My strawberry boy [JinKook]

8. golden boy / fallin for ya

Seokjin se despertó al escuchar un ruido en la sala.

Se levantó de un tirón, pero luego tuvo que volver a sentarse, tomando su cabeza, pues pese a que el dolor ya no era tan intenso como antes, aún era incómodo, como un ruido sordo que lo dejaba medio aturdido.

De todas formas, se volvió a poner de pie y avanzó a la sala para descubrir qué había causado aquel ruido que lo había despertado.

Vio a todos lados y no encontró nada fuera de lugar hasta que dirigió su mirada al suelo: Jeongguk yacía junto al sofá y Seokjin dedujo que se había caído del mismo, pues el chico se encontraba profundamente dormido.

Con asombro se acercó al menor, y poco a poco recuerdos le fueron inundando la mente, recuerdos de su ataque de ansiedad, del desastre que había hecho en el cuarto y de cómo Jeongguk había estado junto a él en todo ese tiempo.

Unas cuantas imágenes le golpearon como una ola tan intensa que tuvo que cerrar los ojos para disminuir la magnitud de sus recuerdos.

Se sentó junto al chico en el suelo y lo zarandeó levemente para despertarlo.

—Jeongguk...—dijo con la voz aún áspera. El chico tenía un sueño sumamente pesado y eso hizo que Seokjin esbozara una sonrisa, no sin sentir una punzada de dolor en el pecho.

—Hmmm— Jeongguk se removió en la alfombra y Seokjin volvió a hablarle.

—Jeongguk, despierta.

—¿Eh?...—dijo cuando finalmente abrió los ojos—¡Eh!—repitió esta vez incorporándose junto a Seokjin y viendo para todos lados, algo desorientado por encontrarse en el suelo y no en el sofá donde se había quedado.

—Al parecer te caíste...—Seokjin le explicó al ver su cara de confusión.

Jeongguk se llevó la mano al cuello, avergonzado.

—¿Qué hora es?—preguntó después de unos momentos viendo desesperado por todos lados para ver si encontraba algún reloj colgado en la pared—Debe se tardísimo—dijo poniéndose de pie para buscar su celular en cuanto se dio cuenta de que Seokjin no tenía reloj de pared.

—Disculpa el desastre de anoche...

—No te disculpes—Jeongguk dijo mientras seguía buscando su teléfono. Seokjin se sintió incómodo porque el chico ni siquiera se molestó en mirarlo— Oh por dios— dijo cuando por fin encontró el móvil en la encimera cerca de la cocina.

—¿Qué sucede?—Seokjin preguntó al ver la expresión preocupada del menor.

—Voy tarde para mi clase—Jeongguk explicó y corrió a buscar su mochila y sus zapatos, que había dejado tirados en la entrada— ¿Estás mejor?—le preguntó a Seokjin, quien lo había seguido hasta la puerta.

El rubio asintió, un poco avergonzado. Jeongguk suspiró después de ponerse los zapatos lo más rápido que pudo y echarse la mochila al hombro. Esta vez sí dirigió su mirada al contrario.

—Deberías descansar. Supongo que nos veremos en la Universidad...—Jeongguk sonrió pero el gesto no llegó a sus ojos. Sin embargo, no le dio tiempo a Seokjin de decir nada porque abrió la puerta y salió casi corriendo.

—Gracias—Seokjin murmuró hacia la nada, suspirando derrotado.

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Seokjin daba vueltas en su cama horas más tarde. Había seguido el consejo de Jeongguk y había dormido un poco más. No sin antes avisarle a Namjoon que no llegaría a la clase de la mañana. El malestar físico había pasado completamente, pero ahora lo que no lo dejaba en paz era el pensamiento de Jeongguk. De cómo había llegado hasta su casa, de por qué lo había ayudado y de que se había ido sin comer nada esa mañana.