✨ Capitulo 7 ✨

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Las semanas para los estudiantes de la universidad de Avonlea habían pasado volando.

Entre exámenes, tareas y tardes con amigos no se habían dado cuenta que las vacaciones de verano estaban a la vuelta de la esquina.

Aunque como eran los últimos días de clases, los exámenes finales no perdonaban a nadie, y ahí se encontraban 8 chicos metidos en la biblioteca estudiando con unos vasos de café.

-No puedo más! Mi cerebro se derretirá, desde que llegamos mi cabeza me duele y no deja de dar vueltas!- se quejaba Moody haciendo un berrinche como si fuera un niño- Quiero irme!

En este momento la mayoría ignoraba las quejas de Moody, cada quien estaba con la nariz metida en sus libros y apuntes, que ya no escuchaban la voz de su amigo.

El castaño al ver que nadie le prestaba atención, comenzó a columpiarse en la silla aburrido, hasta que en un momento cayó de espaldas llamando la atención de todos en la biblioteca.

-Silencio!- grito la Sra. Blackmore, la bibliotecaria.

Todos miraron con reproche a su amigo, excepto la pequeña Ruby, quien se sobresaltó no por el ruido causado por moody, si no por su dolor de espalda a que sintió.

La chica quedó bastante confundida, nunca sentido a su alma gemela, pensaba que aún no cumplía los 18, pero nunca pasó por su mente ella idea de que aquel chico que la volvía loca fuera su destino.

-No puedo creer que Moody hiciera que nos echaran de la biblioteca- se quejo Gilbert caminando junto a Anne a una de las clases que casualmente compartían.

-¿A quien se le ocurre jugar con un extintor?- preguntó sarcásticamente la pelirroja mientras se quitaba los restos de espuma de su cabello.

Si, Moody se había puesto a jugar con el extintor de la biblioteca sin que nadie se diera cuenta, se le cayó y causó que este se encendiera y comenzara a esparcir su contenido por toda la biblioteca.

-Después de esto no lo dejarán entrar nunca más-dijo Gilbert y observó a Anne - Espera- dijo el muchacho confundiendo a la pelirroja.

Gilbert pasó su mano por la frente de Anne, la chica tenía aún espuma en su cara. El corazón de ambos comenzó a latir fuertemente.

Los nervios de la chica comenzaron a salir a la luz, causando que los de Gilbert también, las mejillas de ambos se tornaron de rojo, para salir de la situación Anne rompió el espacio entre ambos y caminó rápidamente hacia el salón con Gilbert detrás de ella.

-Llegaremos tarde- fue todo lo que dijo la chica antes de acomodarse en su lugar en una de las mesas a la ventana.

Su lugar favorito, cada vez que estaba en un salón escogía las mesas junto a las ventanas.

Así si se aburría en clase, tenia el extenso paisaje para pensar o inventar historias en su cabeza.

O en este caso, pensar en su alma gemela. El último tiempo dejaron de lado la idea de molestarse uno al otro. Pues cada quien estaba ocupado con otras cosas.

El tema de las almas gemelas no era algo recurrente en el grupo. Anne no habla nunca de su alma gemela, pocas veces se lo menciono a Diana, y Gilbert, bueno, todos saben la opinión que aparenta respecto al tema.

-¿Podrías deletrear Compromiso?- preguntó la maestra de literatura a Gilbert, a quien descubrió desconcentrado observó a la pelirroja al otro extremo del salón.

-C-O-N-P-R-O-M-I-S-O- respondió Gilbert dudando de su respuesta, ya que su mente seguía puesta en Anne.

Si bien la voz de la maestra lo tomó desprevenido, y sentir la mirada fija de Anne no lo ayudaba para nada.

-Es con M no con N- dijo Anne ganándose las felicitaciones de la profesora.

Gilbert la miró con sus ojos entrecerrados y Anne levantó sus cejas victoriosas hacia el chico.

Así comenzó la rivalidad académica entre Gilbert y Anne, eran los mejores de las clases que compartían, incluso en sus respectivas carreras.

Se podría decir que tenían los promedios más altos de la universidad, aunque la única motivación de cada uno era ganarle al otro.

-¿Que pasa Shirley?¿Se te olvido sumar?- se burló el pelinegro al ver a la chica concentrada intentando resolver unas ecuaciones.

-¿Que pasa Blythe?¿Tienes algún conpromiso?- contestó la chica recordándole su error a Gilbert.

-¿No se cansan nunca de molestarse?- preguntó Cole disgustado, pues se encontraba en medio de sus dos amigos.

-Ya bésense- rio Diana haciendo que Anne pisara el pie de su amiga, provocando un grito en ella y en Jerry.

-¿Que tengo que veg yo?- preguntó Jerry frunciendo el ceño.

-Te pasa por ser el alma gemela de Diana!- respondió Anne y volvió a lo suyo ignorando lo ocurrido.

Gilbert en cambio, seguía pensando el ya bésense de Diana. Si le hubieran dicho que besara a Anne cuando la vio por primera vez, seguramente diría que si.

Pero ahora ¿Besar a Anne Orgullo Shirley Cuthbert? Ni de broma, pensó el pelinegro. Según el Anne podía llegar a ser muy irritante y molesta.

¿Besar a Gilbert Egocéntrico Blythe? No gracias! Pensaba al mismo tiempo Anne, Gilbert era lindo a los ojos de la pelirroja ¿pero estar con la competencia y su mayor molestia? Anne prefería cortarse el cabello.

Es asombroso como después las cosas dan un giro por completo.

La vacaciones finalmente había llegado, Anne y Gilbert fueron los mejores de su clase para cuando estas terminaron.

Aunque su relación cambió bastante desde que se conocieron.

Seguramente si le hubieran preguntado a Gilbert que pensaba de Anne la primera semana que la conoció, diría que era una chica hermosa, dulce, amigable y simpática.

Pero si le preguntaran ahora, respondería algo como orgullosa, molesta, fastidiosa y odiosa. Aunque que le fascinaba atormentarla solo para ver cómo arrugaba su nariz cuando se molestaba, aunque claro, el chico no lo admitía.

Para Anne, la descripción de Gilbert no era muy diferente a la que él dio de ella.

Al comienzo creía que era un chico amable, caballeroso, educado y generoso.

Pero ahora, era un chico geocéntrico, detestable, insoportable y altanero. Anne sentía una gran satisfacción cuando demostraba que el chico estaba equivocado.

En fin, eran iguales unos al otro, vivían molestando al otro para hacerlo enfurecer, al igual como lo hacían con sus almas gemelas.

Aunque, todos se daban cuanta, que detrás de ese odio, existía realmente amor. Ya lo saben, del odio al amor, hay un solo paso.

Connections [Anne X Gilbert] TERMINADAWhere stories live. Discover now