The legend of zelda Breath Of The Wild Link y tu (Terminado)

cap 36 parte del final 1

El piso comenzó a retumbar con furia. Link y yo nos dimos una última mirada pues este era el momento de distanciarnos.

Cada uno cumpliría con su deber con valor y determinación.

Link salió corriendo en busca de Zelda y yo sin más fui a la sala de caballero para prepararme para la guerra.

Al llegar pude notar que era evidente que llamase la atención de todos los caballeros del lugar. Un silencio producido por la intriga se hizo presente.

Lakanus con un porte íntegro me extendió una espada. Apreté mi mandíbula y la tomé con decisión, un caballero se me acercó con una armadura plateada reluciente linda y reluciente.

-No se preocupe sacerdotisa, esta armadura le quedará a la perfección- le agradesi asintiendo con la cabeza.
Al momento un caballero tomo la armadura y prosiguió a ponermela.

-Puede parecerle difícil el colocarcela. Espero no tome este acto como uno de osadía hacia su persona-

-Para nada, le agradezco mucho su ayuda-

Al instante todos los caballeros me ayudaron a prepararme. Mire con duda a cada uno y pude ver un rostro determinado, sin duda esta gente daría su vida sin si quiera temerlo. Un ambiente de solevnidad se podía sentir en el ambiente, por un momento pude sentir valentía en mi alma. Podía sentir que era fuerte al lado de esta gente.

-La lucha está por comenzar- informo Lakanus -divicion del norte a sus puestos. Sur y este manténgan su posición sin importar que, divicion del este manténgan a salvo a la ciudadanía, divicion del oeste son los refuerzos en campo de batalla para la primera línea.- en eso el hombre se giro a mi -Sacerdotisa de los mundos, actúe a su parecer y entregue su alma y cuerpo-

Con un hilo de voz hablé -así será- todos salieron con la cabeza bien levantada y con una fuerza estremecedora. Salí Junto a Lakanus pues el era el líder de primera línea. Mis manos temblaban, mi cuerpo se sentía como gelatina mientras más avanzábamos a la salida. Mantenía la espada bien agarrada, el escudo que mantenía en mis espaldas me lo coloque en mi otra mano lista para la pelea. Mis sentidos estaban al máximo, cada olor, sonido, movimiento, cada roce de mi armadura en mi cuerpo. Tenía un estrés evidente a cualquiera.

Al salir al patio principal pude notar que la tarde era presenté, en eso, el piso hizo un retumbar espeluznante. Todos los soldados tratamos de mantenernos en pié. Una vez terminó el temblor miasma salió del piso y fue así como comenzó la gran pelea.

Todos los soldados fueron a tomar sus puestos de avanzada. Mire a Lakanus y el diríjia a la primera guardia. Unos iban al castillo y otros salían a la ciudadela. Me sentía perdida, ¿A dónde debía de ir exactamente? Lakanus al verme solo atino a decir -no te separes de mi- corrió rumbo a unos moblins que estaban entrando por la gran puerta. Eran enormes, tal vez median unos dos metros o más. Corrí hacia Lakanus para apoyarlo. Mi cerebro se bloqueó por alguna razón, solo movía mi espada a cómo veía que lo hacían los demás y a cómo lo aprendido con Impa. No podía pensar en nada. Todo era muy rápido. Unos caían y otros se mantenía en pié. Había aún civiles tratando de salir del caos, pero ahora no había lugar seguro en Hyrule. Un rayo azul se disparó contra un grupo de caballeros. Todos los presentes abrimos los ojos como nunca antes por la impresión.

Un guardián poseído por la malicia de Ganon estaba atacando a los soldados y civiles, así abriendo paso a los monstruos. Algunos capitanes de tropa se lanzaron al ataque contra la bestia de metal. Con valor corrí a ayudarlos, golpeavamos y esquivamos a duras penas sus patas mecánicas.

Las espadas parecían de juguete ante tal ser. Por un momento me distraje al ver cómo un guardián estaba apunto de disparar su rayo a unos civiles. Un fuerte golpe me hizo salir volando unos cuantos metros. La bestia metálica contra la que estaba peleando me había golpeado. Los gritos de mis camaradas se escuchaban. Por unos momentos pude notar el aroma al acero y la carne quemada.