Capítulo 25: "Lío"

4K 421 428
                                    

Me desperté abruptamente, recordando inmediatamente lo de ayer. Quería evitar tener una conversación con Ymir sobre lo sucedido con Eren. Miré la habitación de un lado a otro, la cual ya no era completamente oscura, la luz del día que provenía de afuera era proyectaba desde los bordes de la puerta, dejando reconocer los objetos a mi alrededor. Volteé mi cabeza hacia la derecha, Ymir estaba completamente dormida, tanto que de vez en cuando emitía ronquidos leves, afortunadamente. Moví mi cuerpo poco a poco hacia atrás, tratando de agarrar mi celular para mirar la hora. Una vez que lo alcancé, prendí la pantalla. El fuerte brillo de la pantalla sofocó mis ojos que seguían desacostumbrados a recibir tanta fuente de luz, y antes de mirar la hora, rápidamente cambié el brillo a lo más mínimo. Eran las siete de la madrugada. Debía aprovechar que justo los jueves Ymir y yo no recibimos la misma clase a las ocho de la madrugada, por lo que me ahorraría tener algún tipo de charla con ella en lo que quedara del día.

Me levanté lentamente de la cama, saqué mis cosas, en todo momento teniendo sumo cuidado, mirando a cada rato que Ymir no se despertara.

Guardé todo en mi mochila, incluso me coloqué de una vez la ropa que usaría el día de hoy para luego no tener que entrar a dejar las otras prendas. Tenía que evitar cualquier tipo de contacto con ella. Me dirigí a las duchas y allí me quité la ropa para luego colocármela nuevamente una vez me aseara bien.

[...]

Entré al salón de clases nerviosa. Eso era lo que Levi Ackerman siempre me provocaba cada que empezaba alguna de sus clases. No podía evitar la sensación de sentirme sofocada por él.

Me dirigí al asiento más lejano que pudiera encontrar y me senté allí. Al poco momento de haberlo hecho, Eren apareció por el marco de la puerta. Se veía despreocupado como siempre, usando un buzo y una pantaloneta, al parecer solo se arreglaba cuando habían fiestas y eventos importantes.

El joven entró e inspeccionó uno por uno a cada persona del alumnado que se encontraba presente, quienes eran relativamente pocos. Era algo temprano, los salones se llenaban a tope justo cinco minutos antes de que empezara la clase. Eren me encontró y me dedicó una pequeña mirada y rápidamente la desvió, fue a sentarse en unos de los pupitres que se encontraban en el medio. El asiento detrás de él se encontraba vacío.

Tenía que ir a preguntarle qué pasó ayer y por qué cometió la imprudencia de comentarle aquel suceso a mi compañera de cuarto, algo tan íntimo que nadie a parte de los dos debía de saber. Miré la hora en mi celular, faltaban unos siete minutos para que comenzara la clase y aun así el aula ya se estaba llenando. Debía ir a sentarme allí antes de que alguien ocupara el lugar. Dudé varias veces, no estaba segura de si ir nuevamente a confrontarlo, supuse que él como yo ya debía de estar cansado de tantos percances. Acumulé valentía, y sin darle más vueltas al asunto, agarré mis cosas y me dirigí al pupitre detrás de él, me moví a paso acelerado debido a las personas que entraban. Me senté para nada silenciosa, tirando mi bolso al piso imprudentemente. Eren escuchó el ruido que hice y se volteó a mirarme. Me miró atónito, y sin dejar de fijarse en mí, desplazó todo su cuerpo hacia el lado para no cansar su cuello para hablarme, se esperaba una larga conversación, al igual que yo.

—¿Qué haces aquí? —se dignó a hablar.

—A recibir la clase, ¿a qué más? —traté de no ser tan obvia.

—Pues sí, pero estabas por allá —señaló el lugar, el cual estaba más atrás y centralizado.

—¿Y cómo sabes? ¿Acaso te gusta mirarme? —pregunté con algo de rabia en mi voz.

Eren rio.

—Vaya, no creí que alguien tan inocente e influenciable como tú cambiara tan de repente tomando una aptitud rebelde —paró de hablar—. Y por cierto, sí, no puedo evitar no mirarte siempre —dijo seductor mientras me daba un rápido vistazo por todo mi torso.

No lo mires a él. (Levi x Lectora x Eren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora