❀Yo te esperaré -Urss.x.Arg-❀ (Finalizada)

Corto 1 AU

AU (Alternative Universe)
Urss (Fem) <--Sigue siendo más alta que Argentina Jsjs.

Arge (Masc)

Comencemos...

✧༺♥༻✧✧༺♥༻✧✧༺♥༻✧

Todo empezó en una mañana soleada, las cigarras anunciando que habría más calor del que ya había, humedad que no ayudaba y una joven soviética con un bikini nuevo el cual estrenaría ese día aprovechando que su novio estaba limpiando la pileta (piscina). El albiceleste la había vaciado, fregado las paredes para sacar la suciedad e incluso realizó un enjuague, ahora sólo faltaba esperar a que se llene.

Argentina tenía un pequeño plan para ese día, cocinaría la comida favorita de su amada y le daría un obsequio. Le compró un collar que podía abrirse y allí colocó una linda foto de ambos en tamaño pequeño, lo había puesto en una pequeña caja y lo ocultó donde sabía que no sería encontrado.

Las horas pasaron y el medio día llegó, URSS se encontraba en el patio, viendo que la pileta estaba casi llena, daba gracias porque no se cortó el agua. Se fue acercando a la casa para ver que hacía su amado y por el camino comenzó a sentir un olor que reconocería en cualquier lugar, era Pelmeni un plato nacional de Rusia el cual la de piel rojiza adoraba. Con rapidez se acercó a la cocina que estaba aglomerada al comedor y allí vió como su pareja servía la comida en dos platos.

Arge: Sorpresa... - Le dijo mientras le extendía un plato.

La soviética estaba encantada, sabía lo bien que cocinaba su novio cuando se lo proponía, eso era algo que el albiceleste tenía en común con su familia y también algo que la joven de piel rojiza adoraba de los latinos. Ambos se sentaron a almorzar y como tenían por costumbre, terminaron rápido.

Arge: Ahora vengo bebeta... Voy a buscar algo. - Se levantó de la silla y subió al segundo piso de la casa, mientras que la rojiza simplemente levantó los platos y los lavó. Tienen ese sistema de que si uno cocina el otro lava y cuando toca limpiar la casa lo hacen juntos.

El latino bajó con la cajita en la mano, se la entregó a la que ante sus ojos era la mujer más hermosa del mundo y esperó a que la abra. Sin duda, ese era uno de los mejores días que estaban teniendo últimamente. La chica abrió con cuidado el obsequio y observó el collar, esbozó una sonrisa con sus puntiagudos dientes y se agachó a la altura de su novio para poder robarle un beso.

Luego de eso, esperaron un rato a que les baje la comida. Masomenos a las 15:00 fueron a cambiarse, la joven estrenaría su bikini y el albiceleste usaría el que compró apenas llegó el verano, era el más nuevo que tenía. Una vez que los dos estuvieron cambiados, se colocaron protector solar y pasaron el resto de la tarde jugando en la pileta como dos adolescentes enamorados.