1. messy hair

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Seokjin llevaba media hora estancado en la página número 75 del libro que llevaba más de un mes escribiendo. Había llegado a la conclusión de que su estación menos favorita para escribir era el verano; es que de ninguna forma lograba inspirarse si estaba más ofuscado por huir del calor y la humedad que en lo que su mente tenía que maquinar para sacar adelante el libro que llevaba queriendo escribir hacía mucho tiempo. No solo no le surgían ideas, sino que además le desanimaba el pensar que nunca lograría concretar aquel proyecto. 

Tan solo iban a mediados del verano pero él ya quería que este acabara de una vez por todas. Por supuesto, había intentado buscar lugares cómodos y frescos para escribir, pero simplemente le era imposible. Había intentado en cafeterías con aire acondicionado, pero siendo el extrovertido que era, rápidamente encontraba una distracción o una persona random con quien charlar el rato en que se tomaba el café y que terminaba siendo prácticamente toda la tarde. Por lo tanto esa idea estaba más que descartada. De igual forma, si iba a un parque, específicamente a uno de los pocos que podía encontrar en la estruendosa capital, habían distracciones de otro tipo, como el ruido del tráfico o de los perros que eran paseados por sus dueños; eso además, si tenía la suerte suficiente para encontrar una banca disponible para sentarse.

Cerró su laptop  y apoyó su frente en esta en señal de frustración, soltando un gemido derrotado. Empezaba a oscurecer, por lo que no había nada qué hacerle, el tiempo que él consideraba idóneo para escribir había pasado y no había logrado avanzar nada. Hizo un puchero mientras levantaba la cabeza y se tiraba el cabello para atrás. Se dirigió al baño para refrescarse un poco del sopor en el que había estado sumido toda la tarde y aceptó que talvez ya venía siendo hora de cortarse el cabello. Se quitó la camisa, quedándose únicamente con sus shorts grises, y sacó una tijera del primer cajón de la cómoda del baño. 

Iba a mitad de la práctica cuando escuchó un ruido en la puerta. Alguien estaba ingresando el código de acceso. Las únicas personas que tenían el código eran sus padres y no podían ser ellos porque aún faltaba como una semana para que regresaran de sus vacaciones en Jeju, además, no solían visitarlo en la noche... Seokjin frunció el ceño y cuando escuchó un agudo ¡Hola! recordó la tercera persona que sabía la clave: Kibum. Su primo.

Para cuando cayó el cuenta, Kibum no había perdido tiempo en abrir el refrigerador y acabarse una botella con agua en menos de un minuto. Seokjin se acercó, taciturno, a la isla de la cocina, donde su primo estaba. Este casi regresaba un poco de agua al ver lo que su primo le estaba haciendo a su cabello.

—¿Pero qué haces, Seokjin?— le preguntó queriendo reprimir su risa.

—No tendría que preguntarte eso yo a ti.

—Vale, veo que este no ha sido tu día-Kibum puntualizó, conociendo el carácter burbujeante del más alto.

Seokjin suspiró y se relajó, después de todo amaba a su primo y no podía negar que le alegraba mucho verlo.

—¿Quieres ayudarme?— dijo señalando su pelo y sonriendo con todos sus dientes de forma tímida.

—Aunque no quisiera, no me perdonaría el dejarte en semejante estado—río, contagiándole un poco la buena vibra al contrario—. Pero que sea rápido porque esta no es una visita como tal.

—¿Ah, no?— preguntó Seokjin al tiempo que jalaba la silla de su escritorio y la introducía al baño para sentarse y que Kibum siguiera con la tarea.

—Vengo para proponerte algo.

—Dime.

—Papá está cada vez más enfermo y ya no puede supervisar el cultivo de fresas como solía hacerlo. Ando acá porque vine a dejar un cargamento a un supermercado; papá no le confía esta tarea a nadie, por lo que por ahorita no hay nadie que supervise a los empleados de temporada— Seokjin calló y pareció pensárselo un poco, por lo que Kibum continuó—. Míralo como un descanso de lo que normalmente haces, no puedes negar que pasar todo el día escribiendo frente a una pantalla te agota como la mierda— declaró sabiendo que aparte del libro, Seokjin se encargaba de hacer uno que otro artículo para el periódico de la universidad. Continuó cortando el cabello en silencio.

My strawberry boy [JinKook]Onde histórias criam vida. Descubra agora