Árbol de los recuerdos

1.5K 88 11
                                    



Nos encontrábamos en ese árbol donde siempre nos juntábamos de pequeños, donde jugábamos, leíamos, reíamos o simplemente viendo a la "nada", al horizonte y al pueblo gigante que teníamos alrededor nuestro.
Armin vendría después, fue a visitar a Annie aún adentro de su cristal, aunque creería que no nos íbamos a dar cuenta, pero, tarde o temprano lo hicimos.

Era un día normal, sin nada fuera de lo común, no hacía calor pero tampoco frío, no había mucho sol pero tampoco estaba nublado, un día normal, promedio, neutral.
Mikasa solo iba a encontrarse con Armin ya que su relación con eren... vaya se fue a la basura.

Eren
Me encontraba saliendo otra vez de la cárcel subterránea, se me había hecho costumbre, por el poder del titán martillo me era muy fácil escapar siempre que quiera, solo salía para tomar el sol, o simplemente asomaba un poco la cabeza en el exterior, eso era todo.
Solo que esta vez era diferente, la vi saliendo pacíficamente, estaba paseando, se veía sin ningún remordimiento en la mente, como pocas veces la veías, no era la primera vez que le veía cuando escapaba, solo que esta vez sabía que iba a ser la última vez que la volvería a ver de esta manera y tenía que aprovechar la situación antes de que todos me odiaran más.
Decidí seguirle el paso cuidadosamente, para no distraerla de esta tranquilidad que se contagiaba al compartir unos momentos al lado de ella.
Me di cuenta hacia donde se dirigía... ese árbol mágico que era un simple lugar donde pasábamos el día juntos los tres, o los dos y puede que algunas veces me quedara dormido abajo de la sombra majestuosa de dicho árbol, era nuestro lugar especial.
Cada paso más se iban despejando las casas hasta solo quedar pequeñas chozas y mucha vegetación por lo que ya no tenía donde esconderme, así que deje de intentar que no notara mi presencia, tarde o temprano escucharía los pasos míos que estaban detrás de ella.

Mikasa
Iba acercándome más al árbol que hace mucho no visitaba, sin ningún pensamiento en mente, solo disfrutando del viento, el atardecer que cada vez iba obscureciendo más el cielo, hasta que ahí estaba a con quien menos esperaba toparme atrás de mi, ¿cómo no me había dado cuenta? Vaya sorpresa me llevé cuándo volteé a ver y si, ahí estaba parado con su ahora inexpresivo rostro.
No articulé gesto alguno, por alguna razón esperaba que me sorprendiera de ésta manera...
— ¿Qué haces aquí? — Dije "sin curiosidad" alguna.
— Te vi y pensé en seguirte, no pensé que me llevarías a este sitio — Eren mientras decía esto estaba admirando todo el paisaje que no había visto en todos estos años.
— No me había percatado de lo hermoso que es este lugar... que hermosos recuerdos me trae.
— Tienes razón.

Decidimos sentarnos como en los viejos tiempos en la poca sombra que daba aquel hermoso árbol ya que iba anocheciendo cada vez más.
Mikasa se sentó recargándose sobre el tronco al igual que Eren del otro lado, así quedando de espaldas, sintiendo el pasto seco en donde reposaban con la muralla tan prominente que siempre se hacía presente.
— ¿Por qué escapaste otra vez? ¿Quieres que nos metamos en problemas?— Recalcó un poco molesta Mikasa.
— Si tanto te quejas ¿porqué no me entregas con la Policía Militar? Es bastante fácil ¿no crees? — Dijo Eren en un tono demasiado burlón, sabía que no era capaz de entregarlo.
— No quiero que toda la gente se entere que estás suelto por las calles y te odien más.
— Ouch... no me lo recuerdes — Eren estaba consciente de todo el odio que ha recibido — Me sorprende que no hayas hecho todavía un comentario para comenzar a discutir... ¿empiezo yo?
— No quiero — Dió fin a la conversación.

Ambos chicos miraron al cielo, notando como las estrellas empezaban a aparecer, disfrutando de otro momento de tranquilidad con la presencia del otro.
Hasta que Eren empieza a treparse en las ramas del árbol como cuando era un niño travieso haciendo que la atención de Mikasa se centrara en él.

