Capítulo 6

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— ¿A dónde me llevas?

—Es una sorpresa.

Bufé.

— ¿Me estás secuestrando?

—No es un secuestro si saliste por cuenta propia de  tu casa.

Lo volteé a verlo y entrecerré mis ojos.

— ¡Me sacaste de mi habitación a empujones Zed! —Exclamé.

—Estabas de floja y no querías levantarte de la cama.

— ¡Estaba haciendo algo productivo! —Me defendí.

—Estabas tirada en la cama, Nataly Alexa. ¿Eso es hacer algo productivo?

Abrí mi boca en una "o" y lo miré ofendida.

—Estaba guardando energías.

—Guardar energías...

— ¡Cállate y conduce! —Espeté molesta.

Les resumo: estaba acostada en mi cama luego de haber leído un correo que me llegó de la universidad, me acosté para analizarlo y tomar una decisión cuando mi novio entró a mi habitación, jaló de mi brazo y a empujones me sacó de la habitación.

Ni siquiera me dio tiempo de cambiarme de ropa.

¡Oh por Dios!

Bajé mi cabeza para confirmar mis sospechas, cerré los ojos y gruñí en voz baja.

Maldito, Zed.

Inhalé para tranquilizarme y precedí a golpear el brazo de mi novio.

— ¡Y ahora qué hice! —Gruñó.

—No me dejaste cambiarme de ropa, ¡Zed estoy en pantuflas!

El muy idiota bajó su mirada a mis pies y se rió al ver mis pantuflas de cerdito que calzaban mis pies.

— ¿Pantuflas de cerdito, Nataly? Tienes veintiún años y usas pantuflas de niña.

Si ven que fui arrestada por homicidio, no dejen que Noah entre a mi habitación.

Ok, sólo bromeo.

—Mi padre me las regaló en Navidad.

—Revisa atrás, le dije a Chloe que preparara una mochila en caso de que necesitaras cambio de ropa.

¿Por qué necesitaría un cambio de ropa?

¿Por qué mi hermana estaba involucrada en esto?

—Tu y mi hermana conspirando a mis espaldas, ten mucho cuidado eh.

Zed negó con la cabeza mientras reía.

Me giré hacia atrás en busca de la dichosa mochila y en efecto, habían unas zapatillas tenis en ella.

Luego de cuarenta minutos de viaje —y cambiar mi calzado por uno decente—, Zed estacionó el auto.

— ¿Una feria?

Mi novio bajó del auto y lo rodeó para abrirme la puerta.

—Hace mucho no veníamos a una, y me pareció buena idea traer a mi hermosa novia.

Tomé su mano para bajar del auto y al cerrar la puerta me atrajo hacia él estrechándome en sus brazos mientas escondía mi cabeza en el hueco de su cuello.

» Además tu padre no me dejó llevarte más allá de donde los límites me lo permiten.

Podré tener cincuenta años pero James Anderson no dejará de cuidar a sus bebés.

Una Nueva Aventura [Bilogía Nueva Vida #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora