Capítulo 22: "Orgullo"

4.1K 430 456
                                    

Levi Ackerman.

Erwin y Mike seguían sosteniéndome con una chaqueta en la cabeza a pesar de que nos encontrábamos a fuera del local, decidieron caminar hasta la parte trasera del negocio para evitar miradas de las personas que quisieran seguir sabiendo qué estaba ocurriendo.

Tenía bastante rabia, quería seguir golpeando y pateando a ese hijo de puta, era lo menos que se merecía una escoria como él. Si no se murió, lo único que esperaba era que terminara en coma o con mil yesos después de que le pegué tantas veces en el estómago, sus partes bajas y extremidades, hasta podía jurar que escuché sus huesos rompiéndose entre tanta bulla.

—¡Ya, bájenme maldita sea! —los dos me dejaron por fin en el suelo y rápidamente me sacudí abruptamente, zafándome del agarre de ambos.

—¿Qué te ocurre, Levi? ¡Sabes que te pueden correr del trabajo si se enteran del mierdero que hiciste allá dentro! —me gritó Erwin.

—Pues que lo hagan, me importa una reverenda mierda lo que hagan —dije enojado.

—Ay, Levi, nuestro terco amigo —se acercó Hange poniéndome su brazo alrededor de mis hombros, me quité inmediatamente para evitar sus tactos que nadie pide—, ¿donde te echen qué? Te quedarás sin trabajo y tu tío Kenny te obligará encangarte de la empresa, y eso es justo lo que menos quieres hacer en la vida.

—Tú no sabes qué es lo que quiero o no.

—¿Ah, no? ¿Entonces por qué golpeaste a ese hombre?

—No voy a decirte ni mierda —dije, dispuesto a irme de esta estúpida interrogación sin sentido.

Caminé directo a la salida del callejón, pero antes de poder hacerlo, Erwin y Mike me impedían el paso.

—¿Qué les pasa? ¡Déjenme ir! —grité.

—No.

—Claro, se hacen los valientes, si no estuvieran ustedes dos, los haría mierda individualmente.

—Es verdad, pero estamos los dos, así que te aguantas —dijo Erwin, autoritario como siempre.

Me quedé callado, dispuesto a escucharlos hablar para que me dejaran ir de una vez por todas.

—Somos tus amigos, deberías confiar en nosotros —dijo Nanaba—, desde aquel suceso hace cuatro años, eres más cerrado y frío que antes...

Todo menos eso, no quería que me recordaran absolutamente nada de lo sucedido hace tanto tiempo. Fruncí las cejas bastante furioso.

—No tienes derecho a hablar de eso —la miré agresivo.

—Por favor, Levi —dijo Erwin nuevamente—, déjanos ayudarte, por lo menos dinos qué fue lo que pasó, así podremos ayudarte en caso de que te echen.

Chasqueé la lengua, no dije absolutamente ni una sola palabra.

—Está bien, yo misma le diré a los directivos lo que hiciste —dijo Hange.

—¡Maldita cuatro ojos! —me abalancé a agarrarla de su camiseta, rápidamente Mike y Erwin me hicieron soltarla.

—Entonces habla de una buena vez, hacemos esto por ti y porque te conocemos, lo último que harías sería admitir las cosas.

No lo mires a él. (Levi x Lectora x Eren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora