Epílogo.

9 3 0
                                    


2 años después. 

Carl.

Cuelgo el estetoscopio en mi cuello, ajusto la bata y respiro hondo. Cierro la puerta del casillero donde están mis pertenencias. camino por el vestidor y llego a la puerta. sin esperar, la abro y una parte del hospital me recibe. Camino por el hospital, esperando alguna novedad o paciente.

-Doctor Richardson, lo esperan en la 305-A- dice una enfermera que pasa por el lugar. Asiento sonriendo y voy hacia la habitación indicada. Antes de entrar, respiro de nuevo hondo y abro la puerta, tomo la tabla con los documentos del paciente, lo leo y después veo a la niña. <Apendicitis>

Sonrío y camino hacia ella, me sonríe de vuelta.

-Doctor, ¿voy a estar bien- pregunta la niña. Sonrío y asiento.

-Sabes, te pareces a una amiga- digo de repente mientras la examino.

-¿Enserio?- dice la niña, olvidándose de que estamos en un hospital.

-Sí, tienen el mismo color de ojos y su sonrisa- digo.

-¿Y es bonita?- pregunta ella.

-Claro que sí- digo mientras recuerdo a Dani.

Ya en el quirófano, miro hacia arriba, encontrando el techo. Respiro hondo y susurro un


"Por una buena vida"




June.

-Cierro contrato. Nos vemos el mañana en el club- dice el coach.

Lo hice, acabo de cerrar el contrato y oficialmente pertenezco a un equipo.

Mientras manejo a casa, no puedo evitar pensar en todo, se viene a mi mente el recuerdo del aeropuerto en camino a Madrid, cuando hicimos el brindis, <<Por una buena vida>>

Cuando llego a mi departamento, corro hacia mi cuarto, en donde una pared está llena de fotos del viaje con Dani, hace 2 años.

La foto en París, Los Cabos, Grecia.

Recuerdo los momentos y no puedo evitar soltar unas lágrimas.

Vuelve a ser de mañana y, mis nervios aumentan. Me cambio, por ropa deportiva y llego al club. Bajo del coche y me adentro al club.

-Bien, a jugar un rato. Ya al rato explico posiciones y demás- dice el coach.

Me adentro a la cancha de futbol.

-Bienvenida June- dicen varias de las chicas.

Me coloco en la parte media del campo y, el silbato se escucha. ¡que empiece el partido!


Ahh, y Por una buena vida.




Julieta.

Salgo del baño y recorro el pasillo, los perritos del pasillo ladran y mueven sus colitas. No puedo evitar sonreír y pensar <lo logré>

-Bien Bruno, vamos a checar tu pancita- digo abriendo una reja. Sale un Golden Retriever mediano, moviendo su colita.

Llegando a la mesita, subo al perro y me coloco mis guantes.

Checo al perro, mientras pienso en lo que hago y de vez en cuando, momentos de mi adolescencia. El último viaje que hicimos en familia, con Dani.

Después de checar al perro, le sonrío y lo llevo de nuevo a su reja. Ya en la puerta del pasillo, me giro hacia los perros y susurro un


"Por una buena vida".




Blair:

-Eso fue genial- digo bajándome del avión, mi acompañante, Leo, sonríe.

-Ya luego te acostumbrarás y verás que no- dice el, palmeando mi espalda.

-No lo creo- digo. Me vuelvo a subir al avión, es de esos pequeños pero rápidos. Me coloco el casco y la mascarilla.

-¿Y ese entusiasmo que traes?- pregunta Leo.

-Hace dos años, con mi familia <<Por una buena vida>>- digo y sin más, subo al avión. Espero a que se prepare y despego a una velocidad increíble.


Ya en el aire, suelto un grito de euforia y emoción. -Por una buena vida- digo.




Dylan.

Y aquí estoy, siendo el narco más peligroso del mundo.

NAHH no se crean.

Como hace dos años lo dije, quería ser abogado. Y lo soy, uno de los mejores en el planeta.

Ahora me encuentro en mi despacho, checando unos documentos de mi cliente.

-Señor Richardson- habla la señora del aseo mientras entra al lugar.

-Mande- digo, sin quitar la vista del documento.

-Ya está la comida- dice.

-Genial, en 3 minutos voy- digo.

Bueno, como los demás, les diré como es mi vida; tengo el trabajo que siempre quise, ser abogado. Y pues en sí, no sé que decir. Levanto la vista a la foto que tengo en el escritorio, <Grecia> hace dos años, con Dani y los demás.

Y no hay nada que decir, hasta aquí mi reporte y como los demás ya lo hicieron...

Por una buena vida.



Danielle.

Cierro la puerta de mi oficina. hay cajas amontonadas unas sobre otras, abro las cortinas, viendo los edificios.

abro una caja, donde está a primera vista el porta retratos con la foto de nuestro brindis en el aeropuerto, cuando íbamos a Madrid dos años atrás.

Tomo el porta retratos con ambas manos, me siento en la silla y dejo el objeto en el escritorio, justo al lado derecho.

Miro la foto y recuerdo todo el viaje, Carl, Julieta, June, Dylan, Blair, Bianca, Zack, Max, Brandon, Jonathan, Charles, Mía, Karla, y nana. Los momentos. lugares. experiencias.

recuerdo el brindis improvisado de ese día, "Por una buena vida".

levanto la vista de la foto, el ventanal, el cielo y los edificios reciben mis ojos.

sonrío, pensando en todo aquello.

Y sin más, Prendo la computadora.

Por una buena vida.

Mi oportunidad de ser felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora