No te enamores

34. Me gustas

Ya llevamos varios días aquí, en la cabaña, y he de decir que mi ánimo ha subido notoriamente, al parecer Changbin y yo tenemos más cosas en común de lo que pensábamos, tenemos mismos gustos en música, le encanta dibujar y sobre todo le gusta cantar, si ya lo sé, estarás pensando que es idol y blah, blah, blah, pero no me refiero a eso; todas las noches me desvelaba y empezaba a dar vueltas por la casa, o salía a que me diera el aire pero, una noche, él se despertó y me vio allí, parada frente a la gran puerta trasera de cristal. Se acercó a mí y me pregunto si estaba bien, no sabia que contestar e, inconscientemente, me puse a llorar, el solo me abrazo y me acompaño a mi dormitorio, se quedó conmigo hasta que me dormí mientras cantaba nanas de cuna.

Hoy me levanté temprano para preparar el desayuno, quería darle las gracias de algún modo por todos estos días en la cabaña, había encontrado sentimientos que nunca había visto antes en mis colores de ojos, nunca lo hubiera descubierto si no fuera gracias a él, que me dijo que mis ojos se tornaron de un rubí muy clarito. Fuí al baño y, efectivamente, tenía los iris del color que él me dijo, no sabía qué significaba en ese momento, pero ahora creo que sí... Creo que estoy enamorada de él.

Al acabar de preparar el desayuno lo cojí para llevarlo a la mesa cuando escucho que Changbin estaba viniendo. Le miré y sonreí

-Buenos días Binnie - dije mientras dejaba el desayuno en la mesa

-Buenos días t/n - dijo mientras lavaba sus manos para después sentarse en la mesa - ¿Y esto?

-Es para agradecerte todo lo que has echo por mi desde el incidente de mi hermano - sonreí de forma tierna mientras le servía un poco de comida en su plato

Él solo sonrió y empezamos a comer, el resto del desayuno prosiguió en silencio, ninguno de los dos se atrevía a formular palabra.

Al acabar recogí todo, Changbin se ofreció a ayudarme, mientras yo recogía la mesa él fregaba los platos.

-Hoy tengo una sorpresa para ti, cámbiate y cuando estés lista espérame en el comedor

Y antes de poder responder se fue escaleras arriba, hacia su habitación. Sin entender muy bien la situación le hice caso y fui a cambiarme, me puse unos vaqueros negros junto a una blusa blanca, recogí mi pelo en dos moñitos, dejando pequeños mechones como flequillo. No creí necesario maquillarme, así que salí de mi habitación y me dirigí al comedor, me senté en el sofá y esperé a que él viniera a por mí.

A los 10 minutos, aproximadamente, apareció por la puerta, tenía el pelo revuelto y vestía unos tejanos oscuros y una camiseta holgada blanca; en sus manos llevaba un pequeño ramo de orquídeas de color magenta, me las extendió con una de sus mas cálidas sonrisas, las acepte sin pensarlo dos veces, hasta se podía ver como salía por mi boca una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Vamos? -preguntó mirándome

Yo solo asentí y empecé a seguirlo. El trayecto fue un poco tedioso pero al final llegamos a un prado, lleno de orquídeas, margaritas, rosas, violetas, entre otras. Todo era muy colorido y bonito; Changbin se puso delante de mí mientras cogía mi mano.

-T/n he de decirte algo - me miro algo inquieto

-Yo también he de decirte algo

-Me gustas

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Hola a todxs, como estáis? Espero que estéis súper bien, hoy os traigo un nuevo capítulo de esta historia. Espero que os este gustando mucho si es así dejado una estrella en señal de apoyo y comentad que os parece la historia y que queréis que pase. Pd: No tengo inspiración por lo que tardaré más en actualizar.