𝗌𝖾𝗂𝗌

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Olivia

— Me pego un tiro si se pone a llover — mire al cielo, las nubes se hacían notar por sobre el cielo oscuro.

Las gotas de lluvia comenzaron a caer de poco a poquito. Caminamos más rápido, la lluvia aun era ligera así que se podía caminar con tranquilidad.

Poco duró, llovía cada vez con más intensidad. Corrimos hasta el techito de un negocio el cuál decidimos que sería nuestro refugio.

— ¡El cielo se cae dijo el chicken little! — grite para webear a la Alessia.

Ella rodó los ojos, según ella por este camino llegaríamos rápido a nuestras casas, aun no llegamos. Eso la enoja, odia que sus planes salgan mal por más pequeños qué sean.

— Voy a comprar — aviso la Alessia.

La seguí porque quería que me comprara algo para engañar las perras ganas de comer que traigo.

El negocio era como cualquier otro, solo que este tenia a una señora de unos cuarenta sonriente hablando con la Alessia.

— ¿Que quieres? — me pregunto alegre la Alessia, parece que ya le paso su enojo.

— Un yogu yogu, porfa— pedí.

— La wea mala.

— Yo no decía nada por tu ex y ese era peor.

La señora soltó una carcajada que retumbó por todo el negocio.

La comediante me dicen.

— Son la versión femenina de mi sobrino y su amigo — dijo la señora caga de risa.

chucha, espero que eso sea bueno.

La señora volvió con todo lo que le pedimos y la Alessia pago, esperamos un rato que la lluvia parara para seguir caminando a nuestros hogares.

— ¿Te la llevas tú? — la Alessia estiro su mano en con un sobresito chiquito en sus dedos.

— ¿Para que la compraste si no te la ibas a fumar?

— Para pasar piola po — se rió.

— ¿Y ahora que hacemos con esta wea?, yo soy asmática y a ti te da miedo.

— Jaja si soy — se volvió a reír — Pero mejor guárdala tú, tu mamá es menos cuatica.

Bueno si, siento que si mi mamá la pilla es capaz de fumársela ella.

Caminos por un largo rato hasta que las casas y las calles ya se me hacían conocidas. Nos separamos en nuestras esquinas y cada una se fue por su pasaje.

— Apareciste — me dijo mi mamá apenas puse un pie en la casa — Estay toda moja.

— Estaba con la Alessia y nos pillo la lluvia — me excuse altiro.

— Ya, pero avísame para la otra y sube a cambiarte esa ropa mojada.

Se dió media vuelta y subió al segundo piso. Yo me fui a la cocina a prepararme un pan y un tapsin para no enfermarme, aun estaba caga de hambre.

Después de comer subí a mi pieza, me puse mi pijama y me tire en la cama, no supe de mi existencia hasta la mañana siguiente que sonó mi alarma.

Al colegio culiao denuevo.

— Me siento como el culo — la Alessia apoyo su cabeza en mi hombro — No fue buena idea caminar en la lluvia.

— Yo me tome un tapsin anoche y quede de pana.

Picao a flaiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora