Capitulo 21

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Hola hola! Ando buscando a alguien que me haga una portada para esta historia! ¿Quién se anima?

En fin disfruten su capitulo.

Mis ojos se empezaban a aguantar sin permiso alguno, por más que intentaba mantener la compostura no lo lograba. Aún tenía las prendas abrazadas a mi pecho, pero un golpeteo en mi puerta me saco de mi frustrante cotización. Sin ánimo alguno me arme de valor tratando de limpiarme las lágrimas que querían salir de mis ojos y abrí la puerta.

Para mí sorpresa se encontrará los caballeros Lakanus y Link al pie de mi puerta. Los dos hicieron una reverencia ante mi, al ver mi sorpresa por su visita comento el mayor.

- Sacerdotisa queremos ayudarla de algún modo, es por ello que emos venido a su alcoba. Espero no tome molestia por este hecho.-

- No hay de que preocuparse, pero díganme ¿en qué me quieren ayudar?-

- Queremos ofrecer nuestra pequeña vivienda, no podemos permitir que se quede sin un lugar seguro. - comento ahora el menor.

- Podrían meterse en problemas por este acto. -

- Es nuestro deber como caballeros el protegerla su Alteza, no importa si viene de cien o mil años en el futuro. Como caballeros de Hyrule debemos darle nuestra protección, además está luchando por Hyrule y eso es lo menos que podemos hacer. - comento Lakanus

- Agradezco lo que hacen, pero no quiero meteros más en problemas. -

- No estaríamos tranquilos si se va a la deriva, no conoce bien a Hyrule y esto la metería en muchos problemas, además el clan Yiga está rondando los alrededores.- comento Link

- Entiendo, les tomaré la palabra y prometo recompensar esto que están haciendo. -

- No es necesario que nos recompense señorita, la dejamos descansar. Mañana por la mañana vendré a buscarla para llevarla a la morada del caballero - Lukanos con paso firmé dio media vuelta para irse, sin embargo el menor se quedó.

- ¿Pasa algo Link?- 

- No señorita -

- llamame por mi nombré, me haces sentir extraña con tanta formalidad -

- Es algo que no puedo hacer - comento sorprendido.

- Digamos que de dónde vengo no tengo tantos honorarios, y ahora el tenerlos me hace sentir muy rara. Es por eso que te agradecería que me tutearas, aunque sea cuando estemos sólos- esperaba que Link aceptara, ya hacía tiempo en que no escuchaba como pronunciaba mi nombre dicho por su boca.

No muy convencido Link asintio con la cabeza.
- me retiro para que tenga una buena noche. - inclinó un poco la cabeza y se fue.

Al cerrar la puerta sentía un pequeño apretón de corazón, no sabía que me iba a suceder ahora que ya no estaría en el palacio. Pero trate de tomarlo como una prueba de valía. Además era cierto que yo ya no estaba aprendiendo nada en este lugar. Tal vez y solo tal vez, mi momento de partir del palacio había llegado.

Al día siguiente salí de mi cuarto decidida. Camine por los pasillos y estos estaban desiertos. Fui a la gran puerta que dividía a la realeza de la gente normal.

Al llegar a dicho campo abierto pude ver a muchos soldados formados ante la puerta, el señor Lakanus me esperaba con un caballo. Algo intranquila me acerque a el. Los guardias al notarme se pusieron firmé. A lo que yo no comprendían que diablos hacían, tal vez el rey les había pedido que hicieran una valla para evitar que yo regresara al palacio.

Me acerque al caballero el cual me dio una reverencia.

- ¿Porque hay tanto guardia caballero Lakanus? -

- Su excelencia la están despidiendo con los mayores honores posibles. - al decir esto los mire asombrada por el movimiento que hicieron.

Con la mano derecha golpearon su pecho, directamente al corazón dos veces. La mano izquierda se mantenía en su espalda. Al terminar de golpear su pecho extendieron el brazo al cielo seguido de unas palabras con armonía, parecía sacado de un coro. Todos al mismo tiempo exclamaron
- por la sacerdotisa ___, que la gloria y la esperanza la rijan - una sensación estremecedora recorrió todo mi cuerpo, tanta lealtad demostrada, tanto cariño desprendido, tanta pacion por un futuro anelado... todo para alguien que no conocen lo suficiente. Todo por alguien que les prometió salvar a su reino tan adorado para ellos.

Ahora entiendo el significado de la responsabilidad que cargaba en mis espaldas, una carga tan pesada. ¿Cómo podría dejarlos morir tan a la nada?, ¿cómo podría permitir tal acto?.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, realmente estaba sufriendo, quería guardar cada rostro presente. Quería llevarlos por el resto de la eternidad en mi memoria. Di un repaso magistral a cada persona habida y por haber. Y fue ahí cuando mi vista se dirigió a una plazuela elevada de dónde estábamos. Y fue ahí cuando note dos cosas más.

La princesa Zelda tenía una mirada llena de resentimiento, tan potente que podría causar una catástrofe marcial. Y Link... Cuyo brazo estaba elevado al cielo con tanto fervor, mientras que sus ojos eran agujas que se clavaban en lo más profundo de mi alma. En ese momento recordé aquella ocasión en la que el me socorro en el entorno cavernoso. Su tacto en mi piel y su mira fija en mi... Una vez más tenía la sensación de unión en mi cuerpo al suyo.

Fue entonces que una voz me habló, una voz que emanaba de mi interior. Era suave y bonancible ante cualquiera que lo escuchará.
- Levanta tu mano en la cual reposa el símbolo de la Trifuerza - hice caso ante tal petición. Todos se sorprendieron al ver mi acto tan repentino. El símbolo de la Trifuerza se formó en mis piés, este se hizo gigante después de unos microsegundos, así cubriendo todo el castillo y toda la ciudadela. Una brisa refrescante y anodina inundó el área. Unos destellitos bajaba del cielo. Era un espectáculo visual. Unos miraban directo al cielo mientras otros los intentaban tomar.
- Ahora recita las palabras de la Diosa Liit que te fueron otorgadas - como si yo ya supiera cuáles son las dije. Mi voz retumbó en todos los peldaño y todas las paredes, como si un micrófono se hubiera incorporado a mi garganta. - Todo mal sé a disipado, sus cadenas de angustia han sido eliminadas, toda pesadez y dolor se a extinguido. Recivan la bendición de la Diosa Liit- 

Al instante desapareció la Trifuerza del piso, un cansancio abrumador me había llegado de golpear, Lakanus salió de su trance de paz para sostenerme y evitar mi caída. Lo mire con una sonrisa amigable a lo que el asintió. Me ayudó a montar el caballo seguido de el. Para de este modo desaparecer de entre las puertas...

Continuara..

The legend of zelda Breath Of The Wild Link y tu (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora