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—Camaroncito~.
Canturreó Floyd abrazando al azabache por los hombros y apretándolo, Yuu sólo soltó un quejido.
—Floyd no tan fuerte...
Comentó su hermano suavemente siendo totalmente ignorado por el otro, el prefecto de Ramshackle rió incómodo.
Floyd había comido un dulce hechizado con una pócima que habían creado por accidente en el laboratorio, dando como resultado a un Floyd empalagoso y reacio a dejar a su pequeño Camaroncito. Lo normal en él pero ahora era como multiplicado por cien.
Yuu le pidió ayuda a Azul puesto que era un sabiondo en los temas de las pociones y seguramente sabía cómo anular el efecto del dulce, sin embargo Azul no accedió, una vez que los estudiantes encargados de dicha pócima le dieron todos los detalles de los ingredientes Ashengrotto aseguró que era un desperdicio hacer un antídoto pues los efectos del caramelo desaparecerían en dos o tres horas.
Volviendo ahora con el pequeño azabache siendo asfixiado entre los brazos de su novio de un metro noventa y uno, las clases de ese día terminaron finalmente y era hora de la separación pues Leech tenía que presentarse a trabajar en el Mostro Lounge.
—No quiero.
Se negó aferrándose más al chico, su hermano suspiró rendido.
—Prefecto, Floyd no puede trabajar en este estado, por favor, cuidé de él mientras tanto.
Las puertas de la libertad se cerraron para Yuu, ya tenía suficiente con tratar de hacerse cargo de Grim. Sin embargo entendía que Jade tenía cosas que hacer así que algo resentido accedió, Jade le agradeció y la pareja tomó camino hacia la habitación del mayor en el dormitorio de Octavinelle.
☆゜・。。・゜゜・。。・゜★
—¿El efecto aún no pasa...?
Cuestionó Yuu sentándose en la cama con Floyd descansando tranquilamente, podía escaparse ahora pero no quería causar problemas, sobre todo si el Leech al despertarse y no verlo a su lado iría en su búsqueda. Lo vió ahí, tan tranquilo que pareciera que hace unas horas no había ocasionado inconvenientes, sonrió ligeramente y se acercó a sus labios donde dejó un beso, pocos segundos después se alejó para caer en cuenta que el Leech le observaba atentamente, sonrió burlesco al ver la vergüenza que presentaba su novio.
—Que travieso, Camaroncito~.
En un descuido Yuu bajó la guardia y fue atacado por Floyd quien lo rodeó por el estómago y tiró haciendo que el azabache cayera con él en el colchón, el más bajo sabía lo que se venía así que intentó resistirse pero al sentir los labios demandantes del de ojos bicolor toda resistencia que había puesto fue rápidamente olvidada.
