Mi oportunidad de ser feliz

Capítulo 1.

"El lugar especial"

Cuando era niña, recuerdo que todos me decían "cumple tus sueños" "no dejes de sonreír" "vivirás si eres feliz" entre otras cosas relacionadas con la felicidad y ese tema. Pues... ahora, siendo mayor después de un evento que, marcó mi vida y se podría decir que se llevó mis expectativas, la felicidad se fue. Algunas personas me decían que pase lo que pase, tenía que conservar mi sonrisa, pero... el futuro es tan impredecible que, de un momento rosa, todo se vuelve gris y no sabes que hacer. 

Mi hermana, Paula, la maravillosa Paula murió cuando yo tenía 15, ella tenía 17. Fue a una fiesta y no volvió nunca a casa, la reportaron desaparecida y un mes después, encontraron su cuerpo en el bosque. Ese fue el evento que marcó mi vida, Paula se llevo consigo todas mis expectativas, sueños y... se podría decir que hasta mi felicidad. 

Mis padres, al saber sobre la muerte de Paula, sus sonrisas murieron, la felicidad y el amor. Desde esa fecha, se han olvidado por completo de su otra hija... de mi. Y desde ahí, tuve que valer por mi misma, lloraba todas las noches por la falta de mi hermana, y mis padres ni siquiera se dieron cuenta de mis cambios, tanto como de humor, nutrición y físicos. Si antes, mi cuerpo estaba bien, y con eso me refiero a que estaba nutrido bien, y no estaba desgastado, ahora lo está. Mis amigos, se fueron alejando hasta quedar como completos desconocidos, Lía, mi mejor amiga lo hizo igual. 

Al cumplir los 16, mis padres me dijeron en una comida que, iba a tomar mi dinero y la mitad del de Paula. Como le hacíamos desde tiempo atrás, guardábamos nuestro dinero de los dientes, y dinero que ganábamos para usarlo mejor en un futuro

Fueron tiempos horribles, sin amigos, sin hermana y sin papás. Con el tiempo, la muerte de Paula se fue quedando atrás, la extrañaba como nunca pero tenía que entender que ya no iba a volver, así que decidí que tenía que pasarlo. Pasar al siguiente capitulo de mi vida. 

Danielle Wilson, 17 años. Stowe Vermont.

Actualidad.

Me desperté por el sonido del despertador,  estiré mi brazo y lo apagué. Ruedo por mi cama, estirándome y cuando truena mi espalda, me siento y salgo de la cama. son las 7:00 am. Viernes.

Salgo de mi habitación con la ropa en la mano y camino hacia el baño, donde me desvisto y entro a la ducha. El agua impacta en mi sistema, deshaciendo el chongo mal hecho de mi cabello.  Me ducho rápidamente y al salir, me envuelvo en una toalla. Seco mi cuerpo y me pongo la ropa, algo cómodo. Una vez lista, voy hacia mi cuarto de nuevo, dejo mi ropa sucia y la toalla en la silla del escritorio, agarro mi cepillo y lo paso por mi cabello café. Exactamente, no se que color es, tiene partes claras y partes oscuras. Lo bueno, es que no se enreda, ya que me lo corté hasta los hombros. 

Una vez listo mi cabello, salgo de mi habitación y bajo las escaleras, encontrando a papá en la sala con su periódico en las manos. Camino hasta la cocina, donde mamá prepara su desayuno. 

—Buen día— digo, y no obtengo respuesta. No lo vuelvo a repetir, obtendré la misma respuesta; Silencio. 

Saco del refrigerador el jugo de naranja y sirvo un poco en un vaso. Lo meto de nuevo al refri y ahora saco unas fresas. Pongo a tostar dos panes y voy a cortar las fresas. Pasan no más de 5 minutos cuando la tostadora los saca. pongo mermelada sobre ellos y las fresas a un lado. Agarro el plato y el vaso y voy a mi habitación, de nuevo. Una vez dentro, desayuno rápido.

Vuelvo a bajar, con mi mochila en el hombro. Me dirijo a la puerta principal y salgo por ella, camino hasta la parada del bus para la escuela. Minutos después, subo a el, y media hora más tarde, ya estamos en la escuela.