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Narrador omnisciente: -Vamos Jerry! Devuélveme el zapato!- dijo la chica persiguiéndolo.
La criatura se acercó a la ventana con la zapatilla entre sus brazos. -No...no se te ocurra!- dijo pero era demasiado tarde.- Jerry...- dijo maldeciéndose. Había tirado su zapato por la ventana, solo esperaba que no le hubiera dado a nadie en la cabeza...
Miró en su armario y no había nada, bueno si que había. Tomó dos de los zapatos que vio primero y se los puso rápidamente.
-Ahora, te quedarás aquí, después iremos a dar un paseo, entendido?- Sin embargo, mientras la chica buscaba su corbata, Jerry se metió dentro de la mochila.
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De camino allí, los chicos y las chicas la miraban y se reían, pero eso a ella le daba igual. Llegaba tarde a su primera clase... defensa contra las artes oscuras.
Entró y la profesora aún no había llegado. Suspiró de alivio. -Vaya, nunca pensé que fueras tan original...- dijo Marcus sonriéndole.
-P-por que lo dices?- el chico le señaló sus pies. Se había puesto dos tipos de calzado diferente. -Da igual, vamos.- dijo la chica sentándose.
Al abrir la mochila se asustó. -Jerry! Que haces aquí!- dijo en un susurro.- Se supone que deberías haberte quedado...
-Buenos días alumnos.- dijo la chillona voz de Umbridge entrando al salón de clase.
Keira inmediatamente cerró la mochila. Si le descubrían, ya podría ir cavando su tumba. -Bien, guarden sus varitas. Empezaremos a leer el libro y después os avaluaré, empezad.- dijo con tranquilidad.
La chica suspiró y empezó a leer tranquilamente.
Toda la clase estaba en silencio, todos estaban leyendo sin molestar ni hacer ningún ruido, hasta que se empezó a escuchar algo.
Algo proveniente de la mochila de Keira.
Ginny, quién se había fijado en lo rara que estaba, vio como movía la pierna. Debería estar nerviosa pensó. Pero por qué? -Que es ese ruido?- preguntó la profesora acercándose a la mensa de Keira.- Señorita...
-Rymer.- dijo la chica con nerviosismo. -Que tiene en la mochila?- le preguntó mirándola fijamente.
-Mis libros profesora.- respondió. -Seria tan amable de comprobarlo?- dijo con una sonrisa maliciosa.- Abra la mochila ahora.
La chica se encontraba asustada, sin duda no quería que vieran lo que traía dentro. -No puede hacer eso.- dijo una voz.
Era Marcus. -Señor Suns...no le he dado permiso para hablar. Así que cállese ahora mismo.- dijo Umbridge enfadada.- Ahora, abre la mochila.
-No puede obligarla!- siguió hablando el chico. -CÁLLESE!- le gritó la profesora.
-Profesora, no puede gritarle de esa manera.- dijo la voz de Keira con firmeza.
La clase entera se quedó de piedra. Keira nunca llevaba la contraria a los profesores ni les faltaba el respeto, siempre acotaba a lo que estos decían sin rechistar... -Solo lo repetiré una vez más...abre la mochila.- dijo Umbridge perdiendo la paciencia.
-Solo le responderé una vez más. No pienso abrirla.- dijo la chica.
Ginny abrió los ojos como nunca, esa era la misma Keira que conocía?
Marcus se empezó a reír, seguido de toda la clase aunque no duró mucho por el grito de Umbridge. -SUNS! RYMER! CASTIGADOS!- dijo perdiendo los estribos, pero inmediatamente volvió a su estado normal, con la sonrisa que daba miedo.- A mi oficina, después de clases.
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Los dos chicos se encontraban fuera del despacho de Dolores Umbridge. -No tenias por que hacerlo...- dijo la chica mirando a Marcus.
-Somos amigos no?- dijo con una sonrisa.- Los amigos se protegen...además, no me has presentado al causante de todo esto... -Oh...es verdad, Jerry te caerá genial...es muy juguetón.- dijo contenta.
Y por un momento la chica se olvido el echo de que sus padres se enterarían de su castigo...de que había "contestado" a un profesor.
-Que haces aquí amor?- preguntó una voz por detrás.- Que nosotros sepamos...no eres una chica mala...- empezó Fred. -Si...que hacéis aquí?- preguntó George.
-Sois muy graciosos.- dijo Keira con sarcasmo.- Y estamos aquí por un castigo. -Le ha contestado a Umbridge.- dijo Marcus.- Y yo le he seguido el rollo.
Los gemelos analizaron al chico como si se tratara de algún robot. Hasta que finalmente hablaron. -Aceptado como amigo para Keira.- dijo George.
-Oh...ahora tengo que tener verificación para los amigos que tengo?- preguntó la chica de brazos cruzados. -Claro que si.- dijeron los dos.
-Créenos cuándo te decimos que sabemos quién es un capullo y quién no.- dijo Fred.- Piensas que te dejaremos que vayas repartiendo alegría por cualquier lado? -Tu amistad solo la merecen las personas que de verdad les importes.- siguió George.
-Siempre son así?- preguntó Marcus mirándolos. -Siempre.- dijo Keira con una sonrisa.
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Cuando Keira salió junto con Marcus del castigo, se frotaba la mano. Le dolía mucho. -Nos vemos luego?- le dijo Marcus a lo que la chica asintió.
Umbridge les había hecho escribir con una pluma mágica, la cual no necesitaba tinta. Solo con escribir en el pergamino, te dejaba una marca en la piel. Una cicatriz.
Debo obedecer las órdenes.
Esa era la frase que había marcada en su mano.
-Estás bien?- preguntó una voz.
Rápidamente escondió la mano en la manga y miró a Ginny quién la miraba. -Si, no tenías que preocuparte.- dijo intentando marcharse pero la pelirroja la paró.
-Keira, siento haberte dicho todas esas cosas, enserio lo siento, no era mi intención...
La chica la miró finalmente. -Te perdono.- dijo, entonces Ginny sonrió.- Pero creo que es mejor que sigamos así. Lo siento.
Se fue sin esperar respuesta. No le gustaba estar enfadada con nadie así que sintió un alivio al perdonar a Ginny, sin embargo, el dolor aún seguía.
Ella, la persona más importante para ella en ese momento, le había dicho todo por lo que tenía inseguridad. La había roto por dentro.
Ginny, quién no tenía palabras para describir lo que sentía en ese momento se fue pensando a su sala común.
Keira no quería volver a ser su amiga...tan horrible había sido con ella?
