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Raúl era seguido por un rubio que se sujetaba de sillas, mesas, encimeras, pared o cualquier posible soporte para poder caminar con más facilidad y sin caerse como había pasado hacía unos minutos

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Raúl era seguido por un rubio que se sujetaba de sillas, mesas, encimeras, pared o cualquier posible soporte para poder caminar con más facilidad y sin caerse como había pasado hacía unos minutos. El castaño se detuvo frente a una puerta y el rubio se quedó parado expectante a lo que haría el contrario. El de ojos marrones abrió la puerta.

Esta será tu habitación, aquí dormirás. Es la habitación de invitados pero es la única que tengo libre — el rubio sonrió al asomarse por el marco de la puerta y observar el lugar — Al fondo del pasillo está el baño, espero que sepas hacer tus necesidades sin que tenga que ayudarte porque ya es bastante tenerte ahora mismo desnudo — dijo mientras señalaba con su brazo al lugar indicado.


Se escuchó un rugido que resonó por todo el pasillo. El rubio cambio su expresión de alegría y ilusión por una de terror mientras se sujetaba la barriga con fuerza — ¿E he asa? — preguntó atemorizado — Tranquilo...solo tienes hambre. Ven, sígueme — dijo Raúl para después dirigirse a la cocina, siendo seguido por un rubio que milagrosamente so se caía al suelo al caminar y balancearse.

El castaño sentó con cuidado al rubio en una silla frente a una mesa cuadrada, le dijo que esperara un momento y, cuando regresó con él, trajo en su mano un paquete que con rapidez abrió y le entregó una porción de la comida, pero este, al dar un bocado, lo escupió enseguida.

— ¿No me jodas que no te gusta el pan de pipas? — preguntó cansado el castaño para después regresar a los armarios de la cocina, guardar el paquete, coger un bol, cereales, leche, lo juntó todo y se lo dió. El rubio comenzó a comer feliz.

El de ojos marrones se sentó el la silla frente al de ojos avellana.

Vamos a empezar con algo fácil pero importante — dijo dispuesto a enseñar a hablar al otro — Para saludar se dice "Hola" o "Hola, ¿Como estás?". Prueba a decirlo tu.

Goba, ¿gobo egtá? — habló el rubio con la boca llena para que después el castaño se diera un golpe en la frente con la mano.

No hables con la boca llena, es de mala educación — dijo entre dientes — Y cuando comas, come con la boca cerrada, por favor — dijo mientras apretaba su puño en el aire.

El rubio tragó lo que tenía en la boca — Hola, ¿Como estás?.

Raúl quedó maravillado con la velocidad de aprendizaje y con la voz del rubio. Era ligeramente grave y a pesar de estar comportando como un niño, le quedaba bastante bien.
El portador de la buena voz ladeó la cabeza al ver que el otro se había quedado con la boca abierta y no decía nada. Aprovechó la situación y metió una cucharada de cereales a la boca del castaño, haciéndolo toser por la repentina acción y haciendo reír al rubio.

¡No hagas eso! — se quejó el castaño para después volver a ponerse serio — Tu nombre es Rubén, Rubén Doblas. Repítelo. "Rubén Doblas".

— Rubius.

— No, Rub- espera... ¿Como...?

— Mi nombre. Rubius — dijo señalándose a sí mismo.

Pero...solo te he llamado así mientras estabas en construcción, ese es tu nombre de criatura, no de persona.

— Uta Rubius — dijo con una tierna sonrisa.

¿Te gusta más Rubius? — preguntó el castaño con una sonrisa pesada.

Me gusta más Rubius — afirmó.

Aprendes rápido, Rubius — dijo orgulloso el castaño.

De repente se escucharon unos pasitos pequeñitos. Ambos miraron hacia la entrada a la cocina, encontrándose a un animal de plumas blancas pico naranja y cresta roja.

Buenos días Frederick — saludó el castaño al animal mientras se acercaba a este para acariciarlo — Rubius, él es Frederick, mi mascota y compañero de casa — dijo con una sonrisa — Frederick, él es Rubén, pero prefiere que le llame Rubius — el pollo cacareó como respuesta.

El rubio se veía confuso, no comprendía el sonido que soltaba el animal. Raúl comprendió aquella confusión.

Segunda lección: Los animales no hablan nuestro idioma, cada especie de animal tiene su propia forma de comunicarse — el rubio asintió lentamente, se notaba que aún no lo acababa de comprender — Mira, ven — le indicó con un gesto de mano y el rubio le comenzó a seguir ya sin ninguna dificultad al caminar.

Llegaron al granero de la casa, que estaba bajo tierra, como la casa misma, donde Rubén quedó maravillado al ver tanto animal reunido.
Raúl le fue explicando cada animal, su función, lo que aporta al ser humano, y su forma de comunicarse. Pero cuando llegó a la vaca....

Esto es una vaca, se alimenta de paja y nos da leche para beber, cuerpo para construir y carne para comer. Su manera de hablar es-.

¡MMUUUUUU! — exclamó el animal al sentir como el rubio le agarraba de los cuernos y la balanceaba de un lado a otro.

Mmuuuu — imitó el de ojos avellana.

¿¡Pero que haces!? ¡Suelta a la pobre Florinda! — ordenó intentando apartar al rubio, pero sin conseguir su objetivo.

¿Po qué? — preguntó el rubio.

Por que le haces daño.

¿Qué es...danio? — dijo pronunciando mal la "ñ".

Tengo mucho que enseñarte — dijo el castaño con obvio cansancio y su mano en su cara — Y tengo que comprarte ropa de tu talla.

— Tengo mucho que enseñarte — dijo el castaño con obvio cansancio y su mano en su cara — Y tengo que comprarte ropa de tu talla

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≈FRANKENSTEIN BOBO≈ [Rubiusplay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora