Fantasía

1.5K 80 28
                                    

(Este One Shot está ambientado en la realidad paralela donde Mikasa y Eren viven en una cabaña en las montañas, el cual está mostrado en el capitulo 138)
Cuándo vean este signo "*" reproduzcan la canción que les dejé aquí arriba ^^ (Are you bored yet? - Wallows, Clairo).
—————————

(Eren)
Jamás me había sentido con tanta tranquilidad después de tantos años. Es hermoso, y más si estoy con ella.

Me encontraba cortando leña afuera de la cabaña, era un día gris pero muy cálido. Como si el ambiente fuera nuestra situación, todo era gris por la guerra y desgracias que esta traía, pero en nuestra cabaña se sentía tan cálido, esa calidez que se esparcía por nuestra felicidad y tranquilidad al estar nosotros dos solos, alejados del mundo, gozando de nuestra pequeña aventura al huir, parecía sacada de una historia hermosa y cliché de amor. Aún así nunca me arrepentiré de haberla traído conmigo.

Al acabar de cortar leña decidí entrar a nuestra hermosa cabaña, la cual poco a poco empezábamos a decorar.
Ella estaba ahí. Se le notaba tan tranquila y despreocupada... hace tanto tiempo que no la veía así, por lo que no pude evitar esbozar una sonrisa.

Estaba sentada al lado de la chimenea leyendo un libro, ni tan delgado ni tan grueso por la cantidad de sus páginas.
— ¿De qué trata? — dije.
— ¿Hmm?
— El libro, ¿de qué trata?
— Oh, cierto — dijo riendo por su pequeño acto de ser distraída. — Es de romance.
— Oh... y en sí ¿cuál es la trama principal? — quería saber que tan romántico podía ser ese libro.
— Pues... de una pareja de unas personas muy mayores, porque siempre fueron separados cuándo jóvenes, entonces, deciden crear sus propias reglas viviendo juntos en un pueblo nada conocido, haciendo las locuras que siempre soñaron cuando eran unos jóvenes amantes. — al decirme esto, se podía notar un brillo hermoso en sus ojos grises como el cielo.
— ¿En qué momento lo trajiste? — al escapar ese día, no traíamos absolutamente nada, solo unas cuantas monedas.
— Siempre lo traigo conmigo... Armin me lo regaló.
— Oh... y ¿cuándo fue eso? 
— Hace varios años, lo he leído tantas veces que he perdido la cuenta.
— ¿Me lo prestarías? Me dieron ganas de empezar a leerlo.
— Cuándo lo vuelva a acabar otra vez te lo prestaré.
Esa promesa tardaría mucho tiempo, ya que se veía que apenas lo empezaba otra vez, así que tendré que arreglármelas.

Pasado un rato empecé a hacer la comida mientras que Mikasa hacía nuestra cama. Al estar ella en un cuarto separado, pude aprovechar a tomar el libro que había dejado en la silla mecedora.
Empecé a hojearlo buscando la separación en donde se había quedado.
Leí todo el capítulo, estaba muy largo y gracias a Dios Mikasa se tardó en arreglar nuestro cuarto. Por lo que se me ocurrió una idea...

(Mikasa) ****
Terminé de tender nuestra cama para ayudar a Eren, me di cuenta que no sabía cocinar para nada. Por lo que me acerqué para ayudarlo.
— Eren, así no se cortan las papas, estas haciendo un desastre. — dije riéndome. — Se hace así.
Tomé sus manos las cuales una sostenía una papa y la otra el cuchillo. Sus manos estaban frías y bastante grandes, un poco suaves y a la vez un poco secas.
Al tener mis manos encima de las suyas las agarré para enseñarle los movimientos de la mano para que no se cortara y que los pedazos quedaran bien.
— ¿Ves? Es muy fácil. — dije soltándole las manos. — Mientras terminas de cortar traeré la madera que cortaste. —
Al decir esto sentí como sus manos pasaron por mi cintura, me había detenido con un abrazo desde atrás.
— Eres buena maestra ¿sabías? — pude oír como susurraba esto en mi oído, ya que su cabeza estaba recargada en mi hombro, por lo que su boca estaba a la altura de mi oreja. Su voz grave me hacía sentir mariposas en mi estómago, y más escuchar su voz de esta manera.
— Pues... tu madre y mi madre fueron buenas maestras. — dije esto susurrando también al querer soltarme de su agarre, él lo notó y me detuvo aún más.
— Claro que lo fueron. — me dió un beso en la mejilla al decirme esto y me dejó ir. Gracias al cielo que no voltee ya que estaba completamente roja, todavía no me acostumbraba el vivir con él como una... pareja.

Horas más tarde fuimos a dormir, notaba muy raro a Eren, me pregunto que le sucederá...

Eren me levantó en la madrugada.
— Mikasa... Mikasa despierta. — dijo en un tono hermoso tocándome los hombros con delicadeza para que me despertara.
— ¿Eren? ¿Qué sucede? — dije somnolienta.
— Necesito que me acompañes... te tengo una sorpresa. — me dió su mano para que me levantara de la cama. Lo acompañé hasta la puerta de nuestra cabaña.
— ¿Vamos a salir? Está lloviendo. — el clima de hoy en la tarde anunciaba que vendría lluvia.
— Lo sé. — me tomó de la mano y me llevó afuera.

Había un tocadiscos afuera, completamente mojado tocando una hermosa melodía.
— Si usted me permite... — se arrodilló inclinando su mano hacía arriba, en donde estaba yo en señal para que le diera la mía. Depositó un hermoso beso en mi mano, cerca de mis nudillos ya mojados y empezó a reincorporarse para empezar a bailar.
— Eren, cuándo fue que... — fui interrumpida.
— Shhh, no pienses en eso. Le quita la magia. —
Seguíamos bailando, yo con una mano en su hombro y la otra tomando su mano, y una de las manos de el tomando suavemente mi cintura mientras bailábamos al compás de la música.
— Esto me recuerda a... — fui interrumpida otra vez.
— ¿A la escena de tu libro? —
— ¿Ya lo habías leído? — pregunté con curiosidad.
— Pues... dejaste al libro abandonado en tu silla en la tarde, y ya sabes, la curiosidad mató al gato. Si hubieras acabado nuestra cama antes, esto no habría sucedido. — dijo un poco ruborizado
— Ohh... con que eso pasó ¿eh? Bastante ingenioso...

Bailamos por bastante tiempo a decir verdad. Y la lluvia no cesaba.
— Eren, nos vamos a enfermar. — dije al estar completamente empapada hasta los huesos.
— Probablemente... pero ni modo.
Estornudé cuando Eren dijo eso, me di cuenta que estábamos helados gracias al frío que hacía.
— Creo que es mejor que entremos. — paró la música y Eren me cargó en sus brazos, como una pareja de recién casados huyendo del altar.
— Eren ¿qué haces? — dije entre risas.
— Salvándote de la lluvia. — dijo mientras corría conmigo en sus brazos.

Entramos en la cabaña riéndonos a más no poder.
— ¿Q-qué te pareció? — dijo nervioso y avergonzado.
— Fue increíble, gracias Eren.
— Gracias a ti por concebirme esta pieza. — dijo al besar mi mano de nuevo.

Fuimos por toallas para secarnos y cambiarnos de ropa, claramente un resfriado al día siguiente valdría la pena.

Fantasies - Eremika One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora