Conociendo a las salvajes

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Una vez terminado el acto de apertura del ciclo lectivo, los grupos de alumnos fueron ingresando  a sus aulas. Las preceptoras, por su parte, fueron rumbo a la sala de preceptores, dejando a sus espaldas el patio donde se empezaba a sentir los primeros frescos otoñales del mes de marzo. Mariel siguió los pasos de sus compañeras de trabajo, con la cabeza agachada y la mirada fija en el suelo.  Una voz potente se dirigió hacia ella e interrumpió sus pensamientos.

- Flaca, flaca...se te cayó algo?

-No...no- titubeó Mariel levantando ahora sí la cabeza para mirar a su interlocutora- Por?

-Es que no dejás de mirar el piso ni por un segundo-le dijo una chica alta, morocha y de tez muy oscura.

-Si querés te ayudamos a buscar- acotó una segunda que estaba a su lado, de piel clara, estatura mediana y pelo rubio lacio que caía suavemente por su espalda.

Una tercera, que estaba al lado de la rubia y de la negra, delgada, pelo negro lacio por los hombros y ojos achinados, empezó a reírse. Las otras dos, estallaron también en carcajadas. La cara de Mariel se puso roja de vergüenza, y apuró el paso a la sala de preceptores, esforzándose por mantener la cabeza erguida al caminar.

Se quedó pensando en el comentario de Silvina sobre ese grupo formado por tres alumnas a las que llamaban las Salvajes...era casi seguro que deberían ser esas tres chicas que se habían reído a carcajadas...primer día de clase, ella una total desconocida y ya se habían empezado a reír de ella. Que pasaría cuando pasaran unos meses y ya la conocieran mucho más, y hasta se sintieran en confianza para hacerle bromas peores? Tal vez ella era muy blandita, como le había dicho Silvina, y no sirviera para este tipo de trabajo. Bastante había padecido de bullying en su adolescencia durante la secundaria, padeciendo a otras estudiantes  y ahora se buscaba un trabajo de preceptora en un colegio...supervisando estudiantes!!!!!No había aprendido la lección? Precisaba más sufrimiento? Ruth decía que iba a apoyarla. Cuándo los estudiantes se rieran o burlaran de ella acudirían a defenderla como cuando era adolescente? Había un problema con eso. En la adolescencia ella era una simple colegiala, sin mas responsabilidad o deber que aprobar materias y pasar de año. Ahora, en cambio, era una preceptora que debía imponer su autoridad e inspirar respeto en los alumnos. No podía recurrir a sus compañeras de trabajo, tenía que hacerse respetar por su cuenta. Se sentó en una silla de la preceptoría meditando sobre su trabajo y su futuro.

Las Salvajes entraron en el aula del curso y se sentaron en los pupitres de mas atrás del aula. Se pusieron a charlar entre ellas, como siempre. No tenían mucho diálogo con el resto de sus compañeros de división, pero tampoco sentían la necesidad de hacerlo. Tampoco hablaban acerca de ellos, no les generaba interés. En cambio, empezaron a comentar sobre la nueva preceptora que había contratado la escuela.

- Mel, que te pareció la preceptora nueva? Bastante bonita, y de nuestra edad...

- No es un vejestorio como las otras- intervino Mel- Lo que sí, la veo muy modosita, tímida, recatada...casi hasta en exceso.

-La primera impresión es la que cuenta- soltó Brenda mirándola a los ojos.

-No es tan importante para mi. Las personas cambian y la impresión que tuviste no te sirve ya para nada. No cuenta tanto la impresión como la historia que tenga la persona, y de eso nosotras sabemos bastante.

Es que lo que volvió salvajes a las Salvajes fueron sus historias de vida, que en ninguno de los tres casos estuvieron libres de situaciones complicadas.


La preceptora y las alumnas salvajesHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin