02 | Mr. Popular

952 139 29
                                    

Yeonjun nunca había intentado ser popular, no había sido uno de sus objetivos al entrar al instituto. Pero simplemente ocurrió. Cuando en su primer año vio como estaba rodeado continuamente de gente, todos querían comer con él, formar equipo al hacer deportes, etc, no supo por qué era, aunque tampoco le molestó -al menos no al principio-.
Por desgracia se dio cuenta de que no todo el mundo se acercaba a él con buenas intenciones y no tardó mucho en ver que el interés era lo que movía a muchos de los que se acercaban a él. Así es como acabó con un pequeño grupo de amigos cercanos bastante cerrado; se llevaba bien con los demás estudiantes, era agradable y extrovertido, pero llegar a ser cercano a él era muy complicado.

En su último año de instituto llegó el momento de que que el chico decidiese lo que quería hacer en el futuro, pero no tenía ni la más mínima idea. Podía elegir entre muchas opciones, sacaba buenas notas en todas las asignaturas y hacía deporte, siendo incluso titular en el equipo de volleyball, pero nada le convencía.

No quiero pasarme toda la vida sentado en un despacho viendo el tiempo pasar... arrepintiéndome de haber tomado una mala decisión a los 18 años.

¿Por qué tanta prisa de repente en escoger su futuro? Seguía siendo un niño. Lo peor era que muchos de sus compañeros ya lo tenían claro o lo llevaban teniendo claro desde hacía ya meses, hasta años.
Probablemente pensar en todo aquello durante la práctica de voley había sido una mala idea, se dio cuenta cuando un balón le golpeó directamente en la cara, haciendo que se cayese hacia atrás como un peso muerto.

— ¡No, la cara no! ¿Acaso no veis que es su mejor atributo? ¿queréis matarlo de hambre?— el peliazul solo pudo rodar los ojos con diversión ante el comentario de su capitán— ¿Qué te pasa? Estás en las nubes.

Aceptó la mano de uno de sus compañeros para levantarse, sobándose la cara con una pequeña mueca, no le dolía demasiado así que esperaba no acabar con un moratón en medio de la frente.

—Estaba en las nubes— admitió mirando a su capitán con los labios aplastados, viendo cómo el contrario alzaba una ceja como respuesta—. Lo siento, Hyunjin, no me des tu también un balonazo, por favor.

— Últimamente estás raro, sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea, ¿verdad?

Consideraba a Hyunjin como un amigo de confianza, una de las pocas personas con las que sabía que podía contar, pero su problema le parecía inmaduro y sin importancia para los demás. Se sentía como un niño pequeño por tener tantos problemas decidiendo lo que quería hacer después del instituto. Todos los demás habían tardado mucho menos, ¿así que el raro era él, verdad?

— Tranquilo, está todo bien, es solo que hoy dormí fatal y las clases han sido un verdadero aburrimiento— respondió de manera simple, no queriendo darle demasiadas vueltas al tema.

Vio cómo el contrario asentía en respuesta, aunque en sus ojos había una clara desconfianza, se había dado cuenta de que Yeonjun simplemente estaba intentando evitar el tema, pero no quería insistir si el peliazul no estaba dispuesto a contarlo.
Por suerte para Yeonjun la práctica terminó pronto y pudo ir a reunirse con cierto pelinegro, que para variar, llegaba tarde. Un par de minutos después vio como su amigo llegaba entre suspiros, como si acabase de correr una maratón cuando probablemente lo único que había hecho era subir unas escaleras.

— Soobin, tan dramático como siempre— el susodicho tan solo puso una mueca, parándose un momento para descansar.

— Sabes yeonjun, me sentía mal porque tengo que cancelar nuestros planes— comenzó a decir, haciendo que el más bajo frunciese el ceño con levedad—, pero ya me siento mejor.

— ¿Por qué no puedes venir a las recreativas conmigo?— preguntó el chico con mala cara, como queriendo darle pena al contrario, cosa que no consiguió.

Soobin simplemente suspiró y se sentó en uno de los bancos que había por el patio del instituto, dejando unos papeles a su lado, en los cuales Yeonjun no se había fijado hasta ese momento.

— Han convocado una reunión repentina en el consejo escolar y sería una falta de respeto que el mismo presidente no se presente, ¿no crees?— lo dijo sin ganas, dando a entender que no es que el prefiriese ese plan a ir con Yeonjun a pasar un buen rato—. De todas formas tengo un poco de tiempo, ¿diez minutos o así? Lo suficiente para hablar un poco.

De repente Yeonjun se sintió como si el contrario le estuviese leyendo el alma. Debería estar acostumbrado a que Soobin pudiese saber qué le ocurría algo como si de un libro abierto se tratase, pero no lo estaba, a veces hasta le daba mal rollo -como en ese momento-.

No se si es que el tiene un sexto sentido o que yo soy horrible actuando.

— La verdad es que no es nada nuevo, lo de siempre— suspiró el peliazul sentándose junto a él en el banco. Ya había hablado de ese tema con Soobin, asi que no tenía miedo de incordiarlo o de que lo juzgase, probablemente él era la persona en la que más confiaba en el mundo—. No se si lograré decidir lo que quiero hacer antes de la graduación, me siento como si el tiempo se me viniese encima, ¿y si al final quiero ir a una universidad pero las matrículas ya se han cerrado?

— Y yo soy el dramático— dijo algo exasperado Soobin, mirando a su amigo con una ceja alzada—. Yeonjun, el curso no va ni por la mitad, tienes tiempo de sobra para pensar y si necesitas más tiempo te lo tomas, no es como si fuese obligatorio saber lo que quieres hacer el resto de tu vida a los dieciocho años.

— Quizás no, pero es lo normal, además, ¿si no hago algo a qué que se supone que me dedicaré el año que viene? ¿me tomo un año sabático?— preguntó con sarcasmo, recibiendo una mirada complice del chico—. No, Soobin, no me voy a tomar un año sabático.

— No veo cuál es el problema, tendrías un año entero para pensar— comentó con una pequeña sonrisa, riéndose cuando Yeonjun le dio un codazo en el costado—. A mi me encantaría tener un año sabático, pero nada más que termine empezaré a trabajar en la panadería de mis padres...— ambos se quedaron callados durante unos segundos, y por un momento, Yeonjun supo lo que su amigo diría a continuación—. Tienes suerte de poder decidir lo que quieres hacer.

El más bajo no dijo nada, sabiendo que el contrario no quería heredar la tienda de sus padres, pero no le quedaba otra opción. Comparando su situación con la de Soobin, lo suyo era algo facil de resolver, en algún momento tomaría una decisión, pero su amigo...

El pelinegro hizo un ademán de levantarse, probablemente ya se le estaba haciendo tarde para ir a la reunión.

— ¿Por qué tienes una reunión del consejo un jueves por la tarde?— preguntó Yeonjun con un cierto tono de confusión, las reuniones solían ser los lunes u otro día por la mañana.

— Al parecer ha habido algunos casos de bull- — no pudo terminar la frase. Ambos chicos escucharon un fuerte ruido y seguidamente un grito dentro del instituto. No tardaron en salir corriendo hacia la fuente del sonido.

____________ Fin del segundo capítulo.

Not me apareciendo después
de una eternidad. uwu
No estoy muerta, tan solo
en la universidad, ah. Pero
calma porque esta
historia ni de broma la
voy a abandonar.

Dicho esto, comentad qué
os ha parecido, qué cosas
creéis que van a ocurrir, ideas,
os leo. ''

Si tenéis tiktok buscarme
allí por el nombre de @depravia

The Sketchbook | Yeongyu.Where stories live. Discover now