Capítulo 9:8 -Sentimientos caóticos parte 3

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Ornstein se encuentra en completa soledad, solo sopla un viento frío a su alrededor, mientras que hay cientos de árboles destrozados con ataques eléctricos. El pelirrojo está recostado en los restos de uno de los troncos calcinados, entre sus manos sostiene la lanza del superviviente con mucha fuerza.

La noche empieza a caer lentamente, pero no supera la oscura ira que ahora se ató en los ojos del león; desborda muchos sentimientos negativos, como: frustración, remordimiento y tristeza.

A algunos metros de distancia, justo detrás de él, hay una chica con traje de bandido que se mantiene oculta a las miradas; es Aika, quien comparte los dolorosos sentimientos que ahora atormentan al antiguo guardián de Lordran.

Con mucha precaución, se aproxima sigilosamente hacia el hombre que se ha determinado conquistar, aunque no parece una tarea fácil ablandar ahora su corazón herido. Esto último, literal y figurativamente. Él está tan mal, que ni siquiera ha detectado la presencia de la castaña, quien no se atreve a dar más pasos hacia el marchito león.

Y hubiera seguido así, de no ser por el fuerte ataque de tos que agarró sorpresivamente a Ornstein, lo que aterró de sobremanera a la castaña; quien sin poder contenerse más, corrió hacia el pelirrojo con presura.

—¡Ornstein!

Lo abrazó por la espalda de improvisto, está tan mal que ni siquiera se hubiera podido defender si lo hubiese atacado alguien de sorpresa; sus movimientos están muy lentos y constantemente debe descansar después de lo que pasó ese día.

...

Y la vio...

Allí donde antes yacía la rubia, hay una gigantesca araña rojiza que desprende fuego, y no cualquier llama hecha por el hombre... es fuego del caos, el accidente nacido por la ambición de la Bruja Izalith.

La araña giró lentamente, y resulta que sobre su monstruosa boca, se hallaba una versión un tanto más grande de Asia, aunque de la cintura para arriba... pues el resto parecía haberse fusionado con el cuerpo de araña, su expresión facial ahora aterra y sus uñas largas la hacen parecer cada vez más un monstruo.

En su mano derecha, se encuentra una espada curva envuelta en la caótica llama; y sus ojos antes verdes y puros, ahora son rojos... sumidos en un abismo corrupto de emociones negativas.

Y Ornstein salió de su cubierta de inmediato...

—¡Asia!

Pero no hubo respuesta por parte de la rubia, quien permanece estática y ahora fijando la mirada hacia el pelirrojo; el fuego desprendido por la explosión ahora se extiende por los alrededores sin control, lo que apresura la velocidad de actuación por parte del león.

—¡Asia! ¡Respóndeme!

Ella permanece estática, tras algunos segundos su única reacción fue blandir la flamante espada monstruosa en contra del pelirrojo, quien evadió el ataque por centímetros de diferencia.

—¡Asia! ¡Soy yo! ¿¡Acaso no me reconoces!?

EL pelirrojo tiene la ilusión de que esta es una nueva artimaña del dichoso dios Copyright, quizá tiene sometida la mente de la rubia y liberarla posiblemente implique alcanzar su consciencia desde el otro lado del ensueño... pero...

—Sé quién eres, Ornstein. No estoy segada por el poder que ahora temes. Es solo que ya liberé las vendas que antes cubrían mis ojos inocentes.

—¿¡A qué te refie...!?

—¡No intentes limpiarte! ¡Ahora lo veo todo con claridad! ¡Eres el ser más falso que ha de existir!

Una vez más ella efectuó movimiento, avanzando sin previo aviso hacia el león, quien tuvo que ponerse nuevamente a salvo de un ataque mortal; Asia se había transformado en la representación de Queelag, como si hubiese fundido ambas almas.

Al no tener armas en ese mismo instante, solo puede recurrir a la promoción, liberando así su armadura de león en conjunto con su lanza asesina de dragones.

Con su velocidad, amplió la distancia con Asia y utilizando sus conocimientos mágicos creó un comunicador que contactó con Sona.

—¡Sona!

La respuesta del otro lado no tardó más de medio segundo, pues fue tomada de sorpresa en su baño matutino nocturno.

—¿¡Qué ocurre!?

—¡Necesito que me autorices la promoción!

—¿¡Qué!? ¿¡Y por qué!?

—¡No hay tiempo para responder! ¡Solo hazlo!

—¿¡Ehhh!? ¿¡Está bien!?

El pelirrojo de inmediato activó mentalmente la promoción a caballero, equipándose por completo su conjunto firma. Y ahora sujetando en su mano el arma que le regaló su maestro.

Ornstein en DXDWhere stories live. Discover now