Eren
Mientras trepaba las ramas veía el hermoso cielo que nos arropaba, junto con la hermosa luna llena y las estrellas, y... esa chica.
Trepé lo más alto que pude, a una altura a la que nunca había llegado cuando niño, lo más alto del árbol, una meta muy infantil cumplida.
Escuché como las ramas de abajo empezaban a hacer ruido, ruido provocado por dicha chica que tenía una cicatriz en la mejilla, ¿por qué siempre tenía que seguirme? Aunque también quería que lo hiciera.
— Que hermosa vista ¿no crees?
— Realmente hermosa — dijo Mikasa con la mirada centrada en la luna.
Los dos se sentaron juntos en una rama bastante gruesa para soportar el peso de ambos, pasaron un buen rato callados disfrutando del silencio para nada incómodo. Hasta que... dicha rama, bastante vieja por cierto, empezó a quebrarse.
Uh oh... ¡Mikasa sostente! — Dijo Eren con un tono un tanto alto por preocupación, no quería que ella se lastimara.
— N-no pasa nada... hay que bajar — Vaya error, empezó a romperse demasiado la rama, no había tiempo ni de moverse. — ¡No quiero caer, sostenme! — ¿Qué había dicho? ¿"Sostenme"? La chica más fuerte ¿necesitaba ayuda?
Eren la toma de la mano fuertemente, era una altura considerablemente alta, si caía mal podría llegar a romperse el tobillo.
Si caes, yo caigo contigo... ¡AAAAHH! — Lo que era de esperarse, cayeron.
Mientras caían, estaban gritando realmente asustados, se habían topado con cosas realmente peores comparadas con caerse de un simple árbol, parecían niños pequeños.

Al mismo tiempo Eren abrazó a Mikasa protegiéndola del golpe, al igual que Mikasa hizo con Eren, pero claramente por el peso prominente de Eren agilizó la caída. También iban girando como un tronco, por lo que alguien caería encima de alguien...
¡OUCH! — Eren había caído sobre su espalda, agregándole el peso de la chica.
— ¡OUCH! — Por si no fuera poco a Mikasa también le dolió un poco la fuerza con la que chocaron sus cuerpos. — ¡EREN! ¿ESTÁS BIEN? — Dijo demasiado preocupada.
Eren empezó a reírse descontroladamente, como pocas veces lo hacía, todo salió peor de lo que esperaba. Dicha risa contagiosa también hizo que Mikasa riera a carcajadas.
— ¿Estás bien? — Dijo Eren entre risas.
— Mejor que tu probablemente.
Intercambiaron miradas mientras iba desapareciendo el dolor y la risa, quedándose en silencio admirando la belleza del otro, con sus frentes y labios... demasiado juntos.
— La luna esta hermosa...— No haciendo referencia a la luna por cierto. Mikasa... yo...Fue interrumpido mientras acercaba sus labios a los de ella.
¿¡EREN!? ¿¡MIKASA!? — Gritó Armin.
— ¿¡ A-Armin!? — Se levantó Mikasa demasiado rápido al ver en la situación y posición en la que estaban.
— ¿EREN QUE HACES AQUÍ? — Analizó todo, recapitulando todo en su mente otra vez. — ¿I-INTERRUMPÍ ALGO ACASO? ¿QUÉ ESTABAN HACIENDO?
— Armin d-deja de gritar por favor — Mikasa le hizo entrar en razón.
— Creo que es mejor que me vaya... hasta luego chicos, los quiero — Eren se retiró corriendo, no había pasado tanto tiempo afuera de su celda, se iban a dar cuenta.
— Mikasa, ¿te gustaría darme una explicación?
— Siendo sincera yo tampoco sé qué pasó... se rompió la rama, caí encima de el e íbamos a... — Escondió su cara en su bufanda totalmente sonrojada con los ojos demasiado abiertos, como platos.

Mikasa y Armin siguieron hablando de la situación hasta después pasear por todo el pueblo y regresar a los dormitorios. Vaya noche tan extraña... y hermosa.

__________________________

Fantasies - Eremika One ShotsWhere stories live. Discover now