Regalo

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Su padre no se había movido. Él estaba vivo. Respiraba. Si eso fuera suficiente para calificar para estar vivo. Después de despertar había estado durmiendo mucho últimamente para recuperar su energía.

Claudia no estaba segura si eso era normal. Sin embargo, estaba segura de que ya no podría estar dentro de esa cueva en este momento, mirando el cuerpo inmóvil de su padre o la crisálida pulsante que solía ser su pequeño amigo insecto, después había salido un elfo joven, pero ella no quería ver a nadie, ni a los cadáveres que … No, no quería pensar en las cosas que había hecho en los últimos meses.

No. Tenía que salir. Solo por un momento. Fue su cumpleaños. Ella tiene que darse un capricho Claudia salió de la cueva, hacia una lluvia ligera y brumosa. El cielo era de un gris suave, no oscuro ni amenazador, sino que proyectaba una suave luz ambiental a través de la pradera. Se alejó rápidamente, no hacia el río donde consiguió agua o hacia el campo de batalla donde consiguió componentes de hechizos, solo…. necesitaba respirar un poco de aire 

Mientras ascendía por el borde más montañoso de las llanuras, las praderas se convirtieron en una maleza baja y tupida, de un naranja brillante antinatural contra el verde apagado de la hierba.

Se sintió atraída por un toque de azul, el color fuera de lugar contra el brillante arbusto espinoso que lo rodeaba. Un pedazo de paño. Pero no cualquier paño, ella lo reconoció, era de Katolis, era un tejido fino. Familiar. Era de Callum.

Formaba parte de una manga, casi destrozada. ¿Qué había hecho eso? Ella lo había visto durante la batalla. Destellos de relámpago sin una piedra primigenia. Ella había pensado que no era tan importante, que él había usado algún tipo de artefacto del nexo, o zafiros celestes o algo así. Cuando se lo contó a Aaravos este había sonreído. 

Pero la expresión del rostro del elfo llamado Aaravos cuando ella le había dicho que había estado ... ¿hambriento? Cómo si hubiera descubierto una gran pedazo de carne.

Ella también tenía hambre. Aunque del tipo regular.

Pero este no era ese tipo de cumpleaños. No habría ninguno de los bollos no comestibles de Soren o la pila de tartas de jalea de Ezran para cuando la gente inevitablemente renunciara a los bollos, o las hermosas tarjetas de cumpleaños de Callum.

El cumpleaños diecisiete es importante en Katolis. Ella era una adulta ahora. Sostuvo el pedazo de tela azul entre sus manos, sintió una gran ola de nostalgia. Extrañaba a sus amigos, extrañaba a Callum ¿Que estaría haciendo ahora? Aún podía recordar la sonrisa que le dedicaba cuando sonreía para ella. Trato de alejar esos pensamientos, la última vez que él la vio, había dolor en sus ojos, cuando ella trató de atraparlos. Pero había hecho lo correcto. Callum habría regresado y todo estaría bien, su familia no se hubiera roto si esa elfo no existiera. Callum se alejaba cada vez más de ella, hasta un punto donde no había retorno. 

inalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora