Despierta

1K 65 30
                                    

Los jóvenes amantes llevaban viéndose por 1 año a través de sueños, sin embargo, este sería el último.

Mikasa
Una mesa preparada hermosamente con velas encima de esta era el escenario que nos acompañaba hoy.
— Hola Eren — acercándose a él depositó un corto pero bello beso en sus labios, después de todo la vergüenza se esfumó después de pasar un largo tiempo como pareja.
— Mikasa, te ves hermosa hoy.
— Tú igual te ves apuesto hoy Eren. — lo notaba extraño, un poco desanimado.

Hice caso omiso y decidimos tomar asiento en las sillas de dicha mesa.
— Sabes que eres la persona a quien más amo ¿verdad?
— Sí Eren, en todas nuestras citas me lo has dicho, y sabes que el sentimiento es mutuo. — tomó mi mano por encima de la mesa.
— Recordé cuándo los chicos que molestaban a Armin huían de ti, eso me molestaba demasiado.
— También la vez en la que hicimos un escándalo ya que robaron la comida de Armin, y encima se la comieron. — Eren empezó a lucirse más animado.
— Cuándo nos unimos a la legión y tiempo después estabas sacándome del titán, fue un cambio muy rápido.
— Sí...
— Cuándo te lastimé al igual con Armin... sabes que en serio me arrepiento. — Eren siempre se disculpaba por lo que nos dijo aquella vez. — Recuerdo el primer sueño, no dejabas de llorar.
— Tú tampoco Eren.
— Sí, si está bien lo acepto — dijo riendo — cuándo te llevé al mar y nos besamos... si supieras lo nervioso que estaba en ese momento, maldición, ni siquiera los titanes me asustaban tanto.
— Eren, no seas exagerado, estaba peor que tú.
— Está bien, te creo.
— También cuándo hicimos un picnic y salió todo mal... — empezábamos a hacer un recuento de todas las veces que nos vimos de esta manera. — o también la vez en la que trajiste un caballo, aunque sigo preguntándome de dónde lo sacaste, pero te caíste y el caballo te dejó tirado en el suelo y huyó, fue muy gracioso. — dije entre risas.
— ¡Cielos olvídate de eso! Dolió la caída. Hmmm que otro momento más... oh claro... — su cara se tornó roja.
— ¿Qué momento?
— Ya sabes, tomamos demasiado y una cosa llegó a la otra... — volteó hacia otro lado — aunque, quiero decir que lo disfruté, solo recuerdo cuándo desperté y me di cuenta que no traíamos ropa.
— ¿Qué quieres que diga? Tus besos con sabor a alcohol creo que me embriagaban más.
— ¿Por eso no dejabas de besarme?
— Sí... claro... — quise no intentar mirar esos ojos llenos fe picardía que me observaban — recordé igual que me diste un ramo de flores y estaban llenas de abejas — enfurecí un poco — eran gigantes Eren, creí que fallecería del susto.
— ¡Por dios! En serio discúlpame por milésima vez, juro que no había abejas cuándo las corté.
— Días después solo íbamos a caminar... luego te tropezaste y te lastimaste el pie. — solté varias carcajadas.
— ¡Deja de ponerme en ridículo Mikasa! Entonces es mi turno de ponerte en ridículo. — comenzó a pensar seriamente — ... oh claro, quisiste darme flores, pero, las que tomaste eran venenosas y te dejaron un salpullido enorme en las manos. — empezó a reir.
— Cuándo me recitaste un poema... — los dos se tranquilizaron — ¿Armin te había dado clases de filosofía y poesía?
— Lo peor es que sí...

Dichos jóvenes pasaron horas y horas recordando todo.

— Cuándo te dije que no murieras y me gritaste, me hiciste sentir muy mal... — dijo Mikasa agachando la cabeza.
— Oh... no recordaba esa vez...
— Lo peor es que en serio te comieron, si no fuera por tus poderes de titán, llevarías varios años de haber fallecido.
— ... lo lamento Mikasa, era una cabeza hueca y no medía la gravedad de la situación... en serio discúlpame Mikasa.
— Disculpa aceptada — contestó mientras se limpiaba cuidadosamente las pocas lágrimas que lograron salir.
— El momento en el que falleció mi madre... — esto se estaba tornando deprimente — odio recordar eso, aunque, espero que donde quiera que ella esté... esté a salvo, feliz y en paz. — su voz quebró un poco.
— ... sí, también espero eso. Espero que esté con mi madre, cocinando y tejiendo juntas en ese lugar de paz.
— Ahora que lo recuerdo, te pareces demasiado a tu madre — dijo mirándola directamente a esos ojos un poco rojos por derramar lágrimas — aunque la haya visto por unos segundos, te pareces demasiado. — Mikasa sonrió derramando más lagrimas, Eren se acercó a ella y la abrazó para tranquilizarla.
— Digo lo mismo de ti Eren, tienes la misma mirada de tu madre, el mismo carácter, color de cabello parecido, te pareces demasiado a ella. — ambos jóvenes sollozaron unos minutos abrazados recordando a sus madres.
— Espera un segundo... — Eren se veía aterrorizado — si es verdad de que quienes están muertos ven todo como fantasmas o ángeles que nos cuidan... ¿han visto todo lo que hemos hecho? ¡¿Mi madre vió que masacré gente?!
— Siguiendo esa lógica... ¡mi madre también vió que maté a mucha gente! ¡No puede ser!
— ¡Si las llegamos a ver en algún momento nos van a matar!
— Entonces...
— No me digas que hay más — dijo Eren asustado.
— ¿Saben que somos pareja? Y que nos hemos besado y...
— Ay no, si mi mamá supiera cuántas veces te he hecho llorar... me va a masacrar.
— Mi padre te masacraría Eren.
— ¡No ayudas Mikasa!

