Capitulo 23

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Hoy me había levantado temprano para poder recorrer el bosque Nobal, el cual estaba muy cerca de la casa. La ropa que me había estado poniendo me la había estado proporcionado la madre de Link, sin duda era linda. Está vez me había puesto algo más cómodo para poder investigar el lugar.

Camine por el pueblo mientras saludaba a todos, al parecer era como una celebridad. Al dejar el pueblo no tarde en ver el verdoso y basto bosque.

Me adentre un poco y no había tardado ni un poco para encontrarme con jabalis salvajes y hongos. Empecé a estudiar la fauna del lugar. Por suerte llevaba algo con lo que apuntar y dibujar. A pesar que no era muy buena era entendible lo que quería plasmar. Seguí caminando y cada cosa que veía la anotaba. A menos que fuera algo que ya supiera al cien no lo hacía.

Sin darme cuenta comenzaba a alejarme de la dona segura de Hatelia.
De estar en el bosque Novat ahora estaba en el Avazat. Era imposible distinguir el límite del bosque pues estos estaban unidos.

Al darme cuenta había llegado a un lago, pude ver barios peces de colores. Estos eran muy llamativos, suponía que podían servir para cosas diferentes. Al igual que hice con los hongos lo hice con los peces. Los dibuje e intenté pescar. Debía de admitir que era muy mala intentando agarrarlos. Tenía que ingeniármelas para tomar mínimo uno de cada uno.

- veo que está intentando tomarlos, pero me temo que no se podrá si lo hace de ese modo - sonó una voz masculina detrás de mi. Me gire para verlo y tenía un traje muy raro. Era rojo en su mayoría, tenía toques amarillos y negros y tenía una máscara blanca con un ojo al revés.

- ¿En tonses como se deben de agarrar? - lo mire confundida puesto que ese traje nunca lo había visto

El hombre dio un salto para bajar del lugar que se encontraba. - Primero te acercas a la presa asegurándote que no tenga escapatoria - el hombre camino hacia mi, me sentía amenazada. Mis piernas no respondían a mis súplicas de correr.
- una vez que estás lo suficientemente
cerca solo lo aniquilas - comenzó a desenfundar lentamente la especie de hoz que tenía en su espalda. En un movimiento rápido ataca, por inercia cerré los ojos al sentir que no me había pasado nada los fui abriendo, al parecer había agarrado todos los peces que necesitaba yo. Lo mire confundida y asombrada.

El me los entrego a lo cual yo los tome - deberías utilizar una espada o una caña de pescar si los quieres agarrar -

- entiendo - mencioné como pude.

Al darme los este se fue de la misma forma que había llegado.

Apresurada tome mis cosas junto a los peces y hongo que había recolectado y me fui a la aldea.

Al entrar los guardias me vieron agitada. - ¿se encuentra bien señorita?- pregunto uno de ellos.

- Si solo que vine corriendo - trate de huir del lugar. Al entrar a la casa me sentía más segura.

- Veo que te alejaste de la frontera segura - me ve enojada la mayor

- No me di cuenta cuando pase el límite pero creo que esto me servirá para ver los nutrientes extras que dan los alimentos. Tal vez sea una manera para ayudar a los caballeros - le sonreí tratando de evitar el tema del hombre enmascarado.

Cocine haciendo pruebas diferentes, unas no servían de nada mientras que otras podía sentir menos cansancio, o mas fuerza, más velocidad o resistencia. Estaba satisfecha por lo que había descubierto en tan poco tiempo. Anoté todo lo necesario y me fui a dormir para ya terminar ese día tan extraño.

Los días iban pasando cada vez más y más hasta que pasó un mes, cada vez me aventuraba más a salir de la frontera segura, así alejándome lo suficiente como para hacer un viaje de un día, sin embargo no había visto de nuevo a ese chico enmascarado y tampoco a link.

Lakanus nos contaba que el estaba bien, que se la pasaba con los campeones y la princesa. Por un lado me daba gusto pero por otro envidia ya que no sabía si lo vería de nuevo o si solo pasaría el cataclismo sin si quiera haberlo visto.

La princesa Zelda iba a cumplir el año entrante sus 17 años, por lo que sabía aún no despertaba su poder espiritual, comenzaba a darme cuenta que tal vez por ese hecho no habían podido salvar a Hyrule.

Mientras viajaba buscaba respuestas de que es lo que debería de hacer yo para ayudarlos en el futuro. Pero solo encontraba cosas para ayudar en ese momento.

- Tal vez tenga que ayudarlos en el pasado, pero afectar al futuro - murmuré mirando los picos gemelos desde el establo.

Podía notar un lugar bastante raro detrás de los establos. Me acerque a el y me quedé viendo su estructura. Una voz sonó de tras - es una pena que nos volvamos a ver - gire de forma inmediata y pude notar que era el enmascarado de antes

- ¿Sabes que es este lugar? - pregu te ignorando sus palabras

- Es un santuario, solo el elegido puede entrar a este lugar, es una lastimas que la princesa no quiera decírselo. - comienza a reír - pero es una lástima que tú lo sepas ahora, es por eso que debes morir -

- ¿Quien eres? - exijo con la voz temblorosa

- Soy seguidor del Clan Yiga - decenfundo ahora un mandoble, el cual luna demasiado afilado.
- Prepárate para morir - mire a todos lados dándome cuenta que había una espada algo gastada un poco lejos de donde estaba. Cuando el salió corriendo hacia mi yo salí en dirección de la espada. Esto confundió un poco al asesino Yiga. Al tener la espada entre mis manos recordé lo que impa me había dicho hace mucho
- aún no estás lista para pelear - esto me hizo aflojar un poco mi agarre, el Yiga aprovecho este acto de debilidad y salió corriendo a mi. Pude esquivar con mucha dificultad su ataque potente. Al mirar el lugar afectado de la espada me di cuenta que ese ataque yo no podría aguantarlo. Me hubiera cortado en dos de no haberlo esquivado, tal vez yo no debería de tomar la espada, tal vez yo no debería de estar en ese lugar. Muchos tenían Fe en mi, pero la realidad es que no se como ayudar. No puedo hacer nada para evitar sus muertes. No puedo hacer nada para evitar que destruyan este lugar. No puedo hacer nada para hacer que Zelda despierte sus poderes. El Rey tenía razón, solo soy una distracción. No podía moverme del piso, parecía como si este fuera un gran imán y yo un pequeño pedazo de metal.

Mis manos terminaron por soltar por completo la espada, el Yiga solo podía reírse por lo patético que había sido mi actuación de valentía y después de terror.

Pero se equivocaba en algo, no tenía el miedo suficiente para petrificarme, pero tenía tanta presión encima, tanta frustración por aún no saber que es lo que tenía que hacer para ayudarlos. Tal vez nunca podría saber que es lo correcto. Tal vez me quedé viendo como todos mueren. Tal vez veré como todo se reduce a cenizas. Mis ojos se llenaron de lágrimas, tenía tanta impotencia acumulada por meses que no podía ni si quiera pararme.

El hombre se encontraba a centímetros de mi. Levanto su espada para dar el golpe final....

Continuara

The legend of zelda Breath Of The Wild Link y tu (Terminado)Where stories live. Discover now