2. talk to me boy

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La primera noche para Seokjin en el campo fue un martirio: entre la vergüenza que había pasado con aquel chico lindo y la nube de mosquitos que no tenían un lugar mejor en donde estar más que en su cuarto, no pudo dormir más que un par de horas, siendo optimistas.

Pero a la mañana siguiente decidió que iba a dejar el mal humor atrás. Desayunaría con su tío ya que la noche anterior había preferido no molestarlo, pues ya se encontraba en su recámara, por lo que no podría estar con la cara larga frente a su tío favorito. Poniéndose una bandana en el cabello para ocultar su desastre, expuso su mejor sonrisa frente al espejo y estuvo listo para bajar al comedor.

Después de un efusivo encuentro con su tío y un exquisito desayuno, finalmente se sintió tan entusiasmado como no lo había estado en todo el verano. Su tío quiso ser él mismo quien le instruyera en la tarea que había llegado hacer (que tampoco era mucho), y cuando terminó le dijo que se podía tomar ese día libre para ponerse cómodo y apreciar el contacto con la naturaleza, que intuía que le hacía falta.

Con un sincero gracias, se despidió del señor y decidió salir a caminar un poco antes de que hiciera mucho sol.

Camino alrededor de las hileras de árboles que habían a un lado de la casa, se sentó en un tronco unos minutos y apreció el canto de los pájaros y la gentil brisa veraniega. Después de un rato decidió ir al otro lado de la propiedad para ver cómo andaban los cultivos de las fresas, quería familiarizarse un poco antes de empezar a supervisar al día siguiente.

Sin duda, gran parte de la propiedad de su tío la acaparaban los cultivos de fresas, desde donde estaba podía ver largas filas de cultivos, así como también una cantidad considerable de trabajadores.

Se paseó varios minutos por los alrededores, viendo a los trabajadores afanados en su tarea. Algunos cortando fresas y poniéndolas en canastas, otros transportando estas canastas hasta una cabaña unos cuantos metros más alejada.

Caminó lentamente hasta que visualizó al chico de la noche anterior. Pese al trabajo que hacía, al parecer al chico no le molestaba usar una camisa manga larga y que Seokjin dedujo que hasta esa mañana había sido blanca, pues ahora estaba llena de sutiles manchas marrones y rojas. El pelinegro transportaba una canasta que a todas luces se miraba pesada. Seokjin se acercó poco a poco, tratando de no ser visto. Vio cómo corrían gotas de sudor en el rostro del contrario y se reprendió internamente por encontrar aquella escena un tanto sexi. El chico caminó hasta la cabaña y a pesar de aquel sudor, no se miraba como una tarea pesada para él. Caminaba con soltura, rapidez y precisión y Seokjin no necesitaba más para saber que era uno de los mejores trabajadores. Se miraba que el chico se esmeraba en hacer impecable su tarea y eso dejó a Seokjin más impresionado de lo que ya estaba por el chico, pues le demostró que no solamente era una cara bonita.

El pensar en el rostro de aquel chico, tan cerca como lo había tenido la noche anterior, le recordó su sonrisa burlona al ver su cabello con aquel espantoso corte y se sintió avergonzado.

Para cuando quiso empezar a caminar en la dirección contraria, el pelinegro ya salía de la cabaña, al parecer con la canasta vacía. El chico lo vio y al instante hizo relucir su brillante sonrisa, como si no estuviese cansado. A su vez, levantó su mano, aparentemente para saludarlo a él, lo cuál Seokjin no supo si encontrarlo adorable o raro.

Como vio que no estaba caminando en dirección a los cultivos, sino que en dirección a él, decidió quedarse de pie en el mismo lugar, no sin un poco de inseguridad. Disimuladamente llevó su mano a la bandana en su cabeza, para asegurarse de que ningún mechón irregular de pelo tuviera la audacia de colarse y avergonzarlo de nuevo.

—Encontraste una solución rápido a tu...—dijo el chico sin quitar la sonrisa, al tiempo que señalaba el cabello de Seokjin. Sin embargo, su sonrisa se detuvo abruptamente al ver la cara seria del más alto— Tema sensible... okay... me callo—cerró los labios con fuerza para demostrar su punto, pero después de un segundo continuó:—Aunque conozco a alguien que podría ayudarte con...

My strawberry boy [JinKook]Where stories live. Discover now