Picao a flaite

𝖽𝗂𝖾𝖼𝗂𝗇𝗎𝖾𝗏𝖾

Olivia

Obligo a mis pies a seguir subiendo las escaleras para llegar a la sala. Aun faltan unos minutos para que toque la campana pero quiero puro sentarme en mi sillita y dormir un ratito.

Tenía puro sueño en mi ser, anoche cuando llame a la Alessia para contarle lo del Villa me tuvo como una hora hablando de que como había sido. Y obvio que estuve toda lo hora contándole, aunque creo que fue más de una hora porque hoy me desperté con los gritos de sus papás al pasarla a despertar y aun estábamos en llamada.

Al menos me sirvió de alarma.

Entre a la sala, habían un par de weones dispersos por ella con la misma cara de sueño.

No ví a la Alessia pero si a su mochila asi que supuse que había ido al baño. Me senté en el puesto vacío a su lado y me acomodé para dormir.

— Olivia— me llamo alguien, levante mi cabeza y me encontré con él Bruno.

Uy se me había olvidado su existencia.

— Buenos días — sonrió levemente y me vuelvo a acordar para dormir.

— ¿Porque no me hablas?

— Te estoy hablando ahora.

— Me refiero a que no me respondes los mensajes — reclamo.

Bueno de eso soy culpable, vi que me envió mensajes pero no le respondí porque no quería entablar una conversación con él.

— Ni siquiera he revisado el celular — me excuse.

— ¿Dos días seguidos?

Y este weon que se cree.

— ¿Erí mi papá acaso? — dije molesta, que se creía el weon para reclamarme.

— Dejame el visto aunque sea — se encogió de hombros

— No somos nada, deja tu show — me pare para salir de la sala, no lo iba a estar aguantando.

Que se valla directito a la mierda.

Sali a lo flash de la sala con dirección al baño para ver si me encontraba a la Alessia, la weona se estaba encrespando las pestañas de lo más tranquila.

— Porque traes esa cara — me miro asustada.

— Como le dices a tú pelao que ya no quieres nada con él porque te esta interesando alguien más.

La Alessia grito de emoción — ¡Ya no te interesa el Bruno! — celebró.

— Cállate weona, que aquí las paredes tienen oídos— le tape la boca con mi mano, no quería que alguien le fuera con el chismesito al Bruno.

Nos fuimos del brazo a la sala, la Alessia me iba hablando pero en mi cabeza solo se maquinaba un plan para sacar al Bruno de mi vida.

La Alessia me dio varias opciones pero la más coherente era decírselo de frente.

— Sería más fácil hacerle ghosting pero el weon va en nuestro curso— se lamentó mi amiga.