Una Nueva Aventura [Bilogía Nueva Vida #2]

Capítulo 3

Estimada señorita Anderson.

Tengo el honor de anunciarle que su solicitud de transferencia universitaria ha sido revisada y aprobada exitosamente.

Por lo tanto, tengo la dicha de comunicarle que el próximo semestre usted estará cursándolo en la sede de la Universidad de Nueva York.

Esperamos tenerla en nuestras instalaciones en Orlando para hablar los últimos detalle y preparar su transferencia lo antes posible.

La espero en mi oficina el diez de septiembre a primera hora.

Deseándole un feliz verano me despido de usted.

Rector Revees de la Universidad de Orlando, Florida.

¡Lo logré!

— ¡Síííí! —chillé mientras daba saltitos de felicidad.

No lo podía creer.

¡Lo logré!

¡Me iré a Nueva York!

¡Viviré con mi mejor amiga y mi hermana!

—Sólo espero que Samuel no sea igual de energético que tú — Sophy entró a mi habitación interrumpiendo mi "baile feliz".

Abrí los ojos a tope y creo que mi rostro palideció.

— ¿Qué te sucede? Parece como si hubieras visto un fantasma, Naty.

Mi prima se sentó sobre mi cama y dejó al pequeño Sam sobre ésta. El pequeño rubio al verme estiró sus bracitos hacia mí para que lo cargara.

Claramente no me podía resistir ante tan hermosa bolita.

Mi prima Sophy, había quedado embarazada hace un año. Mi tío Tony casi que fallece cuando su hija mayor le dio la noticia que sería abuelo. Toda la familia Jensen se había alegrado al ver que el primer nieto Jensen de la nueva generación venía en camino. La abuela Sarah bromeaba diciendo que aún era joven para ser bisabuela, pero nadie negaba que la llegada de bebé Sam había traído más vida y alegría a la familia.

El padre de bebé Sam y Sophy no vivían juntos, porque Sophy se enteró de la llegada  de su hijo cuando ella y el sujeto ya habían terminado, sin embargo el sujeto tomó la sabia decisión de hacerse cargo de su hijo, pero habían llegado a un acuerdo de que mi sobrino llevaría el apellido Jensen y no el de él. No me pregunten por qué, Sophy no quiso entrar en detalles.

Tomé al pequeño rubio en mis brazos y besé su regordeta mejilla y éste soltó su adorable risa de bebé.

— ¿Me dirás qué te tiene bailando como loca maniática? Porque no creo que sea Zed, si fuera él tuvieras cara de idiota enamorada, y bueno esa la tienes todos los días.

Le dirigí una mirada  poco amistosa a mi prima mayor.

—No seas tonta —rodé los ojos—. Esto es el motivo de mi baile feliz —levanté la carta que tenía en la mano.

Sophy abrió en grande los ojos y tapó su boca  con sus manos.

— ¡Oh por Dios Nataly! No me digas que tu y Zed... ¿Sabes que el tío James enloquecerá cuando se lo digas?