Pasaron pocos minutos después de sus teorías bastante tontas por cierto, sin embargo, se divertían bastante.
Desgraciadamente, llegó el momento que a ninguno de ellos dos les gustaría.

— Oye... Mikasa, tengo que decirte algo. — tomó la mano de la chica fuertemente, acto que a Mikasa empezaba a preocuparle. — Ha pasado bastante tiempo desde que empezamos a vernos de esta manera, pero... no volveremos a vernos otra vez, al menos no por ahora.
— ¿A qué te refieres Eren?
— Este será el último sueño que tendrás conmigo. Ya has superado la etapa de duelo, aunque sea la etapa de mi muerte, faltan sobrellevar las muertes de tus padres, de Sasha, y demás... has madurado, al igual que yo, y desgraciadamente no podemos ser una pareja "normal" como quisiéramos, no puedo siquiera darte hijos. — Eren suspiró fuertemente, aguantando las lágrimas — a lo que quiero llegar es... hay muchos hombres en este mundo Mikasa, aunque estoy seguro que nadie te merece por ser una mujer tan hermosa, sobresaliente, valiente, generosa, amable, junto con todas tus hermosas cualidades y preciosos defectos, quiero que tomes en cuenta nuevas oportunidades para que tengas una vida normal. Solo quiero que seas feliz, sin mi. — las lagrimas se hicieron presentes en ambos.
— No quiero Eren, no quiero que te vayas.
— Mikasa, nunca lo haré. Nunca dejare de visitarte ni de verte o escucharte, cuéntame sobre tu día las veces que quieras, y siempre tendré mi completa atención en ti.
— Pero...
— No quiero peros Mikasa, es hora de que tengas tu libertad, yo ya soy libre, sigues tú.
— Eren no quiero dejarte. — la voz quebrada de la chica empeoraba la situación.
— Y no lo harás, sal adelante, saldremos adelante juntos, siempre te cuidaré y estaré a tu lado.
— No quiero perderte otra vez... sé que no es la manera correcta de vivir, pero quiero que dure un poco más.
— Comprendo Mikasa, pero necesito que vivas por ti.

Unos minutos pasaron llenos de tristeza, con un ambiente demasiado apagado al igual que la chica.
Eren nunca soltó sus manos de las de ella mientras Mikasa procesaba lo que tendría que vivir de ahora en adelante.

— Está bien — dijo rompiendo el silencio y captando la atención de Eren — decido salir adelante. Sé que no será nada fácil, pero no puedo permitirme vivir siempre de esta manera, nunca podría vivir sin ti y pensaré en ti todos los días sin que mis sentimientos por ti me detengan, aunque de ahora en adelante me preocuparé aún más por mi misma y por nadie más.
— Así se habla Mikasa. — mostró una sonrisa gigante en su rostro.
— Te amo demasiado Eren, con toda mi alma. — sollozó aún más, solo que, con una mirada que mostraba claramente su devoción por seguir adelante.
Eren la besó como nunca antes la había besado, un beso largo, apasionado y lleno de alegría, desbordando los sentimientos de cada uno.
— Recuerda vivir por ti, e intenta vivir al máximo las cosas que yo ya no puedo realizar, y se libre. — Mikasa solo asentía mientras las lágrimas dejaban de caer — Por último recuerda que siempre acomodaré esa bufanda en tu cuello las veces que quieras y todas las veces que hagan falta. Te amo Mikasa.

Al despertar se veía una mañana hermosa, con una hermosa chica decidida a vivir por ella misma, decidida a buscar la felicidad y ser libre,  intentando volver a amar y ser amada de nuevo, esperando con ansias el día en el que se volvería a topar con su alma complementaria, o mejor dicho, el amor de su vida.

———————————————————————————
¡Hola! ¿Cómo están? Espero que bien. Lamentablemente quiero anunciarles que este es el último capítulo de este fanfic :(
Amé leer sus comentarios, la verdad me hicieron reír mucho. Espero que les haya gustado estos one-shots de esta hermosa pareja que me parte el corazón :')
Si quisieran que hiciera otra historia aparte háganmelo saber :D
Los quiero mucho y espero que hayan disfrutado leer este fanfic. <3
Se despide su autora :)

Fantasies - Eremika One ShotsOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz