05 | Mi stalker personal

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No supo durante cuánto tiempo se mantuvo observando ese dibujo, ese dibujo en el que claramente salía él. Yeonjun descubrió que cuando ves un dibujo que han hecho de ti, sientes dos emociones diferentes. Lo primero que sintió fue vergüenza, mirando su rostro con los labios ligeramente aplastados y su nariz arrugada -verse trazado en las páginas de un cuaderno era bastante distinto a contemplar una foto de sí mismo-; la otra emoción que lo inundó fue una entre confusión y algo de miedo.

Era consciente de que las personas a las que les gustaba dibujar solían utilizar como modelos a la gente que se cruzaba en su camino, y le habría parecido completamente normal de no ser porque al pasar un par de páginas se encontró más dibujos de sí mismo. Una vez, normal. Más de una, stalker.

Miró de nuevo la foto de ese estudiante, pensando que para nada le daba una mala sensación, parecía un chico normal y corriente. Lo siguiente que se planteó fue que Taehyun quizás fuese uno de esos alumnos obsesionados con él, en busca de la popularidad que conllevaba ser su amigo, pero tampoco tenía sentido. Taehyun nunca había hablado con él, ni siquiera le sonaba su cara.

¿Es una coincidencia entonces?
Puede que hubiese dibujos de él porque iban en el mismo autobús.
Probablemente sería eso.
Tenía que ser eso.

Siguió pasando las páginas, no dejando de estar asombrado por la destreza y el detalle de los dibujos aunque siguiese sintiéndose algo inseguro. Si ignoraba los dibujos en los que aparecía su cara, aquello lo estaba relajando incluso tanto como lo hacía la música. Su mente, que hasta hacía escasos minutos se encontraba en un colapso, hundido por los pensamientos negativos, en esos momentos estaba calmada, sumida en los dibujos del menor. Le parecía asombroso que alguien pudiese transmitir tanto con unas líneas hechas a lápiz.

Acabó cogiendo el cuaderno para llevárselo con él de vuelta a la cama, dejando el ordenador a un lado y centrándose en la inspección de cada uno de los dibujos plasmados sobre las páginas. En general las ilustraciones eran bastante variadas, presentando desde pasajeros del autobús hasta diferentes animales, edificios, manos - muchas manos -, paisajes, etc. Aunque sin duda, el dibujo más repetido era el de sí mismo.

Con la música de fondo y enfrascado en su descubrimiento la tarde se pasó bastante rápido, dándose cuenta de que la presencia de texto en el cuaderno era bastante extraña. Había algunas palabras o pequeñas frases de vez en cuando, como cuando parecía que algo le había salido mal, apareciendo entonces expresiones como "agh", "puede salirme ya? Gracias", "no volver a mirar", "tapar con un post-it"; lo cual le sacó alguna risa.

Sin embargo, cuando ya estaba en las últimas páginas, se encontró algo escrito al lado de, como no, un dibujo de él. Primero se fijó en su expresión, pensando que ese día parecía bastante desanimado, encorvado y escuchando música con la mirada perdida. Sin duda refleja bastante bien la realidad. Su atención pasó al texto, comenzando a leer con calma:

"¿Estás triste? Ojalá pudieras contarme que es lo que te ocurre. Podría intentar ayudarte.
Últimamente pareces bastante desanimado, y aunque no nos conozcamos porque soy un maldito cobarde, me encantaría poder ofrecerte apoyo.
Siempre he visto como ayudas a otros y te preocupas por tus amigos y desearía que pusieses ese mismo empeño en tu propio bienestar. Prometo que, a riesgo de que me ignores, me armaré de valor para hablarte un día de estos.

Esto parece un diario y me estoy dando diabetes a mí mismo".

La mirada borrosa y un nudo ya conocido en su garganta fueron su señal para cerrar el cuaderno. Pestañeó un par de veces, sintiéndose estúpido al notar como una lágrima rodaba lentamente por su mejilla. Las palabras de un desconocido lo habían conmovido. ¿Pero de verdad era un desconocido? A excepción de Soobin ninguno de sus amigos había insistido en saber qué era lo que le ocurría recientemente, suponiendo que tan solo estaba cansado de las clases o algo por el estilo. Y si supiesen más sobre lo que le ocurría, no estaba muy seguro de que le diesen la importancia que le daba él.

Llegados hasta ese punto, tenía bastante claro que le gustaba a Taehyun, o que como mínimo tenía un crush en él. Personalmente, nunca había estado demasiado interesado en las relaciones, principalmente porque la gente que se le acercaba era por interés o no notaba una conexión "romántica". Aún así se había imaginado cómo sería tener pareja en alguna ocasión, no obstante, nunca había pensado en acabar con un chico. En ningún momento se había parado a pensar sobre su orientación sexual, diciendo en alguna ocasión que no quería ponerse etiquetas, a lo que Soobin le contestaba que lo más probable era que fuese bisexual. Y pese a esto, solo se había imaginado saliendo con chicas.

Dirigió su mirada hacia su escritorio, concretamente hacia la foto de Taehyun sobre este. A su mente se venían diferentes pensamientos, comprendiendo los dibujos que acababa de ver y sobre todo el último texto. Definitivamente el género no es un impedimento. No era lo más importante para él en esos momentos.

. . .

Todavía no había cenado cuando a Beomgyu le llegó el mensaje de sus pesadillas. Hacía apenas un par de horas que había llegado a su casa, mandándole entonces un mensaje a Taehyun para preguntarle cómo estaba su "niño", teniendo un mal presentimiento al ver cómo pasaba el tiempo y no le llegaba una respuesta. No podía verse a sí mismo, pero juraría que al ver la respuesta de Taehyun se quedó pálido.

Beomgyu

Yo...

Lo siento muchísimo pero creo que se me quedó el cuaderno en el bus

De verdad que no se que decirte

Por favor no me odies

Haré lo que sea para encontrarlo, te lo juro

Durante unos segundos le faltó el aire, notando una sensación de vértigo que no se iba. Podría compararlo a lo que sentía cuando creía que había perdido el móvil, pero en realidad era mucho peor. Su respiración se aceleró, comenzando a darle pequeños tirones al extremo de su camiseta. Su objeto más preciado había desaparecido, aquello que atesoraba más que a nada se había perdido, y era horrible.

____________ Fin del quinto capítulo.

Después de una vida y
media, tachán!
Llegó el momento del que
parte el argumento
importante de la historia uwu

A partir de ahora las cosas se
pondrán más interesantes y...
por fin los dos pares de amigos
hablarán entre sí!

Espero que os haya gustado,
dejad likes y comentarios,
os leo ''

The Sketchbook | Yeongyu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora