mi conjunto residencial a comer una croissant y un café para apaciguar el hambre que había aguantado todo este tiempo, se supone que a esta hora ya debería de estar almorzando, pero hice caso omiso a esto, todo esto era mientras esperaba que pasara el tiempo ya que no tenía nada más que hacer, había dejado para más tarde desempacar mis cosas ya que no me gustaba empezar algo sin terminar rápidamente, además de que hacerlo me tomaría bastantes horas cuando solo tenía una hora para llegar al lugar.

Mientras comía, no pude evitar cruzar las piernas debido a aquella placentera experiencia en la ducha, todavía sentía mariposas en el estómago, y ahora que estaba mejor gracias al alimento, volví a sentir la necesidad de tocarme, pero no lo hice, debía parar, a este paso la masturbación sería una adicción para mí y no quería que nada de eso llegara a pasar. Afortunadamente al salir ya arreglada, nadie se encontraba allí, habría sido demasiado bochornoso que alguien hubiese escuchado mis gemidos, incluso por eso mismo comencé a sentirme mal por haber presenciado la intimidad de dos personas que nada tienen que ver conmigo, ¿ellos qué pensarían si se hubieran dado cuenta de mi presencia? Si es que no se han dado cuenta, porque al irme de aquel lugar fui demasiado obvia, salí corriendo sin pensar en el ruido que pudiera emitir.

Me quedé por un largo tiempo en mis pensamientos, tanto así que comía inconscientemente y había perdido la completa noción del tiempo. Miré la hora, faltaban diez minutos para las dos de la tarde, la facultad de derecho y la de administración estaban considerablemente lejos de la  de arte, por lo cual debía apurarme. Mierda. Me atraganté con el resto de comida que me quedaba y me tomé el café que ya se encontraba frío pero que, por estar tan concentrada en otra cosa, no lo noté sino hasta regresar a la realidad. Sentí cómo mi garganta se llenaba de comida hasta el punto de que esta no cedía más, la presión del café obligando al alimento bajar, hizo que mi cuerpo reaccionara involuntariamente provocándome hipo. Tenía que tranquilizarme. Me paré en seco y respiré profundamente, poco a poco estos se fueron mermando, hasta el punto en que ya no emitía ningún ruido ni sentía presión en el tórax.

Me estiré, arreglé con mis dedos mi cabello, pasé mis manos por mi ropa por si se hubiera arrugado, me amarré más fuerte los cordones de los converse y con mi lengua traté de zafar cada resto de comida que quedara en mis dientes, una vez que me sentía mínimamente presentable para mis amigos y nuevas personas, me encaminé a ir a verlos. Sinceramente tenía nervios, mi experiencia con Ymir fue extraña, una combinación entre buena y mala, no quería tener ningún inconveniente ni con el compañero de cuarto de Connie ni con el nuevo interés de Sasha.

Mi ansiedad social se intensificaba con cada paso que daba, me sentía estúpida, es decir, ¿cómo esperaba tener un encuentro casual con alguien si ni siquiera me sentía cómoda con presentarme ante otras personas? Quería ser social, segura de mí misma, de mi vida sexual, pero a la hora de la verdad era alguien totalmente lo contrario, tímida, asocial, insegura de mí tanto como persona como físicamente y de paso con nula vida sexual y romántica. Solo llegué a tener dos novios en toda mi vida, pero ni siquiera los cuento porque el primero fue durante el kínder y al día me terminó, mientras que el segundo fue antes de comenzar la preparatoria y lo máximo que llegamos a hacer fue que me manoseara las tetas, no sentí nada, él solo tocaba mis pechos como si se tratara de pelotas estrujables, no fue una experiencia para nada agradable, en parte por eso el resto de mi vida escolar la viví sin mayor necesidad de hacer algo con alguien de cualquier índole, no tenía expectativa alguna por los hombres, pero todo esto cambió al presenciar un hombre que de verdad se fijaba en el placer femenino.

Pensando en el pasado, el trayecto fue más ameno y menos aburrido, la peor parte de caminar era hacerlo estando solo. Cuando por fin me estaba acercando al lugar indicado, pude ver a lo lejos a Connie y Sasha sentados en una de las mesas de la cafetería hablando con dos chicos. Nuevamente miré la hora, solo me había pasado cinco minutos de más de la hora acordaba. Mientras más me acercaba a ellos, más lograba apreciar lo que estaban haciendo, se notaba que la pasaban bien, de vez en cuando reían, detallé muy por encima a los otros dos muchachos que acompañaban a mis amigos, eran bastante atractivos y altos, con el cabello castaño tirando a rubio. Ya veía por qué Sasha se fijó en uno de ellos. Me adentré a la cafetería y los saludé.

No lo mires a él. (Levi x Lectora x Eren)Where stories live. Discover now