Capítulo 9.

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"Por una buena vida" 

Solo vive tu vida, que no te afecten los demás. Como dicen en el Rey León, Cuando el mundo te da la espalda, dale la espalda al mundo.

Danielle.

No es bonito dormir sobre el pasto, y menos solo con cobijas como colchón. 

No sé como Brandon y Jonathan trajeron hasta las cobijas. Digo cobijas porque cada quien tenía una cobija, y abajo de nosotros, más cobijas funcionales como "tendido". 

-Haber mariquitas, ¡despiértense!- grita Brandon. 

Nos despertamos todos, me estiro en mi lugar y me siento, sobando mi cara con mis manos. 

-Buenos días- digo saliendo de la tienda. Después salen los demás, estirándonos completamente una vez fuera de la tienda. 

El sol mañanero impacta en mis ojos, el jardín en donde estamos se ve hermoso de mañana, las mini colinas. 

-A desayunar- dice Karla, que está a un lado de Mía. 

-¿Qué es el desayuno?- pregunta Carl, rascándose la nuca, con un ojo entreabierto. Por el sol. 

-Comida- dice Jonathan gracioso. 

-JA JA JA- dice el chico sarcástico. 

-Huevo y café recién hecho- dice Mía. 

Y ahí es cuando todos volteamos a ver a un lado de ellas, la fogata está prendida y hay ollas, una con café y otra con lo que al parecer es huevo. 

Todos nos sentamos en el pasto, nos reparten un vaso y un plato, con el desayuno. Todos comemos, mientras algunos comentarios se escapan, haciendo reír a todos. 

-¿En serio dijiste "Yolo-yolo"?- pregunta Jonathan. Dylan asiente, y los demás que estábamos en la tienda con el, repetimos la acción. 

-Inmadurez- dice Brandon. 

-Eso le dije- dice Bianca, saliendo de la tienda con ropa limpia y el cabello amarrado en un chongo, con una banda roja, con flores blancas. 

Seguida de ella, todos entramos uno por uno y nos cambiamos. 

Más tarde, ayudamos a recoger todo, fuimos a la tienda, a devolver las tiendas de acampar, al igual que las cobijas <<Eran rentadas>> y todo lo demás lo guardamos. 

Fuimos a los coches y volvimos al hotel, en París. 

Empacamos lo demás y nos fuimos al aeropuerto. Ahora vamos a Madrid. Vamos por 7 días. O sea, una semana. 

Al parecer se retrasó el vuelo por unos problemas del clima, así que hasta ahora, vamos a estar aquí hasta las 6 pm. 

Son las 3pm. ¡Valla suerte! Todos nos separamos, siguiendo la regla de Brandon y Jonathan; nunca solos. Siempre con alguien. 

Carl y yo caminamos por el lugar, recorremos tiendas, y ahora, vamos a un Starbucks p algo por el estilo. 

-Bueno, ¿y que harás después del viaje?- me pregunta Carl mientras caminamos hacia la cafetería. 

-No lo sé, tenía pensado cumplir todos los sueños y eso, pero ya estoy en eso- digo, exhalo y pienso. 

-Me gustaría escribir o trabajar en algo relacionado con libros y así, ¿y tu?- digo con simpleza. Eso es algo que de verdad me gusta. 

Carl lo piensa un rato. -Me gustaría ser Doctor- dice con facilidad. 

-Genial- digo. 

Llegamos al Starbucks y pedimos nuestra orden, yo un latte de vainilla y Carl un caramel machiatto.

Mi oportunidad de ser felizWhere stories live. Discover now