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Yuu era una estrella famosa en el mundo del modelaje y era codiciada por muchas editoriales y marcas que querían que aquél cuerpo exquisito luciera sus mejores prendas y promocionara las revistas del mes.
Viajaba de un lado a otro todo el tiempo asistiendo a sesiones de fotos y pasarelas modelando las ropas y colecciones más anheladas de la temporada; sin embargo, una peculiar invitación llamó su atención.
—¿Una sesión de modelaje en lencería...?
Leyó en voz baja mientras viajaba en el avión junto a su Manager de cabellos rubios y puntas violetas.
—Así es, es una gran oportunidad para tu carrera.
—Si tú lo dices.
Finalizó mirando por la ventanilla del avión dejando los papeles de lado.
—Solo espero que sea una sesión privada.
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—Intenta colocar más color aquí.
Indicó Vil a la maquillista que atendía a la joven de cabellos negros, se estaba preparando para su sesión de fotos.
—¿Ya llegó el fotógrafo?
—Canceló a último minuto, llamé a otro por si esto llegaba a suceder y ya está en camino.
El rubio gruñó por los planes fallidos.
—Espero que sea igual de bueno.
—Las demás modelos llegaron.
Informó uno de los asistentes que se encontraban en la gran habitación. Por la puerta entraron otras tres chicas, una morena, una rubia y una pelirroja, con la cual Yuu no sé llevaba precisamente bien.
—Vil, creí que esto era una sesión privada.
Murmuró entre dientes la azabache llamando la atención de su Manager.
