09

464 97 51
                                    

La mañana llegó, brillante e incómoda. Namjoon sentía calor y un peso extraño en su brazo izquierdo. Había una extremidad desconocida enroscada como serpiente sobre su pierna izquierda y un brazo le apretaba el torso como si nunca fuese a soltarlo. El sonido estridente de una alarma llegó unos segundos después, aguda y totalmente molesta a los oídos de quien recién despertaba y del otro chico que dormitaba.


Namjoon se estiró hacia la derecha, para alcanzar su celular sobre la mesa de noche, como normalmente hacía, pero al tocarla, no había nada ahí. La alarma no se escuchaba igual a la suya, y la completa oscuridad de la habitación no era como la suya. Solo ahí recordó que no estaba en su habitación y que ese incómodo amor y peso sobre él era de Jimin.


La sonrisa hizo su lenta aparición en el rostro de Namjoon, dándose la vuelta con cuidado y estirándose al lado izquierdo de la cama para apagar el celular que sonaba, brillaba y vibraba sobre la cajonera detrás de Jimin. La tarea en sí, no fue para nada fácil. Jimin dormía profundamente, y en su sueño, seguramente pensaba que era un pulpo, porque estaba enredado sobre su cuerpo con tanta fuerza, que le era complicado moverse sin despertarlo en el proceso. Una risita baja escapó de Namjoon al escuchar a un soñoliento Jimin quejarse por el movimiento para después enredar su pierna sobre la cintura de Namjoon. Éste como pudo, apagó la alarma y se dejó caer en su lugar otra vez, con Jimin casi sobre él, todavía profundamente dormido.


Namjoon no podía ver sus facciones en la oscuridad, pero le era tan tierno éste lado de Jimin que estaba descubriendo. Saber que era un dormilón y que su sueño era pesado. Saber que se abrazaba a lo que tuviera al lado y que hacía ruiditos adorables por la boca al respirar, como el ronquido de un gatito bebé. Saber que Jimin era una combinación de hombre y dulzura. Que su cabello olía a suave vainilla pero su piel tenía una fragancia más especiada, masculina, que aunque eran oleres contrarios, no era una combinación extraña.


Su mano encontró su lugar en su suave cabello rubio y lo acarició con movimiento lentos y calmantes, acercando incluso un poco más a Jimin contra su cuerpo. No era ideal, tenían ambos clases muy diferentes que atender, pero por un momento, solo por una pequeña fracción de tiempo, quería alargar éste pequeño y dulce momento junto a él. Atesorar en su memoria y en sus brazos cada cosa pequeña que iba descubriendo de su alma gemela. Cada pequeña acción que lo iban conectando más y más a él. Sentir en su alma y aceptar que Jimin era realmente lo que el destino quería para él. Aceptar ante sí mismo, que Jimin era la elección de Namjoon. Que no había equivocación al respecto.


Jimin suspiró en sueños y Namjoon depositó un suave beso sobre su frente, dejando dormir a su destino entre sus brazos, solo cinco minutos más. Solo un poquito más. Necesitando el contacto con él. Necesitando sentirlo real entre sus brazos, conectado.


Jimin era más que solo él otro extremo de su hilo, y aun sí Namjoon no podía llamarlo amor. Era mucho más, más grande, más demandante, más importante, como su alma. Porque él amor se agota y se cambia de casa con facilidad, pero él alma se queda, eterna, inquebrantable.


Jimin se estaba convirtiendo en su alma.





Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 08, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Conectado a ti || NamMin By Kim© [PAUSA]Where stories live. Discover now