Capitulo 20

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Al día siguiente sentí lo que hace mucho no sentía, el desear no haberme levantado. Me pareció una sensación muy rara puesto que hace mucho no la sentía en mi.

Me vestí con las ropas que me había dado la madre de Link y decidí no hacer nada en todo el día de hoy. Camine por los pasillos gigantes del palacio esperando encontrar esas ganas que había perdido.

- ____- me habló alguien en susurró. Mire hacia todos lados hasta que me tomé con una sonrisa juguetona.

- Zelda! - mencioné gritando, a lo cual ella reacción con un chiteo.

- No grites que nos van a encontrar- menciono aún susurrando.

- ¿Quien nos va a encontrar? - ahora murmuré.

- Nuestras escoltas, hay que escaparnos de ellos solo por hoy-

- me parece una mala idea, pero es atractiva. - le sonreí cómplice.

Las dos nos fuimos a hurtadillas hacia un almacén que al parecer nadie habría. Entramos y serranos la puerta lo más lento y cuidadosamente posible.

- Parece sucio - mencioné asqueada y recordando mis alergias al polvo.

- Tienes razón, eso lo hace perfecto. Nadie pensara en buscarnos aquí -
Me sonríe sentándose en un costal.

- Eso no te lo discutiré - imite su acto.
Con curiosidad asomándose decidí preguntarle - ¿Porque te querías escapar de Link?-

- No lo tolero, es muy irritante que esté pegado a mi y no me deje hacer nada por mi cuenta. Siempre se preocupa por vigilar lo que hago -
Menciono frustrada y con un sonrojo de irá.

- En realidad creo que lo hace para protegerte, eso es lindo. -

- No lo hace por gusto, lo hace porque es su deber - murmura como si solo lo hubiera dicho para ella.

- Tal vez tenga razón, pero todos aquí cumplimos con un deber. - Zelda me mira indiferente a lo que yo prosigo

- Tal vez no lo toleres... Pero deberías conocerlo más, a él también hay cosas que lo preocupan - mire al pozo recordando la plática que había tenido por última vez con el.

- ____, a ti te gusta el caballero Link ¿No es así? - un sonrojo inminente apareció en mi rostro, ese punto era algo que no había analizado anteriormente.

- No es algo que yo haya pensado, a decir verdad no tengo mucho tiempo si quiera para preocuparme por mí.-

- Entiendo, trataré de conocerlo pero no sé si pueda hacerlo. -

- Solo has que te sea más fácil. - la mire con una sonrisa maternal.

- Y que hay de tu guardia- menciono abruptamente.

- Bueno el caballero Lakanus y yo no hablamos. Los dos sabemos nuestro rol así que solo nos dirigimos la palabra para lo que sea necesario.-

- Eso se escucha deprimente - comento divertida.

- Bueno si - rey con un leve sonrojo

El día había pasado rápido y cada vez nos quedábamos menos sin luz. Decidimos salir sigilosamente pero un sonrojo completo se nos apoderó de nuestros rostros al abrir la puerta.
Lakanus y Link se encontraban afuera del almacén. Los caballeros al notar nuestra salida se giraron a nosotras y se arrodillaron en señal de respetó.

Zelda y yo nos volteamos a ver aún sonrojadas por la pena de ser descubiertas en nuestra misión infraganti.

Mire más a detalle a Zelda y pude notar motas de polvo en su cara, comencé a reír este momento tan embarazoso. Al parecer mi risa era contagiosa a lo cual Zelda comenzó a reír conmigo. Por impulso mire a Link y sus ojos azules chocaron con los míos. Una corriente paso a todo mi cuerpo como si hubiera hecho un click en concreto. El sonrojo que podría ahora era de un vuelco de corazón, mezclado de nerviosismo y algo más que aún mi inesperiencia no me permitía comprender.

Un fuerte carraspeo rompió el círculo generado anterior mente. Zelda y yo nos giramos hacia la persona perteneciente de aquel sonido. El Rey Roham se mostraba muy molesto, lo podía sentir. Su mirada pesada y para nada titubeante.

- Necesito que las dos vengan conmigo, hay algo de que hablar.-

Zelda y yo sin rechistar seguimos al Rey, nuestras escoltas venían detrás de nosotras. No sabía si esto me daba tranquilidad o me agobiaba más.

Al entrar a la sala del Rey menciono que todos debían de retirarse menos nosotras. Esto alarmó a Zelda y me tomo de la mano con apresuró. Podía denotar pánico en su semblante. El Rey tomo asiento en su tan dichoso tronó.

Zelda intento apresurarse a hablar pero fue callada con una mirada severa. El Rey al tener el control de la situación comentó.

- Es inaceptable lo que sucedió hoy, como es posible que en ustedes entrar la posibilidad de pasar por alto sus actividades del día de hoy y más aparte que se escondieran como si fueran viles ratas. ¿Dónde quedó su dignidad? - hizo una pausa, Zelda y yo no nos atrevimos a mencionar ni un susurro - Está fue la última vez que acepto este tipo de comportamientos en mi presencia -

- Esto es mi culpa padre, yo le pedí a la princesa ____ que no tomara la responsabilidad el día de hoy - Zelda menciono aún con la cabeza agachada.

- Y eso es lo que más me puede, mi propia hija ladeando su responsabilidad. Es una decepción siquiera pensarlo - mi impresión antes dichas palabras tan agresivas a su propia hija me causaba molestia.
- Sin embargó e tomado la decisión de que partir de hoy solo te dedicaras a rezar, ya no perderás más el tiempo en tus absurdas investigaciones -

- Pero padre!- se apresuró a decir

Con una estruendosa voz el hombre comento - no interrumpa al Rey princesa de Hyrule - Zelda con notoria decepción y dolor volvió a mirar al piso no sin antes mencionar - Como ordene su Alteza -

- Sin embargo - ahora me miró a mí
- Veo que la princesa Zelda ya le enseño lo que debía de saber, ahora se debe ir del palacio, a estas alturas lo único que hace es entorpecer la labor de mi hija -

Mi sorpresa no cabía en mi ser, inclusive en Zelda la cuál  ahora me miraba con terror y desaprobacion a su padre.

- No se aún como ayudar a la gente que me espera, ni como regresar al tiempo que me corresponde -

- Siento decirlo pero no es un tema que me incumba, como puedes notar también tenemos nuestros problemas. Mañana en la mañana abandonara el castillo. -

- Pero - el rey me detuvo a media oración.

- No es algo que esté por debatir, se pueden retirar -

Zelda sin reverencia alguna dio media vuelta y salió trinando de rabia.

- Como el último monarca de Hyrule deseé - mencioné escupiendo veneno ante dichoso hombre. Di una pequeña reverencia y salí de la sala del trono.

Pase por un lado de mi escolta y de Link. El cual me veía con cierta preocupación.

Fui directo a mi alcoba y comenzé a vestirme con la ropa que llegue, pues es lo único que tenía como mío, mire las prendas que me había dado la madre de Link y las abracé con ternura y frustración. No sabía a dónde iría o que me tenía preparado el destinó....

Continuara...

Tatatannnn aquí está el capítulazo del día jajaja espero les guste un beso y hasta mañana!

The legend of zelda Breath Of The Wild Link y tu (Terminado)Where stories live. Discover now