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Narrador omnisciente: Keira entró en el gran comedor a la hora que tocaba, siempre solía despertarse temprano así que no tuvo ningún problema.
Se horrorizó al ver que un hombre le estaba lanzando un cruciatus a Neville.
-Que miras!? Quieres probarlo tú también!?- dijo la mujer empujándola hacia su mesa. -Eh! No te atrevas a tocarla!- dijo Ginny poniéndose en medio de estas.
-Ginny...no hagas eso...- le dijo Keira. No sabía de que eran capaces pero nada bueno les podrían hacer. Tuvieron el error de tomarse de la mano.
La mujer sonrió. -Pero si tenemos una pareja de dos mocosas...quién lo diría?- todos en el gran comedor miraban la escena.
-Creo que deben empezar a ir a clase.- intervino McGonagall con algo de preocupación. -Si, será mejor.- dijo la mujer, caminó donde se encontraban ellas le les separó las manos de un tirón.- Os estaré vigilando.
Keira miró a Ginny antes de empezar a caminar.
La pelirroja por otro lado miró una última vez a la mujer que ahora les gritaba a otros niños. Se acercó a Keira. -Kei...- le susurró el la oreja.
-Si?- respondió ella pero cuando giró la cabeza, Ginny capturó sus sabios en un pequeño beso. -Tranquila si? No dejaré que te toquen ni te hagan daño.
-Siempre que no te lo hagas tú.- respondió la chica con una sonrisa un tanto sonrojada.
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-Y que toca ahora?- preguntó cansada la pelirroja. Parecía que los profesores tenían la misma rutina y que no la cambiarían. Al menos podrían respirar tranquilos mientras estén en clases.
-DCAO...- dijo Keira con algo de duda. Quién sería el profesor si Snape era el director?
-H-hola chicas.- dijo Neville cojeando por los pasillos. -Merlín Neville, que ha pasado!?- dijo Ginny.
-Se ve que les gusta usar la maldición cruciatus...Goyle me la ha lanzado unas cuatro veces. -P-pero es ilegal. No pueden hacer eso!- dijo Keira un tanto enfadada.
Los tres chicos vieron como la gente de su mismo curso entraba a clase. Las dos chicas miraron a Neville. -Iré a enfermería...- dijo el chico.- Suerte allí dentro.
-Gracias.- respondieron a la vez.
Cuando entraron, se encontraron con la misma mujer de la mañana. Mierda pensaron las dos a la vez. -La pelirroja puede sentarse, tú, si la chica que tiene al lado, ven ahora.- pidió la mujer.
-Le voy a meter la varita por el...- empezó Ginny pero Keira la paró. -Para, estoy bien si? Ginny no se te ocurra hacer nada.- le pidió la chica.
Keira fue donde le pedía la mujer y se situó delante de toda la clase que miraba atenta a lo que hacía la profesora. -La homosexualidad...que es según vosotros?- preguntó.
Nadie respondía, todos estaban un poco confundidos con tal pregunta. No era defensa contra las artes oscuras?
La mujer empezó a reír amargamente. -Los homosexuales, funcionan al revés...veréis, es anti natural, es pecado.- siguió diciendo entonces miró a Keira.- Alguna vez has intentando que te gusten los chicos? Estoy segura de que si te esfuerzas podrás ser normal...
Todos estaban de piedra con lo que decía la señora. Ginny tenía los puños apretados, una palabra más y se tiraría encima de la mujer para pegarle.
-Por qué seamos sinceros, eres...bonita, estoy segura de que puedes tener a muchos hombres.- cuándo dijo eso alguien se levantó de la mesa.
Todos miraron a la chica. -La homosexualidad no es una enfermedad, en cambio la homofobia si. Creo que es muy poco profesional e irrespetuoso de su parte decirle a alguien lo que puede ser o no.
-Nombre?- pidió la mujer. -Astoria Greengrass.- respondió con firmeza.
-Pensáis como ella? Todos?- dijo mirando a la clase.
Ginny se levantó. -Si, cuando decidió usted ser heterosexual? Si dos personas pueden hacerse sonreír, alegrarse la una a la otra, y hacerse olvidar por un momento de todo el dolor y la oscuridad que hay en el mundo, por qué deberíamos sentir vergüenza de ello?- dijo mirando a Leira quien le sonreía débilmente.
Tanto chicos como chicas empezaron a levantarse para apoyar a Astoria y a Ginny. Ninguno estaba de acuerdo con lo que la mujer estaba diciendo.
-Sentaros! AHORA!- nadie le hacía caso así que tomó del cuello a Keira quién miraba a Ginny.- NO SOIS MÁS QUE ASQUEROSOS NIÑATOS QUE NECESITAN DISCIPLINA! SENTAROS AHORA.
La clase se empezó a sentar de mal gana, pero la mujer seguía sujetando el cuello de Keira con fuerza. -Veamos si aprendéis a respetar a vuestros superiores. Crucio.- dijo con una sonrisa entonces la chica calló al suelo retorciéndose de dolor y gritando, provocando que todos bajaran la cabeza o apartaran la mirada.
Era muy doloroso ver a Keira llorar y suplicar que parara. -PARE!- dijo Ginny pero en eso entraron dos hombres acompañados de alumnos de último año.
-Necesitáis más disciplina de la que pensaba...y orientación.- dijo la mujer parando de torturar a Keira.- Pero no os preocupéis, a los que se crean libres de...sentirse atraídos por su mismo género...os daré el mejor trato posible. Levántate.- le dijo a Keira.
-N-no puedo.- dijo llorando desde el suelo.
Ginny se iba a acercar para ayudarla pero no la dejaron. -LEVÁNTATE!- siguió diciendo la mujer.
La chica lo intentaba sin embargo era imposible, las piernas no aguantaban su peso y le dolía a todo el cuerpo. -NO PUEDE HACERLE ESO!- dijeron varios alumnos, sin embargo los hombres los callaban con una miraba amenazadora.
-Vosotros!- dijo la mujer a nada más que a Goyle y Crabbe.- Llevaos a este bicho raro de aquí.- se acercó a Keira.- Si quieres ser un bicho raro, te trataré como uno.
