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Narrador omnisciente: -Ginny, la cena está servida.- dijo la voz de Molly desde el piso de arriba.
La pelirroja salió de su cuarto y bajó las escaleras lentamente. No tenía hambre. -Ron puede comerse mi comida, no voy a cenar.- dijo para volver a su cuarto.
Ron quién era el único que quedaba en la madriguera pues Percy y los gemelos ya no vivían allí miró a su madre. -Mamá, me estoy preocupado mucho o Ginny está dejando de comer?
Molly decidió subir con una porción de la cena. Tocó la puerta y se escuchó un "pase". -Hola cariño, que haces?- preguntó la señora Weasley.
Ginny suspiró. -Estudio las jugadas para mejorar.- respondió con simpleza.
Se había pasado todo el verano estudiando y analizando las jugadas de quidditch posibles para ser más mejor. Keira le había dicho que confiaba en ella. No podía decepcionarla.
Molly dejó el plato con la comida en el escritorio y se sentó en la cama, al lado de ella. -Quieres hablar?- le preguntó a lo que la pelirroja negó.
-No hace falta.- respondió un tanto seca. Entonces sintió como Molly la abrazaba. Eso fue la gota que colmó todo.
Las lágrimas volvieron a salir, volvían y no podían parar. -La extraño demasiado mamá, quiero que vuelva.- decía entre sollozos.- La necesito conmigo.
-Lo sé cielo, lo lamento tanto...- le decía Molly acariciándole el pelo.- Debes ser fuerte si? Ella no querría esto...además, empezarás tu último año de Hogwarts antes de que te gradúes.
Ginny miró a su madre con los ojos hinchados y rojos. Había sido sin duda el verano más duro de su vida. -Tienes razón.- le intentó esbozar una sonrisa pero le salió una mueca a lo que Molly la abrazó otra vez.- Debo ser fuerte...
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La pelirroja se encontraba en la estación de tren. Estaba preparada para empezar su último año de curso. -Hola Luna.- le dijo al verla.
La Ravenclaw la abrazó mostrándole afecto. -Entramos?- le dijo después de separarse a lo que Ginny asintió.
Hogwarts ya no sería lo mismo, no podría compararse...
Cuando las dos chicas entraron al gran comedor se llevaron una agradable sorpresa ver a McGonagall ocupar el puesto como directora.
Tomaron asiento y el discurso empezó. -Este año...vaya, no se ni como empezar.- dijo disculpándose.- Quiero agradecer sobretodo a los alumnos de último grado que ayudaron a que todo fuera posible. Me alegra anunciar que un nuevo año está por comenzar.
Empezaron con la selección de las casas a los nuevos alumnos. Mientras Ginny quien apoyaba su cabeza contra su mano, pensaba en todo.
En ese mismo sitio fue donde lo perdió todo, la perdió a ella...
Se levantó sin aviso y miró a la nueva directora quién con la mirada la autorizó a salir.
Fue directamente fuera, necesitaba aire. No podía más con la situación. Pensaba que sería más fácil afrontar la verdad pero no era así.
Se sentó cerca del lago negro y empezó a llorar en silencio. -Por qué tuviste que irte?- decía entre sollozos.
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En la otra punta del mundo, más bien dicho Francia, se encontraba la pareja Rymer. -Keira! Baja ahora mismo!- dijo su madre.
La chica entró al comedor donde se encontraban sus padres. -Que desean?- preguntó con algo de sequedad. -Prepáranos la cena, vendrán invitados.
La chica asintió y fue a la cocina que era donde pasaba la mayor parte del tiempo desde que sus propios padres la tenían encerrada.
Aún recordaba la guerra, cuando su padre aplaudía y ella se giró para verlo.
Flashback.
Keira se giró para enfrentarse a su padre. -Bravo, desde luego te pareces a mi.- le soltó el señor Rymer.
-No! Yo no me pareceré a ti nunca! Me niego!- gritó la chica.- Por qué habéis sido tan malos conmigo!? Durante toda mi vida he intentado ser la hija perfecta y aún así nunca me habláis dicho que os sentís orgullosos.
-Quieres que te mienta?- dijo riendo amargamente.- Mírate, estás sola. -No. No lo estoy.- dijo la chica.- Tengo amigos y gente que me quiere!
-Ah si!? Quién!? No los veo ahora mismo.- respondió el hombre.
Keira quería gritar y llorar, entonces sintió como le tapaban la boca con algo.
Intentó gritarte huir pero el aire se acababa y acabó viéndolo todo negro.
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Cuando despertó, Keira aún no se situaba, no sabía donde estaba. Fue cuando empezó a recordar todo.
Intentó levantarse pero notó unas cadenas. Estaba encadenada. -AYUDA! POR FAVOR!- gritaba la chica pero nadie iría en su ayuda, pues se encontraba en un sótano.
Inmediatamente se dio cuenta de donde estaba. Era la casa de su abuelo. -Mierda...- dijo sentándose.
Fin Flashback.
Y ahora?
Se iba a casar con alguien que conocería ese mismo día.
Cuando la cena estaba preparada, fue a su cuarto y vio un vestido. Maldito vestido pensó. -Póntelo y arréglate para verte decente, debemos conseguir que acepten el compromiso. Se negarán si te ven sin maquillaje.- dijo su madre saliendo de su cuarto.
Keira miró el vestido unas cinco veces antes de colocárselo. Se miró en el espejo y suspiró.
No había ningún día en que no pensara en Ginny. Se sentía tan culpable de todo...que haría Ginny en ese instante? -Lo siento...- se dijo ante el espejo.
Por qué le pasaban esas cosas? Parecía que el destino quisiera que la chica sufriera al igual que la pelirroja.
