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Narrador omnisciente:Keira estaba esperando que Ginny entrará en el gran comedor para volver a hablar con ella

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Narrador omnisciente:
Keira estaba esperando que Ginny entrará en el gran comedor para volver a hablar con ella. Las cosas no podían quedarse de esa manera.

Ginny debía saber que ella no le importaba en lo más absoluto Pansy.

Fue cuando la pelirroja entró junto con Luna.
-Ginny!- dijo yendo hacia ella.- Hola Luna, te importaría que hablara con Ginny a solas?

-Así que era ella la persona que te gustaba...- empezó a decir la Ravenclaw.- Me alegra que hubieras seguido mi consejo en escribirle una carta, hacéis buena pareja.- dijo para irse dando saltitos.

Keira ahora era la que estaba avergonzada. Eso se suponía que debía ser un secreto para siempre.

Ginny por otro lado intentaba permanecer seria, pero era inevitable sonreír. Keira la hacia tan feliz...
-Así que eras mi admiradora secreta...serás mentirosa! Tu misma me decías que no tenías ni idea!- dijo riendo.

-Ya...bueno no podía decirte, oh, si yo era tu admiradora secreta por qué me has gustado desde que tengo memoria.- dijo sarcásticamente.

Las dos se miraron durante unos segundos. Querían decirse tantas cosas pero ninguna daba el paso.
-Debería ir a clase...- dijo la pelirroja para empezar a marcharse.

Esperaba que Keira la parara, esperaba que le dijera que lo sentía mucho y que le pediría perdón...pero no fue así. Eso nunca pasó.

✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿

-Bien, empezaremos la clase...señorita Weasley quiere prestar atención?- Ginny quién no prestaba atención se puso nerviosa y se sentó bien.- 10 puntos menos para Gryffindor.- dijo Snape.

En un momento, el profesor de pociones empezó a ponerse nervioso. Keira pudo notarlo ya que era muy observadora.

La clase concluyó y Snape se fue inmediatamente. Donde iría? Pensó Keira al verlo desaparecer por las escaleras.

Ahora tendrían tiempo libre, así que la chica aprovecharía el tiempo para estudiar. Los TIMOS se acercaban y debería estar preparada.

-Alto ahí.- dijo una voz por detrás.- No puedo soportarlo más Keira.
-Que quieres que haga Ginny? Te he pedido disculpas, te he dejado tu espacio y he intentando hablar contigo pero no voy a presionarte.- respondió la chica.

-Lo siento si? No es que me gustara que Párkinson te besara...- empezó a decir la pelirroja.

Fue cuando muchos alumnos empezaban a correr en dirección fuera.
-Que ha pasado?- dijo Keira yendo junto Ginny.

Los rostros de todos eran de tortura. La escena que veían delante suyo era horrorosa de ver y muy dolorosa.

Dumbledore, el director de Hogwarts, uno de los magos más poderosos que jamás han existido, se encontraba en el suelo.

Más bien su cuerpo sin vida.

El director había muerto.
-Dejen pasar por el amor de Merlín!- decía Minerva con los ojos húmedos.- Albus...

Harry se encontraba junto el cuerpo. No le importaba nada en ese momento que le estuvieran mirando o le dijeran que se apartase.

Keira miraba la escena y lágrimas se asomaron, inmediatamente notadas por la pelirroja quién le tomó la mano en forma de apoyo.
-Se ha ido.- dijo la chica aún no asimilando lo sucedido.

-Que ha pasado?- dijo Ginny.- No...no puede morir, no puede ser...
-Ginny...- dijo la chica mirándola.- Por favor para.

A la pelirroja también se le humedecieron los ojos por la situación y no era la única, todos se encontraban en estado de pánico y terror.

Y aunque las chicas no lo sabían, tanto Bellatrix, como Lucius como otros mortífagos habían escapado de Azkaban...

El final de curso había sido duro para todos. Nadie se sabía que iba a pasar a continuación, seguro que nada bueno se esperaban...
-Y ahora que harás Harry?- le preguntó Hermione.

-Debo destruir los horrocruxes para poder destruir a Voldemort. Debo acabar lo que Dumbledore empezó.- respondió este.
-Cuenta con nosotros.- le dijo Ron.

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Keira se encontraba en el tren de vuelta a casa...su hogar, más bien dicho el lugar de sus pesadillas.
-Ven conmigo.- dijo de repente Ginny entrando.- Quédate en la Madriguera, por favor.

La chica no tenía mejor sitio que ese para ir, segura te esté mejor que en su casa...sola.

Sola o eso pensaba.

Menos mal que la pelirroja insistió en que se quedará con ella, pues el señor y la señora Rymer la esperaban ansiosos.

Keira se había salvado de los pelos, ni se imaginaba los planes que sus padres tenían en mente para ella.

Al llegar a la madriguera, Molly las recibió con cariño y una sonrisa amistosa.
-Que tal habéis estado cielo? Ginny se porta bien?- preguntó la señora con una sonrisa sincera.

Keira río mientras que la pelirroja bufaba roja de la vergüenza.
-Claro, ha tenido sus bajones pero nada fuera de lo común.- respondió mirándola.

Parecía ser que el cariño y amor que le daban los Weasley a Keira hacia que todo el drama, peligro y el odio que en ese momento había en el exterior.
-Por qué no vas a instalarte? Los demás deben estar por llegar...

Keira subió y se instaló en la habitación donde dormiría. En la de Ginny cómo siempre habían hecho.
-Que crees que haces?- dijo la pelirroja de brazos cruzados.

-Eh...lo siento, pensaba que...- empezó a decir pero Ginny sonrió.
-Crees que dormirías en otra cama? De eso ni hablar señorita.- dijo riendo.- Es obvio que dormirás conmigo.

-Por un momento pensaba que no querías que estuviera.- suspiró de alivio la chica.
-Oh, enserio?- dijo la pelirroja acercándose.

-Si.- respondió Keira cortando el espacio que había entre ellas.

Ginny le correspondió de inmediato y la acercó más a ella. Quién las viera en ese momento diría que estaban hechas ella una para la otra.

Y ellas lo sabían.

I found you (Ginny Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora