≈FRANKENSTEIN BOBO≈ [Rubiusplay]

≈UNO≈

Raúl frunció el ceño al sentir como algo picaba su mejilla, sin embargo, no hizo nada al respecto, por lo menos, no hasta que sintió un gran peso encima suyo, causando una caída y el sonido sordo de la silla de madera de roble al impactar contra el frío suelo. El castaño abrió los ojos de sobremanera ante el susto y dió un ligero brinco al encontrarse directamente con unos ojos avellana de exactamente un mes y cuatro días de creación cada uno.
La "persona" frente a él ladeó ligeramente la cabeza hacia la derecha, con obvia y tierna curiosidad y un brillo en sus ojos generado, por suposición del castaño, al ver a alguien similar a él. El rubio abrió la boca e intentó hablar, pero solo salían onomatopeyas como "Aaah" o "Uuuuoooh".

Raúl logró separar al cuerpo contrario del suyo, quedando uno frente al otro, sentados en el suelo. Se miraban fijamente a los ojos, ambos con curiosidad, pero uno con ilusión y otro con asombro. El castaño no podía creer que su experimento hubiera funcionado, había creado vida de la forma no natural. Y el rubio, a pesar de no tener ni la menor idea de dónde y con quién se encontraba, estaba ilusionado como todo niño pequeño al ver a alguien igual a él. Y es que literalmente, a pesar de tener el cuerpo de un adulto de 30 años, era como un niño pequeño, bueno, un bebé de un día.

Al estar pendiente del otro el castaño no se dió cuenta del charco de agua a su lado y para apoyar su mano para acomodarse en el suelo y intentar levantarse, no lo vio y se mojó toda la mano, poniendo una cara de repulsión al saber que ese agua debería estar llena de bacterias por estar en el laboratorio. El rubio río ante la cara de repulsión de Raúl y de este sacudiendo la mano para intentar deshacerse del líquido que no sabía que era.

Cuando el castaño se levantó y terminó de limpiarse la mano, se acercó lentamente al rubio por si este se asustaba, pero solo ladeó la cabeza mientras sonreía con ternura.

— ¿No tienes...miedo? — el rubio negó con la cabeza, parecía comprenderle a pesar de haber acabado de nacer.

El rubio extendió sus brazos hacia el castaño y en su cara hizo un puchero.

— ¿Quieres levantarte? — el rubio asintió.

Raúl se agachó y agarró por las axilas al rubio, quien, a pesar de haberle derribado antes, pesaba muy poco, cosa que el castaño supuso era por la falta de comida en su cuerpo.
Levantó de un empujón al rubio y este se balanceó al no poder sostenerse de pie. Raúl le agarró de los hombros y pudo mantener el equilibrio.

— Creo que antes de hablar tengo que enseñarte a caminar — dijo más para él mismo que para el otro.

Y así hizo que el rubio se apoyará en él, pasando su brazo alrededor de sus hombros.

— Haz lo mismo que haga yo — el rubio asintió y ambos miraron hacia sus pies — Primero la pierna derecha.

— Eo ena erea — intentó imitar el rubio, recibiendo una mirada de reojo de "¿En serio?" del castaño.

El de ojos avellana observó con suma atención las acciones del otro, viendo cómo, tal y como había dicho, colocó su pierna derecha hacia delante y después se impulsaba con esta haciendo que se adelantará unos centímetros de él.
Logró imitarlo sin ningún problema aparte de balancearse un poco al levantar la pierna y no mantener mucho el equilibrio.
Ambos quedaron con las piernas abiertas, solo que el rubio estaba unos centímetros más adelantado por culpa de su altura.

— Y ahora haces lo mismo con la izquierda —

— Y ahoa o mimo on iquiera — Raúl quedó asombrado con el avance en su forma de hablar, parecía un loro.

Aunque, si lo pensaba bien, quizás había creado a un ser superior al humano y sus capacidades mentales eran excepcionales. Quizás había creado a un futuro científico que curaría el SIDA, el cáncer, o cualquier otra enfermedad grave.
Aquello le convertía en un genio a él también, le darían un premio, un título de científico experto, un premio nobel, sería famoso.
Sus ilusiones se vieron interrumpidas al ver de reojo como al quedarse quieto pensando en sus cosas había dejado de apoyar al otro haciendo que cuando juntara sus piernas al haber dado un paso, cayera de morros al suelo.