≈FRANKENSTEIN BOBO≈ [Rubiusplay]

≈TRES≈

— ¿Auron? — preguntó alguien a las espaldas del mencionado para después escuchar el sonido sordo de que algo había caído.

El de ojos marrones se giró con lentitud, encontrándose la escena de un David con ojos aguados, gran sonrisa temblorosa y siendo rodeado por un montón de fruta y dos bolsas en las que eventualmente estaban los alimentos.

— Fargan — respondió incómodo el amante de la ciencia — ¿Q-que haces aquí?

— Eso es lo que yo debería preguntarte, chaval. Llevas más de dos años sin pasear tu culo por aquí. Y lo que menos esperaba es que fuera a verte en una tienda de ropa — explicó el alado.

— Ya...es que...me hace falta... Ya sabes...dos años...he crecido...la ropa me queda pequeña — intentó excusarse con una sonrisa que se notaba a simple vista que era falsa.

El alado le arrebató una camiseta de la bolsa para después mirar la etiqueta y mirar incrédulo al hombre frente a él.

— Esto es dos tallas mayor que la tuya, además, llevas la misma sudadera desde los 13 años. ¿Para quién es esta ropa? — preguntó de brazos cruzados.

— Está bien...es para...un amigo, sí, un amigo que ha venido desde un pueblo lejano a visitarme y me ha dicho que le gustaría tener ropa de aquí porque es de mejor calidad — dijo lo primero que le pasó por la mente de la forma más convincente posible.

Ambos se quedaron mirándose a los ojos. Uno desafiante y el otro intentando esconder si temor a ser descubierto.

— ¡Okay! ¿Me lo puedes presentar? — preguntó con una radiante sonrisa.

— Lo siento Fargan pero...es... tímido y...no le gusta mucho la gente en general.

— Ouuu. Que penaaa — dijo haciendo un puchero — Bueno, recojo todo lo que he tirado y te acompaño a casa. Me tienes que explicar que coño has estado haciendo estos años.

De camino a casa del de ojos marrones este le contó al alado lo básico de esos años, obviamente excluyendo la parte de científico loco.

— ¿De verdad no puedo entrar? — el otro negó con la cabeza — Bueno...¿Nos veremos pronto?

— Es probable

— ¡Pues hasta pronto, hermano! — gritó mientras se alejaba

— Rubius, ha llegado el momento que no estabas esperando para nada — anunció el castaño al llegar a su casa

El mencionado rápidamente dejó de jugar con los bloques de colores que le había regalado el castaño para ir corriendo junto a este, esperando la supuesta sorpresa.

— Te he comprado — hizo una pausa intencionada para impacientar al más alto — ¡Ropa! — la ilusión del rubio se esfumó — ¿Que pasa? ¿No te gusta?

— No, no me gusta. Estoy bien así

— ¿Desnudo? Rubius, en un mes comienza el invierno, necesitarás abrigarte — el rubio pareció no querer colaborar

— Auron... ¿Quién estaba contigo? ¿Qué es..."hermano"? — preguntó confundido

— Estabas a cuatro metros de distancia y había pared de por medio, ¿Como has podido escuchar eso? — el rubio se encogió de hombros — Bueno... si quieres saberlo...tienes que ponerte la ropa — "el chantaje nunca falla" pensó

El rubio, a regañadientes, se comenzó a vestir poniéndose unos pantalones holgados de estampado militar azules, una sudadera negra con una cara de un gato blanco y unas Jordan negras y blancas. Raúl quedó maravillado con la imagen de su creación, era hermoso, había creado un ser hermoso.

Esa imagen de hermosura se vio interrumpida por el acto del rubio urgándose la nariz para después sacar un moco y comérselo.

Ambos se dirigieron a la biblioteca, donde hacía dos días el castaño acomodó una mesa de más, una silla y una pizarra de rotulador para ser la zona de aprendizaje, como si de una escuela se tratase.

— Está bien, empezaremos por el concepto de familia — comenzó la explicación para después comenzar a dibujar cuatro personas de cuerpo con palos — En una familia todo empieza por dos personas, lo más común es un hombre y una mujer pero hoy en día hay un montón de posibilidades. Nos centraremos en lo común. Cuando un hombre y una mujer se quieren de forma sentimental, se reproducen y tienen hijos, si son dos, si hay más de un hijo, son hermanos. En conclusión, un hermano es alguien de la misma sangre que otro, alguien con quien comparten padres — terminó su explicación — Y con quién estaba no es mi hermano, también es una expresión de afecto hacia alguien en quien puedes confiar y pasar un buen rato — el rubio levantó la mano — ¿Si?

— ¿Solo pueden tener bebés un macho y una hembra? — el castaño asiente — ¿Eres hembra?

El castaño le miró confuso y con una ceja levantada, no comprendía esa pregunta.

— No, Rubius, soy hombre.

— ¿Entonces no puedo tener hijos contigo? — preguntó con un puchero.

— No.