Una Nueva Aventura [Bilogía Nueva Vida #2]

Capítulo 21

—No le des tantas vueltas, Nat —levanté mi vista de la pila de papeles que leía y miré a Rachel.

Hoy era miércoles, y los miércoles Rachel suele tener día libre en la cafetería, así que después de clases se vino conmigo a la editorial y me ha acompañado toda la tarde, al señor Ledford no pareció importarle.

—No tienes porqué aprobar todos los manuscritos que lees —señaló.

Yo suspiré un poco frustrada.

—Pero me gusta pensar que se puede sacar el mejor potencial del autor.

—Los zapatos no entran ni a la fuerza —citó un dicho que había escuchado en una película, yo rodé los ojos.

—Nataly...

Bufé.

Tenía razón, no tenía porqué aprobar cada manuscrito que leía, pero todos los que había leído hasta el momento, habían sido muy buenos, tanto así que cuando salgan al mundo, los compraría.

Pero de la misma forma, habían manuscritos que por más que les buscaba el modo de corregirlos para que fueran decentes, no la había.

No sería el primer manuscrito que negaba, pero este en especial no podía desecharlo como la basura.

Si solo tal vez hablara con uno de los editores...

La puerta de mi oficina sonó.

—Adelante.

— ¿Tú eres Nataly? —Un chico pelinegro vestido con camisa, pantalón y zapatos formales, se adentró en mi oficina.

—Sí —afirmé.

—Soy Nick, trabajo en el equipo de editores, el señor Ledford quiere verte en la sala de juntas.

—Voy en seguida —el chico asintió y retrocedió para salir de la oficina.

Y entonces se me ocurrió...

—Nick —lo llamé antes de que cerrara la puerta.

— ¿Si?

—Dijiste que trabajas en Ediciones, ¿verdad? —Él asintió confundido —. ¿Puedo pedirte un favor?

—Por supuesto —asintió.

Me levanté de la silla y cogí el manuscrito, caminé hasta quedar frente a él,  tuve que elevar mi cabeza para verle a los ojos.

Era muy alto.

— ¿Podrías leer este manuscrito y luego me dices si se puede salvar en Edición?

Él chico frunció el ceño.

— ¿Vincent sabe de esto?

Oh, era de los que hace las cosas según el orden.

Me agrada.

—No, pero se lo diré en cuanto lo vea.

El chico me miró desconfiado.

—Está bien, te pasaré el reporte luego —sonreí satisfecha y le entregué el manuscrito.

Se despidió con un asentimiento de cabeza y se fue.

Observé a Rachel y ésta negaba con la cabeza mientras sonreía.

—No te das por vencida fácilmente, ¿verdad?

—Nop —mi sonrisa se extendió más —. ¿Me esperas aquí? No creo tardar mucho.

—Ve tranquila, iré por un café y te espero aquí.

Asentí y luego salí de mi oficina hacia la sala de juntas.