LA JEFA || © Jenlisa

Capítulo 14

—Tuvo un ataque al corazón— la voz de papá temblaba, encontrando muy difícil pronunciar las palabras—Ella ... ella murió.

Mi corazón cayó al estómago y me quedé paralizada un rato, la información procesándose lentamente en mi mente. No pude reaccionar de inmediato. Mi padre me devolvió la mirada, con una expresión de tristeza y confusión en su rostro. Mientras miraba, mi mente se llenó de todo lo que tenía que ver con mi madre; imágenes de ella, recuerdos, conversaciones, todas las veces que hemos discutido, yo saliendo del armario.

Cuando dejé de mirar, fue cuando las compuertas de mis ojos se abrieron y salieron las lágrimas. Corrieron por mi cara en el espacio de una fracción de segundo. Rápidamente coloqué mis manos sobre mi cara, no quería que mi papá me viera llorar.

Podía escuchar a mi papá a punto de moverse hacia mí, pero me alejé y me paré. Negué con la cabeza mientras extendía mi mano, las lágrimas aún corrían por mi rostro.

—Voy a salir. No quiero estar aquí—Dije con voz temblorosa, antes de salir rápidamente de mi casa.

Eso fue lo peor que le podría haber hecho a mi papá en este momento, en esta situación, pero nunca me gustó estar con mi familia cuando pasa algo malo.

Las lágrimas continuaron cayendo por mi rostro mientras comencé a correr. Al principio, no sabía hacia dónde correr, solo quería correr. En cualquier sitio.

Corrí un buen rato y luego caminé para refrescarme. Caminé por otro largo rato, luego seguí corriendo. Las lágrimas aún corrían por mis mejillas, pero se habían detenido de vez en cuando.

Estaba atrapado en mis pensamientos mientras caminaba y corría, el rostro de mi madre no dejaba mi mente. No sabía qué pensar o hacer.

Finalmente llegué a donde quería estar y toqué el timbre, luego llamé a la puerta para indicar que era urgente.

La puerta se abrió rápidamente y allí estaba ella, con una mirada molesta en su rostro, pero la expresión se convirtió en un ceño confuso y preocupado.

—¿Lisa?—Ella comenzó—¿Qué pasa?

Las lágrimas seguían llenando mis ojos y caían por mis mejillas, mi cerebro era incapaz de formar palabras.

Respiré hondo y miré a Jennie, con lágrimas en mi rostro.

—No sabía a dónde ir—comencé, mi voz temblaba mientras ella continuaba frunciendo el ceño—Mi mamá ... mi mamá murió.

El rostro de Jennie se suavizó en una expresión de culpa, su boca se abrió ligeramente en estado de shock. Ella se congeló por unos segundos, obviamente sin saber qué hacer.

—Entra aquí— Ordenó, abriendo la puerta un poco más para dejarme entrar. Entré a su casa, lloriqueando y secándome las lágrimas, antes de sentir que me tiraba en un abrazo. No tenía sentido para mí secarme las lágrimas, ya que cuando Jennie me abrazó, las lágrimas cayeron aún más rápido.

Me abrazó con fuerza, una mano en la parte de atrás de mi cuello, acariciándolo con el pulgar, mientras su otro brazo me envolvía con fuerza.

—Lo siento mucho—Susurró suavemente, su mano comenzando a frotar mi espalda.

Nos abrazamos por un largo rato, hasta que finalmente me aparté. Ella me dio una sonrisa suave y tomó mi mano, antes de llevarme a su
sala de estar.

—Siéntate, volveré en un minuto—Ofreció Jennie, antes de alejarse. Me senté en su sofá y suspiré, sintiendo las lágrimas secarse en mis mejillas.

Regresó poco después con un pañuelo en una mano y un vaso de agua en la otra. Se sentó a mi lado y me dio el pañuelo, antes de colocar el vaso de agua sobre la mesa. Limpié mis lágrimas y mi nariz, antes de suspirar y mirarla, las lágrimas aún brotaban de mis ojos.