Rachel Black creyó tener una vida perfecta: un novio ejemplar y padres talentosos e importantes para la élite de Londres; sin embargo, los oscuros secretos que aquellos guardan la posicionan en un ambiente de mafia, corrupción y parafilias sexuales...
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—¿Que no de cierto modo estamos en territorio neutro? No estamos muy lejos de la casa de los Prince.
—No hay territorios neutros cuando quieres matar a alguien, no creo que sepan que estamos aquí, sin embargo, tampoco voy a provocarlos ahora que estoy en desventaja.
—Deberíamos llamarle a alguien, no vaya a ser que esto se convierta en algo que en este momento no puedes manejar.
—No, no te preocupes —miro mis zapatos, son tenis—, qué bueno que traes esos, vamos a tener que correr —¡Pero él no puede correr!
—Tu no puedes hacer eso te vas a lastimar, mejor hay que llamar a tu primo o a Harry,
—No hay tiempo, ven —me tomó de la mano, se quitó la sudadera y me puso el gorrito encima—, esperemos que la noche ayude ¿Sí?
—Corey no podemos hacer esto, tu pierna no está bien, tu herida no está curada, no puedes hacer esto.
—Mira, roja, si nos atrapan estamos muertos ¿Entiendes? Camina —seguimos caminando en línea recta, Corey se detuvo frente al mapa del parque para ver las salidas, después de observarlo unos segundos, me volvió a tomar de la mano—, no te quites la capucha.
Apreté un poco más su mano— no me quitaré la capucha y tampoco voy a soltar tu mano, solo tenemos que llegar a mi auto y ya ¿Cierto?
—Me temo que no —ajustó la capucha de modo que no se viera mi cabello , sabes, esa fue la paleta más rica que he comido, lo segundo más rico que he probado y realmente no me imaginé que fueran a pensar que podrían encontrarme aquí, sin embargo, lo hicieron, esto es lo que vamos a hacer —se detuvo frente a mí— vas a ir al fondo y salir por atrás, no me esperes Rachel, si te ven aquí, te harán daño ¿Entiendes?
—Estás loco si crees que te voy a dejar aquí, herido y con ellos merodeando por aquí, eso no va a suceder Corey, llegamos juntos y no vamos juntos.
—No es una pregunta, te vas a ir y vas a tomar el auto, no me esperes y espero que realmente entiendas que no tienes nada que ver con esto ¿Okay?
—Tenga o no algo que ver en esto, no te puedo dejar aquí. No es algo que pueda hacer ¿Que pasará si ellos te hacen algo? No, Corey.
—¡Rachel! Si te quedas no puedo cuidarte, si te quedas nos van a matar a los dos, ve —me señaló al frente—, usa la lámpara de tu teléfono cuando sea necesaria, tengo que cortar la energía para que puedas irte, vamos —me quedé mirándolo— ¡Ve! —¿Debo besarlo?
—Espera —sin que me pudiera decir más, lo besé ¿Porque lo hacia? Ni yo sé la respuesta, pero era algo que necesitaba en ese momento—, por favor cuídate, sé que eres inteligente y muy audaz, pero por favor cuídate lo más posible.
—Ve, estaré bien —seguí caminando en línea recta, había avanzado un poco cuando las luces se fueron, estoy aterrada, siento que todo el mundo me ve y quisiera no haberme separado de él. Saqué mi móvil para alumbrar el camino, no voy a correr aquí, en una de esas podría terminar con los cocodrilos. Estaba por llegar al acceso trasero cuando sentí alguien detrás de mí, alumbré con la lámpara y no, no era Corey.
